LE CONDENA POR UN DELITO DE
HOMICIDIO
La
Audiencia impone 10 años de cárcel al hombre que atropelló y mató a un
vigilante de seguridad en Albal (Valencia)
VALENCIA,
4 Dic. (EUROPA PRESS) -
La
Audiencia Provincial de Valencia ha impuesto 10 años de cárcel al hombre,
camionero de profesión, que atropelló mortalmente a un vigilante de seguridad
con el que discutió en el municipio valenciano de Albal en febrero de 2012,
según consta en la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press.
El
tribunal ha condenado al hombre, al que un jurado popular declaró culpable, por
un delito de homicidio y una falta de lesiones, y le impone una indemnización
para la familia de la víctima --representada por Ibor Company Abogados-- de
160.555 euros. También se le ha fijado 12 días de localización permanente por
la falta.
La
Audiencia le ha condenado finalmente por un delito de homicidio y no de
asesinato, que era el que solicitaban tanto el ministerio fiscal como la
acusación particular. Para adoptar esta decisión, el tribunal ha estimado que
no queda probada la alevosía, ya que considera que el acusado podía haber
pensado, tras el atropello, que el cuerpo de la víctima podía haber salido
despedido o no haber sido rebasado por las ruedas.
También
indica que no cabe deducir que cuando no paró el camión ante los gritos de un
testigo, lo hizo sabiendo la indefensión que ocasionaba al fallecido, ya que
podía "perfectamente" obedecer esta conducta al "interés
exclusivo" de abandonar el lugar.
El
hombre defendió durante el juicio que no tenía intención de "matar a
nadie" y aseguró que no se dio cuenta de que la víctima se había situado
tras el camión, ya que no había amanecido y no había demasiada visibilidad.
El
incidente se remonta al 8 de febrero de 2012, cuando el hombre acudió a una
empresa ubicada en la CV-31, sentido Valencia, del término de Albal, para
descargar el cargamento de fruta que portaba en su vehículo articulado.
El
procesado pasó la noche en las instalaciones de esta empresa, y a la mañana
siguiente, sobre las 7.46 horas aproximadamente, entró en la caseta del
vigilante, que estaba situada junto a la zona de pesaje. Una vez allí, ambos
mantuvieron una discusión. Seguidamente, otro camionero que se encontraba en la
caseta sacó al acusado al exterior. Una vez fuera, éste, sin mediar palabra,
dio un golpe en la cara al subdirector jefe de producción de la empresa a la
que iba a descargar.
LANZÓ
UNA HERRAMIENTA
Tras
esta agresión, el camionero se montó de nuevo en el vehículo, y el vigilante de
seguridad salió tras él y comenzó a golpear en la puerta del conductor para
pedirle que bajara. Ante esta acción, el acusado abrió la ventanilla y lanzó
una herramienta tipo llave de carraca.
Después,
el vigilante se situó en la parte trasera del camión para evitar que el acusado
le pudiera lanzar otros objetos y, también, con el ánimo de evitar que éste
abandonara el lugar. Pese a ello, éste aceleró el vehículo y le atropelló.
El
vigilante, dado lo súbito de la acción y el volumen y el peso del vehículo
utilizado, no tuvo ninguna oportunidad de defenderse. Así, sufrió múltiples
excoriaciones, hematomas, heridas y fracturas, entre ellas la sección completa
de la columna vertebral y de la aorta torácica, lesiones que causaron su muerte
inmediata. El fallecido, de unos 60 años, estaba casado y tenía dos hijos.