miércoles, 12 de septiembre de 2012

EULEN...¿el parche antes o después de la herida?


El canto de la lechuza



Ya sabéis que Eulen significa lechuza en alemán. De hecho, su logotipo es una lechuza, ave que pertenece a las rapaces nocturnas que acostumbra a cazar en la más absoluta oscuridad y suele alimentarse de presas vivas. Pero, ahí no para la cosa. La sabia naturaleza le ha dado un sentido del oído muy fino, unos ojos desarrollados para ver sin apenas luz, unas plumas que le permiten volar casi sin hacer ruido y un cuello flexible que le permite girar la cabeza en 270º, como la niña del exorcista. Vamos, que lo ve todo sin necesidad de retrovisor. Con tales facultades, hasta yo aparcaría   el coche…

También Eulen, o más bien su gestor insigne, Carlos Blanco, ha desarrollado algunas de estas características tan espectaculares de la lechuza para adaptarse al medio y asegurar la supervivencia de la empresa. Sobre todo, el oído fino y el volar casi sin hacer ruido. Lamentablemente, el giro de la cabeza, eso sí que no. Qué pena. Por eso no vio lo que se le avecinaba con la Reforma Laboral, con los planes de Rajoy, con Falcon, y con las empresas pedorras…

Así las cosas, aunque uno de los principales cometidos de cualquier gestor,- que se precie de tal, claro-, es hacer las cosas cuando se debe, ni antes ni después, parece ser que, en este caso, se ha impuesto la cultura del efecto retardado donde buscamos poner el parche cuando ya la herida amenaza con gangrenarse por pura falta  de previsión.

Y, sí, me estoy refiriendo al contenido de la  Reunión de CCOO con la Dirección de Eulen del pasado 3 de septiembre. O, lo que es lo mismo, me estoy refiriendo al canto de la lechuza de Eulen. Ya sabéis que, de acuerdo a las leyendas mexicanas, el canto de la lechuza dice “cavar, cavar” es decir, te avisa  que  vayas cavando la fosa porque un indio morirá pronto o, al menos, algo terrible está por suceder.
Y no es por ser agorero pero, desde luego, vale la pena detenerse un pelín en la letra de la canción de la lechuza de Eulen. Entre otras cosas, porque dar carta de validez a la “rumorología” suele ser receta para el descrédito de quien lo hace, sobre todo, si ese “rumor” se refiere a un descuelgue o “modificación” sobre el Convenio Estatal.

Evidentemente, serían  tan relevantes las consecuencias que se derivarían a partir de que ese hecho ocurriera – no olvidemos que Eulen lidera las empresas de Aproser, con Carlos Blanco  como presidente- que las implicaciones sobre el convenio estatal y sobre los salarios y condiciones de los vigilantes serían catastróficas. El efecto “dominó” de las empresas “descolgadas” estaría garantizado…

Por lo tanto, aquí la lectura de la letra pequeña hay que hacerla en términos de estabilidad para el sector  ya que, aparte de los desastres “naturales” (decretazos) que vienen sin que los llamen, parece que la incapacidad de controlar las calamidades futuras del sector (empresas pedorras, cotización de los pluses de vestuario y transporte, etc.), es la mayor fuente de desgracia para los que vivimos de la seguridad privada.

Así que, releyendo el contenido de la reunión, uno siente un raro escalofrío en el cuerpo. Una sensación de brujuleo…   un brujuleo que se hace más intenso por momentos por parte de la dirección de Eulen y que multiplicaría los supuestos de lo que, aparentemente, se pretende  sea el futuro sectorial.

Lo que viene a aumentar, sin duda, la confusión entre los vigilantes: ¿Qué significa que se intentará mantener el convenio estatal? ¿Significa, tal vez que, según vengan rodadas, se mantendrá o no se mantendrá el actual convenio? ¿Cuánto de receptivos tiene que ser CCOO frente a las nuevas propuestas de la patronal? ¿Sobre qué concepto van las propuestas? Y, lo que es más importante ¿Sobre qué es lo que  tiene que reflexionar CCOO para estar preparados para asistir a las próximas reuniones entre la patronal y los sindicatos?

 En cualquier caso, la reunión de Eulen con CCOO pone de  manifiesto que la precipitación en la patronal  se ha instalado y que tiende a dejar más puertas abiertas de las que pretende cerrar.

En definitiva,… ¡menudo veranito nos han dado entre Seguriber, Securitas y ahora Eulen… por no hablar de Esabe! Y no te cuento el otoño “calentito” que se avecina. Para unos más que otros puesto que, seamos sinceros,.. Carlos Blanco navegando entre la lealtad a los “caprichos” de su empresa y la fidelidad al Convenio Estatal y a la asociación que preside, APROSER, ¿no influirá en  unos cuantos grados en la temperatura sectorial?.