Los robos en los juzgados de Benalúa se remontan a hace más de cinco años
Algunas de las joyas desaparecidas no se podrán recuperar al haber sido fundidas en las casas de empeño
J. A. M. – diarioinformacion.com – 17 Enero 2012
Los robos en los juzgados de Benalúa se remontan a hace más de cinco años, según informaron ayer a este diario fuentes del Palacio de Justicia. Como ya publicó este diario, como presuntos autores han sido detenidos tres de los vigilantes de seguridad del edificio y la mujer de uno de ellos. En los juzgados todavía se está haciendo un inventario de los objetos desaparecidos durante este tiempo. La desaparición de más de 60 piezas de joyería de una operación por narcotráfico de la caja fuerte del juzgado ha sido lo que motivó una investigación más a fondo.
Las fuentes consultadas por este diario señalaron que en los registros se han encontrado abundante material informático, aunque ahora se deberá concretar si pertenece a lo desaparecido en algún juzgado. Los investigadores se han encontrado con que algunas de las piezas de joyería desaparecidas a lo largo de estos años ya no existen. Las casas de empeño pasados quince días de la venta suelen fundirlas, por lo que la recuperación de la joya original es imposible.
Botellas de colonia, pequeñas piezas de oro, consolas de videojuegos y hasta la recaudación de las máquinas de bebidas de las dependencias han sido algunos de los extraños robos que se habían venido produciendo. Los arrestados quedaron en libertad con cargos el pasado fin de semana tras pasar a disposición judicial.
Cámaras de seguridad para captar in fraganti a los sospechosos
La instalación de una cámara de seguridad en el edificio de los juzgados ha sido una de los medios usados por la Policía para capturar in fraganti a los sospechosos. En las imágenes, se ve a uno de los vigilantes merodear por las dependencias linterna en mano y con guantes. El agente llegó a detectar la presencia de la cámara, hecho que confirmó las sospechas de la Policía ya que a pesar de este hallazgo no dio parte absolutamente a nadie. La actitud del personal de seguridad motivó que se autorizara la intervención del teléfono de los vigilantes, hasta que la semana pasada se hizo un registro en su domicilio, donde se hallaron algunas de las piezas desaparecidas. J. A. M.
Los robos en los juzgados de Benalúa se remontan a hace más de cinco años, según informaron ayer a este diario fuentes del Palacio de Justicia. Como ya publicó este diario, como presuntos autores han sido detenidos tres de los vigilantes de seguridad del edificio y la mujer de uno de ellos. En los juzgados todavía se está haciendo un inventario de los objetos desaparecidos durante este tiempo. La desaparición de más de 60 piezas de joyería de una operación por narcotráfico de la caja fuerte del juzgado ha sido lo que motivó una investigación más a fondo.
Las fuentes consultadas por este diario señalaron que en los registros se han encontrado abundante material informático, aunque ahora se deberá concretar si pertenece a lo desaparecido en algún juzgado. Los investigadores se han encontrado con que algunas de las piezas de joyería desaparecidas a lo largo de estos años ya no existen. Las casas de empeño pasados quince días de la venta suelen fundirlas, por lo que la recuperación de la joya original es imposible.
Botellas de colonia, pequeñas piezas de oro, consolas de videojuegos y hasta la recaudación de las máquinas de bebidas de las dependencias han sido algunos de los extraños robos que se habían venido produciendo. Los arrestados quedaron en libertad con cargos el pasado fin de semana tras pasar a disposición judicial.
Cámaras de seguridad para captar in fraganti a los sospechosos
La instalación de una cámara de seguridad en el edificio de los juzgados ha sido una de los medios usados por la Policía para capturar in fraganti a los sospechosos. En las imágenes, se ve a uno de los vigilantes merodear por las dependencias linterna en mano y con guantes. El agente llegó a detectar la presencia de la cámara, hecho que confirmó las sospechas de la Policía ya que a pesar de este hallazgo no dio parte absolutamente a nadie. La actitud del personal de seguridad motivó que se autorizara la intervención del teléfono de los vigilantes, hasta que la semana pasada se hizo un registro en su domicilio, donde se hallaron algunas de las piezas desaparecidas. J. A. M.