Un vigilante de seguridad del
hospital Son Espases de Mallorca eructaba y se cortaba las uñas encima de la
mesa de trabajo reiteradamente
Fuente:
lavanguardia.es - | 11/07/2013 Javier Silvestre
Jose
C., de 43 años y vecino de Mallorca, se quedó estupefacto cuando el pasado 14
de junio le citaron en la sede de recursos humanos de la empresa para la que
trabajaba y le comunicaron que estaba despedido. El motivo, tal y como se puede
leer en la carta que le entregaron, "por flatulencias, eructos y cortarse
las uñas en la mesa y dejar los restos en el teclado".
Desde hacía casi un año que Jose trabajaba como parte del equipo de seguridad del aparcamiento del hospital Son Espases de Palma de Mallorca y él asegura "no haber tenido nunca ningún problema con nadie", aunque admite que "alguna vez hacíamos bromas con otros compañeros".
En declaraciones a Ultima Hora, el despedido confiesa que "es cierto que hacíamos ventosidades y eructábamos, pero nadie nos veía, porque lo hacíamos cuando estábamos solos, así que no entiendo los motivos del despido".
¿Sacarse
mocos o alergia?
Las
primeras quejas sobre el comportamiento poco educado de Jose llegaron hace unos
meses cuando sus jefes le comunicaron que había quejas por su falta de higiene:
"Me dijeron que estaba todo el rato sacándome mocos de la nariz y les dije
que tenía una alergia y que por ese motivo estaba constantemente
sonándome".
Sin
embargo, el vigilante de seguridad cree que los motivos de su despido son
otros: "Una vez le paré los pies a un tipo en la barrera del aparcamiento
que resultó ser familiar de una de mis jefas y ahí empezaron mis
problemas", explica.
En la
carta de despido se puede leer textualmente que "el pasado 16 de mayo,
durante la prestación de su servicio como auxiliar en el parking de Son
Espases, hizo gala de flatulencias y eructos delante de compañeros, así como
que se cortó las uñas en la mesa y dejó restos en el teclado del
ordenador".
José
sólo admite esta última parte, ya que "lo de las ventosidades no fue en
público, y lo de las uñas puede ser cierto, pero es algo que se hace muy
habitualmente. Yo creo que no es motivo de despido".
La
Vanguardia ha tratado de ponerse en contacto con el protagonista de esta
historia quien ha declinado hacer nuevas declaraciones al respecto.