Y SECURITAS parece encabezar el descuelgue
Tratando de entender cómo el sector de la seguridad
privada ha entrado en “coma”, la memoria nos hace retroceder hasta aquel
día en que Rajoy, ese bombero pirómano, llegó al poder con una sonada campaña a
favor de la austeridad, de los recortes y, además, con una Reforma Laboral que
castraba derecho fundamentales de los trabajadores, como jamás se
había visto hasta entonces.
Ese es el momento en que, digámoslo así, marca un antes y un después del sector. Es el momento en que se “oficializa” la guerra, hasta entonces más o menos soterrada, entre las empresas de seguridad “legales” y las “empresas pedorras” por hacerse con una parte del pastel (contratos y clientes) y, donde el fin justificaba todos los medios (recortes salariales de los vigilantes, principalmente). Es el momento en que se legaliza el “todo vale” y, en el que el sector pasa a ser, definitivamente, el “coño de la Bernarda”.
De ahí para adelante, hemos visto de todo. Con la guerra instalada hasta en el más alto nivel, hablamos de
APROSER, desfilaron ante nuestros sorprendidos ojos los juegos de alianzas, las
traiciones y los pactos secretos para intentar llevarse el
gato al agua… Resumiendo, hasta aquí esta película tiene un balance demoledor:
“las pirañas pedorriles” están acabando con los “tiburones” de la seguridad y
de paso con el sector.
Pero, puestos a tirar de la manta, vamos a buscar al tercer responsable de este desastre sin
precedente. Si, si, lo hay. Porque mientras esto sucedía, algunos
sindicatos de clase evitaban mojarse a fondo y se limitaban a lanzar tibios
mensajes, eso sí, cargados de buenas intenciones, pero sin concretar nada con
un respaldo explícito y contundente.
Ese puñetazo en la mesa que pedía esta Sección Sindical empezando por mandar a tomar por culo a los “firmadores” de
descuelgues y convenios. A pesar que hacía rato que había llegado
la hora de poner toda la carne en el asador para presionar y evitar el
desmoronamiento total del sector. Obviamente, castigar a los
“saboteadores” del convenio estatal con el “látigo de la indiferencia” no era
suficiente para remontar la escalada de “descolgaos”.
Así las cosas, hace algunos días se filtraba
lo que se preveía: la “amenaza” de “descuelgue” del Convenio Estatal de la
todopoderosa APROSER dando ese gran paso que la igualará a las empresas
pedorras y que viola la “ortodoxia” de la que había hecho gala, hasta entonces,
ayudando además con ello, a dar carta de legitimidad a los convenios basura.
Directamente y sin tapujos el mensaje fue llegando alto y claro, a través de dos
“bastiones” de la seguridad privada, Eulen y Securitas, con la intención de
rematar la faena cuando se reúnan los negociadores del Convenio Estatal.
Es decir, siete meses después de la
mayor victoria empresarial hecha Reforma, el impulso “de calidad y garantías”
de Aproser y su apuesta por hacer otra “gestión de la seguridad”, muy distinta
y a gran distancia de las pedorras, parecen haberse diluido como un azucarillo.
Y aún reconociendo, me refiero a los empresarios
de elite (Prosegur, Securitas, Eulen, etc.), que la Reforma Laboral, más allá
de abrir nuevas “vías de penetración” para las empresas pedorras no sirve
para nada, han decido seguir el ejemplo y prosperar aprovechando el filón
que cavaron los gestores pedorriles en base a los descuelgues y convenios de
empresas que el decretazo les permite.
Para que os hagáis a la idea… es como si las “primeras
marcas” entran a competir con las “marcas blancas”… bajando el listón, claro…
¿tiene lógica?.... Ya sabéis que las primeras marcas, por ejemplo, Danone, en
el precio llevan aparejada calidad, garantía, publicidad, etc. y las marcas
blancas, como la Hacendado de Mercadona, en su precio sólo lleva aparejada los
mínimos exigibles para pasar los controles pertinentes y poder comercializarse…
Es decir, “low cost” (bajo coste)
aunque conlleve “low security” (baja seguridad)…ahora que la ministra de
fomento ha puesto los términos tan de moda. Diréis, y con razón, ¡cómo se habrá
deteriorado el percal para que se haya llegado a este punto!
Suponemos que, con esta “estrategia”
empresarial, Aproser pretende salvar los muebles del naufragio pero, a no ser
que nos de algún otro detalle, si es que aún le resta tiempo para ello,
opinamos que será un nuevo despropósito que tendrá consecuencias para su propio
bolsillo.
Eso por una parte, porque ni pensar lo que pasará de
llegarse a concretar el ultimátum de la patronal. Ese en el que
APROSER y el convenio estatal pasan a mejor vida haciendo hueco a los
convenios de empresa
Claro que sí, porque ahora os explicamos lo
que ellos no se atreven abiertamente a contarnos, o mejor dicho, Carlos Blanco,
presidente de APROSER, no aclara:
1.- Si propongo una revisión a la baja del convenio estatal es porque la Asociación que presido amenaza con dejar de serlo empezando por el portazo, que, con toda seguridad, dará mi propia empresa, EULEN, si no se abre ese melón. Y, a pesar que hasta ahora me he resistido a los cantos de sirena, (ya veis, le dimos la patada a Falcon por hacer lo mismo que vamos a hacer nosotros ahora), el aumento en los costes laborales, a partir de la cotización del plus de vestuario, no se está repercutiendo a los clientes. Por lo tanto, la situación para mi es complicada porque estoy tocando el corazón de los accionistas, el bolsillo. ¿Vale la pena complicarme la vida cuando “descolgarme” de lo que firmé, hace sólo unos meses, es así de fácil? Desde luego que no. Entonces, vale, me toca, adiós a la ortodoxia y nadie podrá reprocharme nada.
2.- Sé que con esta movida, por el momento, sólo equilibraré la cuenta de gastos y beneficios pero, no por ello acabo con el problema que, en un 50%, es la competencia desleal de las pedorras. Es más, como la Reforma Laboral ha abierto un gran agujero por donde traga y traga los salarios de los vigilantes, seguramente las “pedorras” irán tirando de ello para seguir yendo a las licitaciones a la baja .Así que este apaño no es el último, si no, uno de unos cuantos hasta que el salario del vigilante se equipare al de los auxiliares o al salario mínimo interprofesional. Tiempo hay para que así sea porque estamos metidos en un círculo vicioso: tú bajas, yo bajo; yo bajo tú bajas… ¡que aquí nadie pagará más pudiendo pagar menos! No se hizo ni en los tiempos de las vacas gordas
3.-De producirse la debacle y cada empresa se las arregle como quiera con su propio convenio, sé que se vivirá un carajal que nadie olvidará porque quedará en sol-fa lo del art.14 (subrogaciones) que, hasta la fecha, está contemplado en el convenio estatal y hasta las pedorras lo admiten con entusiasmo, a pesar de tener sus propios convenios. Porque menuda gracia si pierdes un servicio y te tienes que quedar, además, con la plantilla de vigilantes…
4.- Al final, si lo reconozco, estoy haciendo competencia desleal
pura y dura pero, no por ello dejaremos de vender nuestras propias “marca
blanca”, es decir, los auxiliares, puesto que, a día de hoy, son más rentables
que los vigilantes y quién sabe si será en un futuro el sector fuerte.
Visto lo visto, la ruptura entre la patronal y Comisiones parece inevitable. De
hecho, buscar la viabilidad del sector sin perjudicar a ninguna de las
partes fue lo que primó a la hora de firmar el actual Convenio Estatal. Ya no
hay tiempo ni ganas de contentar a nadie. Mientras, SECURITAS
ya anuncia su descuelgue comunicándolo a sus representantes y PROSEGUR, silenciosa, seguridad inteligente, espiando tras el visillo.
Sólo resta fijar la hoja de ruta de las futuras movilizaciones. Es lo que
hay y así os lo contamos.