Si no teníamos suficiente con la
licitación del contrato de seguridad privada de Metro Madrid, ahora, y para
mayor escarnio de los vigilantes, AENA acaba de instrumentar otra medida que viene
a hacernos la puñeta: la licitación de seguridad privada de Barajas.
Evidentemente,
cuando se tiene la horca apretándonos el cuello y casi se está a punto de
perder el sentido como sector, es fácil caer en la tentación de pensar colectivamente que cualquier
pliego, por muy disparatado que sea en sus condiciones, se tiene que aceptar como algo “normal” en este
nuevo entorno de recortes y crisis. Pero no deja de ser una invención alentada por todos
aquellos que tienen intereses y que, lógicamente, salen beneficiados si la “bola” se
consolida en el acervo colectivo.
Por ejemplo, y sin ir más lejos, resulta llamativo que sin ningún tipo de tapujo, se documente en el pliego de AENA que se contratarán auxiliares para hacer controles de accesos (Pliego Prescripciones Técnicas – Relación de puntos de servicios). ¡Así, con dos cojones! ¡Pasándose por sus sagradas partes desde el Reglamento 300/08 del Parlamento Europeo hasta la Ley de Seguridad Privada!
Y lo que es aún más llamativo es que no sean los propios
empresarios de Aproser - los empresarios que más aman al sector con Javier Tabernero de Prosegur a la cabeza, con Luis Posadas de Securitas a su derecha y Emilio Javier García de EULEN a su izquierda y Javier Rodriguez de Alentis -VINSA atras - los primeros en poner el grito en el cielo (o en el mismisimo infierno) sólo para que
no quede en agua de borraja todo el tinglado de la calidad de los servicios en
los aeropuertos, la lucha contra el intrusismo, la puesta en valor del trabajo
de los vigilantes, etc.
En cualquier caso, no es que se haya pasado
la
frontera de lo aceptable en esta licitación… sino que sólo por este hecho, es decir, "pasar" olímpicamente de la normativa de aplicación a los contratos de seguridad privada, el pliego debe ser impugnado por los sindicatos.
Es innegable, que
el mantenimiento de la moral de las plantillas pide aferrarse a las buenas
noticias, y hasta aceptar “pulpo” como animal de compañía si viene al caso, ladeando de algún modo
las malas prácticas como el uso y abuso del intrusismo – entre ellos el de los
auxiliares- pero, también es evidente, que lo peor que puede ocurrirle al
trabajador es negar de nuevo esta realidad que afecta a todo el sector no denunciándola.
Así las cosas, como
en las buenas películas, la trama de la licitación de Barajas es cada vez más complicada a
medida que se analiza el pliego… porque surge un nuevo problema, y no es una
cuestión de recursos, sino algo mucho peor: ¡es ético!
Veamos…. ¿os acordáis que AENA, no hace mucho, - para ser exactos, el pasado noviembre-, lanzó con bombos y platillos un plan de excelencia centrado en las necesidades de los pasajeros, con el objetivo de aumentar su percepción de la calidad del servicio cumpliendo con todos los requisitos que exige la legislación vigente? Si obras son amores… ¿Dónde c...ño fue a parar tanta excelencia?¿O se trataba de una tomadura de pelo?
Y lo mismo puede decirse del Ministerio de Fomento que en respuesta a la denuncia efectuada por la Sección Sindical de CCOO en Vinsa respecto a las funciones de los auxiliares en el aeropuerto de
Barajas aseguró, afirmó, garantizó,avaló, etc. que la seguridad en el aeropuerto cumplía estrictamente la Ley de
Seguridad Privada y el RD de Infraestructuras Críticas. ¿Fue, quizás, víctima
de un engaño deliberado? ¿O pasó del tema, así, de aquella manera?
Considerando todo lo expuesto, está
claro que no es el trabajador quien resta competitividad a la Marca España…no,
no…entonces, habrá que buscar las costuras por dónde se está rompiendo el saco sectorial... Dicho lo cual, y dado que el pliego de licitación de Barajas es una auténtica
vergüenza y una pesada losa para el futuro de la seguridad privada, no se descarta
la impugnación del mismo y pedir explicaciones ante el Ministerio de Fomento y el Ministerio
del Interior por estas malas prácticas documentadas en él.