Dos
vigilantes refuerzan desde comienzos de mes la seguridad en la cárcel
Este programa experimental en
la prisión de La Moraleja durará nueve meses y después se valorará su
continuidad
Fuente:
elnortedecastilla.es - 26.05.13 |
PALENCIA
Lo
anunció el pasado 18 de marzo el delegado del Gobierno en la región, Ramiro Ruiz Medrano, durante su
visita junto al director del Imserso, César Antón, al Centro Asistencial San
Juan de Dios de la capital palentina. A partir del 1 de abril, cuatro centros
penitenciarios de Castilla y León iban a incorporar vigilantes de seguridad de
empresas privadas de forma «experimental». Esas cuatro cárceles elegidas eran
La Moraleja, en Dueñas; Topas, en Salamanca; Mansilla de las Mulas, en León, y
el centro penitenciario de Villanubla, en Valladolid. Ruiz Medrano explicó que
en ellas se iba a compatibilizar el servicio de los agentes de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado con vigilantes privados, y que, con el tiempo,
se vería si la medida tiene continuidad o se buscan otras alternativas.
Pues
bien, en la cárcel de Dueñas se valora positivamente la medida, según explica
el director del centro penitenciario, Javier Díez, que hace hincapié en que
durante el mes que llevan prestando su servicio los dos vigilantes de seguridad
destinados, no ha habido ningún incidente en la cárcel. «Llevan en el centro
desde primeros de mayo, uno de ellos en el control de acceso a la prisión y el
otro, en el control de las cámaras del recinto exterior, pero los dos están
acompañados de guardias civiles, no les sustituyen», añade Javier Díez, que
señala que los dos vigilantes van a desempeñar su labor en el centro
penitenciario durante nueve meses y, al término, «se hará un informe para que
el Ministerio decida si es viable o no».
Fuentes
del Ministerio del Interior han incidido en que «no se trata de suplir la labor
de los guardias civiles sino de reforzar su trabajo en tareas de vigilancia no
esenciales al tratarse de vigilantes que no van armados».
Los
vigilantes, en su mayoría escoltas que perdieron su trabajo en el País Vasco
desde el fin de las hostilidades por parte de ETA, vienen «a reforzar el
servicio que presta la Guardia Civil en los controles de acceso de la puerta
exterior, las garitas o las cámaras, siempre bajo la supervisión de los
agentes», resumen fuentes de Instituciones Penitenciarias.
Los
antiguos escoltas proceden de una unión temporal de seis empresas del sector
creada para la ocasión y que destinará a 11 vigilantes en el caso de la prisión
de Valladolid y a otros 18 para cubrir los tres turnos de las restantes
cárceles de Palencia, León y Salamanca. Así hasta sumar 250 efectivos en 21
centros.
La
Asociación de Guardias Civiles (AUGC) entiende que aunque se asegure que esta
medida «solo será un refuerzo» al trabajo que hacen las Fuerzas de Seguridad
del Estado, en el fondo la intención final del Gobierno es «privatizar la
seguridad en las prisiones».
Tampoco
la Unión de Guardias Civiles (UGC) ve con buenos ojos la incorporación de
vigilantes privados a las prisiones. «No tiene mucho sentido reforzar un
servicio que ya estaba bien cubierto por los guardias civiles destinados en las
cárceles cuando nadie ha detectado que hubiera problemas graves que obligaran a
incorporar nuevos efectivos», afirman.