Registros contra la
fuga de documentos
Los trabajadores de RTVV se sorprenden de que los vigilantes inspeccionen
sus bolsos y mochilas
Fuente: levante-emv.com
- 08.11.2013 - SERGI PITARCH VALENCIA
El edificio principal de
RTVV en Burjassot fue ayer un búnker. Los vigilantes de seguridad privada
registraron los bolsos y mochilas de los trabajadores, tanto al entrar como al
salir, lo que soliviantó los ya de por sí alterados ánimos de una plantilla que
lleva dos años viviendo en la incertidumbre de la guillotina laboral. Fuentes
conocedoras de la decisión de los mandos intermedios de la televisión pública
explicaron que la idea era que nadie pudiera salir con documentación
confidencial de la empresa pública.
Una de las afectadas por
estos registros fue la presentadora de los informativos de la era de Francisco
Camps en la presidencia de la Generalitat y el miércoles moderadora del debate
político sobre el cierre, Maribel Vilaplana. «Que te hagan abrir el bolso tras
diecisiete años trabajando en esta casa es una vergüenza. No me había pasado
nunca», lamentaba la periodista. Vilaplana explicó que cuando protestó por la
medida, los vigilantes y los policías autonómicos que velan por la seguridad
del edificio le aseguraron que «recibían órdenes».
Los miembros de la empresa
privada de seguridad se esmeraron ayer en su trabajo más de lo habitual,
denunciaba otro empleado. Este trabajador, igual que Vilaplana, afirmó que los
vigilantes acudieron ayer con pistola reglamentaria, algo que, aseveraron, «no
había pasado antes». Por su parte, desde el anuncio del cierre de la RTVV han
acudido a dar cobertura en la vigilancia varios agentes de la policía de la
Generalitat, que depende de la Conselleria de Gobernación. Fuentes conocedoras
de la operación, también manifestaron que miembros destacados del PP valenciano
han visto incrementada su vigilancia y seguridad en las últimas semanas, sobre
todo en actos relacionados con el ERE de RTVV o cuando acuden al Centre de Producció
de Programes de Burjassot.
Desde la Delegación del
Gobierno explicaron que sólo movilizaron una furgoneta de la Unidad de
Intervención Policial, los antidisturbios, para «garantizar la seguridad» en
las distintas concentraciones de trabajadores, sindicatos y colectivos sociales
que se han venido concentrando en los alrededores de Canal 9 en Burjassot. «La
competencia dentro del edificio la tiene la seguridad privada y la policía
autonómica», manifestaron.
Mientras el edificio de
Burjassot se ha convertido en un búnker, la sede de Ràdio 9 en la avenida
Blasco Ibáñez no tiene prácticamente vigilancia. Un trabajador ironizaba con
que allí no existe documentación confidencial de contratos y expedientes de
contratación. La dimisionaria directora general, Rosa Vidal, alertó de la falta
de facturas en la televisión.