martes, 11 de junio de 2013

Empresarios de seguridad...¡Qué Cucos!


¿Sabéis cual es el ave con peor fama del mundo animal? …¿el buitre?,… ¿quizás el cuervo?  Pues no. El ave con peor fama es el cuco común. De hecho,- y como los humanos tendemos a clasificar los comportamientos de los animales según  nuestra escala moral-,  los adjetivos que se le brindan al cuco son nada halagadores: explotador, tramposo,  farsante, etc., entre otras lindezas...


Y si os preguntáis a qué se debe este cartel tan  poco cariñoso, la respuesta  la encontraréis en su “táctica de supervivencia” que consiste, nada más y nada menos, que en aprovecharse de otras aves a las cuales explota, engaña y por último convierte en esclavas…

Veréis. El "cuco"  tiene dos características  muy singulares, una muy agradable y otra muy odiosa: la primera, su inconfundible canto "cu-cu", "cu-cu","cu-cu" y, la segunda, poner sus huevos en nido  ajeno  (normalmente de un ave pequeña e insectívora) que es lo que, en definitiva,  provoca esta "enemistad" hacia el cuco. 



Es decir, la hembra del cuco  pone sus huevos (aproximadamente unos trece), de uno en uno, en los nidos de otras especies de aves para que sean “esas madres” las que se den el trabajito de incubarlos y criarlos. Para ello, la señora cuco vigila estrechamente el nido de otras aves y cuando uno es abandonado por un instante, ¡ahí va ella rápidamente y en dos segundos pone su huevo!… ¡qué cuca!... Pero, la cosa no acaba ahí…no, no…qué va...Porque para que el engaño sea completo, ¡va y se come un huevo de la madre  huésped! ¡No vaya a ser cosa que sepa contar....!

Pero la malicia del cuco no acaba ahí…Para nada…. Porque cuando los huevos eclosionan – y normalmente el del cuco es el primero- resulta que el “pollito cuco” se dedica a deshacerse de todos los demás pajarillos, ya sea empujándolos del nido o dándoles de picotazos hasta matarles. De esa manera consigue quedarse todo el alimento que traen sus “padres adoptivos” que, engañados, alimentan con esmero al único pajarillo, que es hijo del cuco y el asesino de sus propios hijos.


Curiosamente, la estrategia del cuco la pueden repetir otras “especies”…y…así resulta aterrador comprobar cómo se reproduce la misma conducta  “cuca” entre los empresarios españoles. Basta hacer un recorrido por los predios sectoriales, incluyendo el de la seguridad privada, para comprobar cómo los “empresarios cucos”  van  repartiendo sus huevos por todas partes...dinamitando el  sistema... involucrando desde partidos  políticos de todos los pelajes (con políticos corruptos y muy cucos) hasta sindicatos de todos los colores (con sindicalistas de postín y muy cucos)…pasando por “empujar del nido” a todos los que no les ríen la gracia o amenazan su feudo.

Así las cosas, cuando vemos, día a día, lo que hay debajo de la manta,  la insoslayable realidad nos dice que los empresarios “cucos” no tan sólo han colocado sus “huevos” en la política con el fin de obtener contratos públicos y leyes que les beneficien, sino que, además, los han colocado en los sindicatos para obtener la firma de acuerdos, convenios sectoriales, la firma en los EREs,  que claramente perjudican al trabajador  porque, aparentemente, no se encuentra otra fórmula para ganar competitividad que no pase por el despido o la reducción salarial.


Evidentemente, el problema de la corruptela ha saltado de los políticos a los sindicatos  y, amenaza con relegar la negociación colectiva al baúl de los recuerdos, principalmente, por el descrédito de algunos sindicatos y porque ya nadie se cree que negociar “recortando” nómina se hace para asegurar “puestos de trabajo”.

Diréis, y con toda la razón, que cada palo aguante su vela, que es muy fácil echar la culpa al empedrado. Pero, ahora que las miradas  se han vuelto hacia la posible reducción de plantilla de 700 vigilantes de Metro y de los derechos laborales de los restantes veremos qué pasa con los empresarios de seguridad, con los políticos de la Comunidad de Madrid y con los sindicatos… ¿Será posible demostrar que Metro es un servicio sostenible sin recortes...  ni despidos… sin que el peso del esfuerzo recaiga únicamente en el mismo?