El Cabildo de Sevilla mantiene su sistema de seguridad pese al ataque a un 'murillo'
" Las medidas de seguridad absolutas no existen. Todos los sistemas tienen lagunas", aseguraba ayer Francisco Navarro, delegado de Administración y Patrimonio del Cabildo de la Catedral de Sevilla, después de que el pasado lunes se hiciera público que un hombre asestó dos golpes con la mano a un retrato del rey San Fernando, de Murillo.
El lienzo, de 1671, no ha sufrido daños y continúa expuesto en la sala en la que comienza la visita turística a la catedral junto a otras 13 pinturas, de Zurbarán y Pacheco, entre otros, y esculturas de Pedro Roldán y Juan de Mesa. "Lo único que se ha hecho es poner el cordón más alejado de las obras. Ahora está a unos dos metros y si alguien se acerca salta la alarma, como ocurrió cuando ese hombre le dio dos golpetazos con la mano", explica Navarro.
El incidente, que ocurrió el pasado 14 de junio, lo protagonizó un hombre de 66 años, T. M. V., que reside cerca de la Catedral y que parecía perturbado mentalmente. Una persona del servicio de seguridad privada de la catedral retuvo al hombre en cuanto saltó la alarma tras golpear el cuadro y fueron los agentes de paisano del grupo Giralda, de la Policía Local, los que retuvieron al hombre, le tomaron los datos y le acompañaron a su domicilio. El Cabildo de la Catedral no ha denunciado el hecho, ya que la obra no ha sufrido daño alguno, salvo un ligero hundimiento del lienzo que recuperó su estado anterior pocas horas después del ataque. La policía puso los datos del hombre a disposición judicial.
En la seo hispalense, que recibe más de un millón y medio de visitantes al año, se ocupan de la seguridad unas 40 personas. "Todos los museos están expuestos a que les ocurra algo así, pero el sistema ha funcionado porque se detuvo a la persona. Lo más seguro sería tener todas las obras guardadas en un almacén y, aún así, puede ocurrir una desgracia, como un incendio", afirma Francisco Navarro.
Además de las alarmas, la Catedral de Sevilla cuenta con un sistema de videovigilancia y con el equipo de seguridad de unas 40 personas. "Nosotros disponemos de las medidas máximas de seguridad, pero tenemos que darle a la gente un margen de confianza", concluye el canónigo.
La Catedral hispalense tiene unas 800 pinturas repartidas por todo el templo y la mayoría de ellas están en los lugares originales para los que fueron creadas, como las nueve obras que Murillo realizó para la sala capitular.