El
hospital también tiene sus 'policías'
Los vigilantes de seguridad
controlan los accesos, ponen orden cuando hay conflicto y ahuyentan a los
delincuentes que tratan de robar
Fuente:
hoy.es - 02.05.13 - 00:28 - EVARISTO FERNÁNDEZ DE VEGA | BADAJOZ.
Francisco
Caro trabaja en el hospital Infanta Cristina desde 1999. Pero no es médico ni
enfermero sino responsable de seguridad de un recinto por el que pasan a diario
cientos de trabajadores y miles de visitantes, muchos de ellos aquejados de
enfermedades que causan en su estado de ánimos situaciones límite. «Si el
paciente o sus familiares vienen nerviosos y nosotros no mantenemos la calma,
puede haber un choque».
Su
reflexión forma parte de las vivencias de este profesional de la seguridad
privada hospitalaria, un sector poco reconocido a veces que protagoniza
servicios tan importantes como el realizado hace unos días, cuando fue detenido
un delincuente procedente de Villar del Rey que se enfundó una bata médica para
pasar desapercibido mientras sustraía varios ordenadores del hospital Infanta
Cristina usando una bata médica.
El robo
fue cometido el 22 de abril a las 9 de la noche. A esa hora, el ladrón logró
abrir una puerta corredera del hospital y colarse en la zona de consultas
externas, donde se apoderó de tres ordenadores instalados en la zona de
atención al público.
Mientras
actuaba, los vigilantes de seguridad del hospital hicieron una ronda por la
zona en la que se produjo el delito, pero el ladrón debía haberles cogido la
medida y no fue detectado.
Tan
pronto como el personal del hospital se percató de lo sucedido, los
responsables de la empresa de seguridad visionaron las grabaciones realizadas
por las cámaras del hospital para tratar de identificar al delincuente, que fue
detenido pocas horas después en la segunda planta el complejo sanitario formado
por el Materno Infantil y el Perpetuo Socorro.
Juan
Carlos Pérez Sández es el director operativo de Secoex, la empresa contratada
por el Servicio Extremeño de Salud para realizar los trabajos de vigilancia en
el hospital. Lleva años en el sector y asegura que este tipo de hechos no es
habitual porque el trabajo de prevención resulta eficaz.
Evitar
los robos
Con
todo, reconoce que la perfección no existe, y cada cierto tiempo son informados
de la sustracción de carteras o prendas de abrigo en las habitaciones del
hospital o en las taquillas y vestuarios del personal médico.
En
ocasiones, los autores de esos delitos son personas que acceden desde la calle,
pero otras veces se trata de familiares de enfermos hospitalizados que
aprovechan su paso por el hospital para cometer algún delito. «Nuestra
preocupación no sólo son los robos, también tratamos de ahuyentar a los
aparcacoches ilegales que actúan en los alrededores».
Hace
sólo unos días, los vigilantes de Secoex que trabajan en el complejo
hospitalario Materno Infantil-Perpetuo Socorro también lograron localizar a dos
personas que estaban colocando pasquines ofensivos en los limpiaparabrisas de
los coches, un hecho que había sido denunciado por la persona contra la que se
lanzaban esos ataques.
Juan
Carlos Pérez-Sández reconoce que la evolución del servicio de seguridad en los
hospitales pacenses corre pareja a la evolución de la sociedad. «Ha cambiado el
servicio, ha cambiado el número de vigilante, han evolucionado las prestaciones
de las cámaras de seguridad, pero nuestra función sigue siendo la misma».
Entre
las mejoras que se han producido se encuentra la creación de un Centro
Operativo de Seguridad (COS) en el Infanta Cristina y otro en el Materno Infantil-Perpetuo
Socorro.
Allí se
encuentra de forma permanente un vigilante de seguridad que visiona las cámaras
instaladas para detectar la presencia de cualquier intruso. «Inicialmente se
grababa en cintas pero ahora existen discos duros en los que se almacenan las
grabaciones de los 30 días anteriores, que es lo que permite la ley».
Los
dispositivos de seguridad son claves cuando se detectan robos, pero hay
ocasiones en las que sólo resulta efectiva la actuación inmediata de los
vigilantes, que se enfrentan a situaciones nuevas cada día.
«Para
nosotros es fundamental el diálogo, explicar el porqué de las medidas que
tomamos, tener mano derecha... pero hay veces en las que no resulta fácil. Yo
llevo once años aquí y cada día me pasan cosas distintas a las que hay que
saber responder», relata Francisco Caro.
Conflicto
por el tabaco
Curiosamente,
dos de las medidas que han provocado conflictos están relacionadas con
cuestiones que poco tienen que ver con el funcionamiento de un hospital: la
prohibición de fumar en el entorno y la necesidad de respetar el horario de
visitas y el número máximo de acompañantes.
«El
personal de seguridad que trabaja en los hospitales realiza un curso especial
en la materia para saber cómo enfrentarse a las situaciones más frecuentes, eso
es tan importante como la experiencia», concluye Pérez Sández.
BADAJOZ
«Cuando
se produce una reyerta y llegan los heridos, hay que extremar el control»
Fuente:
hoy.es - 02.05.13 - 00:23 - E. F. V. | BADAJOZ.
El
trabajo de un vigilante de seguridad en un hospital no es fácil. A comienzos de
abril, un preso que estaba siendo atendido en el Infanta Cristina trató de
arrojar el soporte metálico del gotero y un extintor al personal médico que lo
atendía en el servicio de urgencias.
Rápidamente
fue reducido por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que se encargaban
de su custodia, pero hay ocasiones en las que el incidente es protagonizado por
una persona aparentemente civilizada que no precisa custodia y son los
vigilantes quienes tienen que resolver el conflicto.
Francisco
Caro reconoce haberse visto envuelto en varias situaciones peligrosas. «En
alguna ocasión ha ingresado una mujer maltratada por su pareja y poco después
se ha presentado en el hospital para agredirla de nuevo».
Otras
ocasiones son los familiares de los presos quienes causan problemas cuando
saben que han sido trasladados al hospital, sin olvidar que en la unidad de
psiquiatría donde se atiende a las personas con problemas mentales que han
sufridos crisis también se generan conflictos con bastante frecuencia.
Reyerta
con armas
«Cuando
se produce una reyerta con armas de fuego y llegan los heridos solemos extremar
las medidas de seguridad. La situación más conflictiva que yo he vivido fue una
reyerta con cuchillos en la que las dos personas enfrentadas se encontraron de
nuevo dentro del hospital. Uno de ellos llevaba aún las tripas fuera pero
incluso así se engancharon de nuevo, y mientras tanto la familia quería acceder
al hospital».
En
casos como este, el servicio de vigilancia solicita el apoyo del Cuerpo
Nacional de Policía e incluso de la Policía Local, cuyos agentes se desplazan
con urgencia para poner orden. «Aquí no se lleva arma, yo siempre suelo decir que
nuestra arma es el bolígrafo y la libreta. Pero hay situaciones muy delicadas
en las que nos vemos obligados a utilizar los grilletes para inmovilizar a las
personas que causan problemas».