lunes, 18 de junio de 2012

¡ Virgencita, Virgencita....! Continúa la liga de los descuelgues


Ahora que, ¡por fin!, sabemos - y con total certeza-  que la Reforma Laboral no sirve, ni servirá,  para salir de la crisis económica, entre otras cosas, porque los costes laborales no son la causa de ese  famoso fenómeno que los técnicos y entendidos llaman  “trampa de la liquidez” (es decir, el dinerito que hace falta para salir del túnel no circula porque los agentes encargados de hacerlo, o sea los bancos, lo atesoran para tapar sus propios agujeros).
Su único fin, entonces, es obsequiar a la patronal española. Dicho lo cual,  vamos a   analizar  cómo  se va enmarcando el gallinero sectorial. Ya sabéis… sigue el lío. No hay lugar para la tregua. Tras el escándalo de Falcón, igual o más  sonado, si cabe, aterriza  el escandaloso   caso del Convenio de empresa de Seguriber- Umano….
Sinceramente, no se esperaba menos, qué queréis que os diga. A tenor de unas cuantas declaraciones que su presidenta, Mónica De Oriol, ha tenido a bien brindar en distintos medios informativos, por ejemplo: azuzando para lograr un cambio en la normativa de seguridad privada para dar cabida a los inmigrantes porque  los trabajadores (españoles) se saben imprescindibles por la escasez de personal, exigen más y dan menos. .. El inmigrante que tiene más ganas y necesidad de trabajar viene sin familia y sin horarios fijos y el sueldo en proporción a su país es digno...
O, levantando polémica respecto a la reforma laboral ya que, la también presidenta del Círculo de Empresarios, piensa que… "tenía que haber sido más radical" o cuando cuestiona el asunto de la ultra actividad. "¿Por qué a dos años y esperar para partir de cero? Si se acabaron los convenios, que cada uno construya su propio convenio de empresa. .. Que se desvinculen los salarios al IPC" Estaba claro que, abrazaría la Reforma laboral como un horizonte lleno de posibilidades de jugosos beneficios de su cuenta corriente  y de sus convicciones personales.
De hecho, quizás lo único sorprendente  de  las declaraciones de Mónica De Oriol,  es su espíritu muy, muy cristiano,  que combina perfectamente con un espíritu  empresarial- ultra liberal. Como sea, el asunto es así: En una pizarra al lado de su mesa tiene anotados apuntes de trabajo y la imagen de la Virgen. Mónica de Oriol asegura ser una persona muy fetichista. 'Me encanta tener cerca a la Virgen, la tengo al lado para que me ayude a controlar la situación. Le hablo y le cuento lo que me pasa'. A decir verdad,  también les pasa algo parecido a los vigilantes de Seguriber. Como no se sabe hasta dónde puede bajar el listón salarial y de condiciones de trabajo, se les ha visto rezar con ardor  . ..Virgencita, virgencita, que me quede como estoy!!! … Y hasta se menciona prolongar la oración frente al Museo del Prado para que trascienda a los creyentes de otras nacionalidades y sectores…
Definitivamente, y gracias al Decretazo, el gallinero sectorial se va llenando de implicados. Por acción u omisión. Entre estos últimos, van cobrando protagonismo los pelotas y besaculos de todos los colores.  , porque se han reactivado todos los mecanismos del “trepa”. Siempre los hubo pero, ahora sus funciones  se amplían: van desde la firma de descuelgues hasta  la firma de convenios de empresas. Por lo tanto, se sabe imprescindible, ya  que sin su interesada colaboración, no es posible que llegue a feliz término la pretensión del  empresario que quiera descolgarse del convenio estatal y/o dar carta de naturaleza a su propio convenio. Por supuesto, aquí no se trata morir matando como esperarían sus afiliados y votantes.
Por el contrario, de lo que se trata es de hacer bulto y vender al sector. ¿Quién duda, a estas alturas, que son  los cooperadores necesarios para la competencia desleal? Lo bueno de todo esto, es que ya sabemos que nos toman el pelo. Ellos no esconden su desvergüenza ni nosotros nuestro asco. Lo que no puede ser, es que en estos momentos tan críticos para el sector, el besaculos sindical, literalmente, se fume un puro con aquel empresario que con su descuelgue ha minado la viabilidad del convenio estatal y que para el colmo, nos venda el acuerdo como una conquista buena continuando la vida tan pichi. Abrá que poner coto a este circo…  y la respuesta y el remedio está en los propios sindicatos de clase. ¿Somos los que estamos? ¿Estamos todos los que somos?