Ahora que, ¡por fin!, sabemos - y con
total certeza- que la Reforma Laboral no sirve, ni servirá, para
salir de la crisis económica, entre otras cosas, porque los costes laborales no
son la causa de ese famoso fenómeno que los técnicos y entendidos llaman
“trampa de la liquidez” (es decir, el dinerito que hace falta para salir
del túnel no circula porque los agentes encargados de hacerlo, o sea los
bancos, lo atesoran para tapar sus propios agujeros).
Su único fin, entonces, es obsequiar a la
patronal española. Dicho lo cual, vamos a analizar
cómo se va enmarcando el gallinero sectorial. Ya sabéis… sigue el lío. No
hay lugar para la tregua. Tras el escándalo de Falcón, igual o más sonado,
si cabe, aterriza el escandaloso caso del Convenio de empresa
de Seguriber- Umano….
Sinceramente, no se esperaba menos, qué queréis que os diga. A tenor de unas cuantas declaraciones que
su presidenta, Mónica De Oriol, ha tenido a bien brindar en distintos medios
informativos, por ejemplo: azuzando para lograr un cambio en la normativa de
seguridad privada para dar cabida a los inmigrantes porque los trabajadores (españoles) se saben imprescindibles por la escasez de
personal, exigen más y dan menos. .. El inmigrante que tiene más ganas y
necesidad de trabajar viene sin familia y sin horarios fijos y el sueldo en
proporción a su país es digno...
O, levantando polémica respecto a la reforma laboral ya que, la también
presidenta del Círculo de Empresarios, piensa que… "tenía que haber sido más
radical" o cuando cuestiona el asunto de la ultra
actividad.
"¿Por qué a dos años y esperar para partir de cero? Si se acabaron los
convenios, que cada uno construya su propio convenio de empresa. .. Que se
desvinculen los salarios al IPC" Estaba claro
que, abrazaría la Reforma laboral como un horizonte lleno de posibilidades de
jugosos beneficios de su cuenta corriente y de sus convicciones
personales.
De hecho, quizás lo único sorprendente de las declaraciones de Mónica De Oriol, es su espíritu muy, muy
cristiano, que combina perfectamente con un espíritu empresarial-
ultra liberal. Como sea, el asunto es así: En una pizarra al lado de su mesa
tiene anotados apuntes de trabajo y la imagen de la Virgen. Mónica de Oriol
asegura ser una persona muy fetichista. 'Me encanta tener cerca a la Virgen, la
tengo al lado para que me ayude a controlar la situación. Le hablo y le cuento
lo que me pasa'. A decir verdad, también les pasa algo parecido a los
vigilantes de Seguriber. Como no se sabe hasta dónde puede bajar el listón
salarial y de condiciones de trabajo, se les ha visto rezar con ardor . ..Virgencita,
virgencita, que me quede como estoy!!! … Y hasta se menciona prolongar la oración frente al Museo del
Prado para que trascienda a los creyentes de otras nacionalidades y sectores…
Definitivamente, y gracias al Decretazo, el gallinero sectorial se va llenando de implicados. Por acción u
omisión. Entre estos últimos, van cobrando protagonismo los pelotas y besaculos
de todos los colores. , porque se han reactivado todos los mecanismos del
“trepa”. Siempre los hubo pero, ahora sus funciones se amplían: van desde
la firma de descuelgues hasta la firma de convenios de empresas. Por lo
tanto, se sabe imprescindible, ya que sin su interesada colaboración, no
es posible que llegue a feliz término la pretensión del empresario que
quiera descolgarse del convenio estatal y/o dar carta de naturaleza a su propio
convenio. Por supuesto, aquí no se trata morir matando como esperarían sus
afiliados y votantes.
Por el contrario, de lo que se
trata es de hacer bulto y vender al sector. ¿Quién duda, a estas alturas, que
son los cooperadores necesarios para la competencia desleal? Lo bueno de
todo esto, es que ya sabemos que nos toman el pelo. Ellos no esconden su
desvergüenza ni nosotros nuestro asco. Lo que no puede ser, es que en estos
momentos tan críticos para el sector, el besaculos sindical, literalmente, se
fume un puro con aquel empresario que con su descuelgue ha minado la viabilidad
del convenio estatal y que para el colmo, nos venda el acuerdo como una
conquista buena continuando la vida tan pichi. Abrá que poner coto a este
circo… y la respuesta y el remedio está en los propios sindicatos de
clase. ¿Somos los que estamos? ¿Estamos todos los que somos?