Un
empleado de ESABE asegura que eran advertidos de algunas inspecciones
Un inspector de servicios de
la empresa en Madrid aseguró que en alguna ocasión "recibió llamadas desde
las oficinas centrales porque la policía les iba a hacer una inspección"
Durante los interrogatorios realizados, un
antiguo trabajador de ESABE señala que la empresa recibía avisos sobre
inspecciones policiales que se iban a producir en algunos de sus centros de
trabajo. Puntualiza incluso que en una de esas llamadas de la oficina central de
la empresa se le detallaron las características físicas de la policía que iba a
acudir a la inspección.
Fuente:
cadenaser.com - ALBERTO POZAS
14-02-2014
Los
interrogatorios a testigos y antiguos trabajadores de las empresas del grupo
ESABE han dejado el testimonio del que fuera inspector y coordinador de
servicios del holding en Madrid, quien afirma que en ocasiones tenían
conocimiento de inspecciones policiales incluso antes de que se produjeran,
teniendo tiempo suficiente para tomar las precauciones necesarias y que las
autoridades no detectaran posibles irregularidades.
El
antiguo empleado de ESABE expone varias situaciones en las que, siempre según
su versión de los hechos, recibió llamadas de las oficinas centrales de la
entidad para advertir de estas inminentes inspecciones policiales a diversos
puntos de trabajo en la capital. Especifica que en una ocasión recibió una
llamada de las oficinas centrales "para que acudiese urgentemente al
supermercado Hiber de Parla y que cambiase a un ordenanza por un vigilante
porque la policía les iba a hacer una inspección". Matiza que incluso en
esa llamada le dijeron las características físicas de una de las agentes que
iban a realizar la inspección. Una situación similar a la que, según su
testimonio, se dio más tarde con trabajadores del polígono Cobo Calleja. Otros
interrogados también afirmaron que recibían información privilegiada sobre
algunos concursos públicos, extremo negado por otros directivos.
Antonio
'el Gürtel'
Este
antiguo trabajador, junto con otros empleados de ESABE interrogados a lo largo
de la instrucción, identificó a un hombre llamado Antonio y apodado primero
"el metrero" y más tarde "el Gürtel", considerado por
algunos trabajadores como un "conseguidor" de contratos públicos.
Según uno de los testimonios, "el Gürtel" aireaba "dos carnets
de afiliación, uno del PSOE en Madrid y otro del PP en Valencia",
jactándose públicamente de tener "muchos contactos" en Valencia y de
haber conseguido "personalmente" para ESABE Limpiezas la adjudicación
del Hospital de la Fe y el de la Nueva Fe.
La
Seguridad Social cree que ESABE intentó estafar a varios bancos
Los investigadores constatan
que la empresa realizaba contratos de 'factoring' con distintos bancos cuando
se encontraban en situación de morosidad y sabía que próximamente se produciría
un embargo
Fuente:
cadenaser.com - ALBERTO POZAS
15-02-2014
El
sumario del 'caso ESABE', en el que el sindicato USO estará personado en la
causa como acusación popular, recoge una denuncia del Ministerio de Empleo
trasladada al juzgado, señalando que la empresa intentó estafar a varios bancos
cediendo, a través del 'factoring', activos que estaban a punto de ser
embargados. El 'factoring' consiste en ceder un activo a un banco para que pase
a su gestión, pero obteniendo unos beneficios previos: los activos que cedió
ESABE a estos tres bancos estaban a las puertas del embargo, algo que la empresa
sabía perfectamente, según el Ministerio de Empleo.
En un
documento incluido en el sumario del 'caso ESABE', queda reflejado un documento
de la Tesorería General de la Seguridad Social fechado pocos días antes del
estallido de la operación policial, en el que advierte al juzgado de un intento
de estafa a varios bancos por parte de diversas entidades del grupo
empresarial. En este caso, la maniobra habría consistido en poner en manos de
varios bancos una serie de activos sobre los que pesaba la amenaza del embargo,
sin que los bancos lo supieran y obteniendo ESABE un porcentaje de beneficios.
El
procedimiento bancario por ESABE en este caso es el denominado 'factoring': una
empresa pone en manos de un banco un activo, y es el banco el que se encarga de
gestionarlo. El banco saca un beneficio, y la empresa recibe de forma
anticipada la facturación. En este caso, los activos que ESABE dejó en manos de
3 bancos estaban a punto de ser embargados, y las cuentas a las que se llevó
esta facturación anticipada eran cuentas bancarias que escapaban al control de
la administración.
Según
la Seguridad Social, en un escrito aportado al procedimiento por la policía
pocos días antes del estallido de la operación, Cajamar, Banco de Valencia y
Banesto se encontraron con facturaciones que no podían quedarse, tal y como
establecía el contrato, porque estaban embargadas por la propia Seguridad
Social fruto de las deudas de ESABE. La empresa habría firmado estos contratos
con los bancos cuando estaba en situación de morosidad o ante un inminente
procedimiento de embargo: "La empresa era plenamente consciente de que no
podía hacer frente a las cuotas de aplazamiento. Según la policía, esto podría
haber supuesto un delito de estafa y otro de insolvencia punible.
La
casa de los diez embargos
A lo
largo de todo el sumario, la dirección de un inmueble en la calle Raza de
Madrid se repite prácticamente en todos los tomos. Se trata de la casa que,
según la policía, los directivos del grupo ESABE aportaban como aval frente a
cualquier tipo de expediente administrativo en cualquier provincia española. De
esta manera, este inmueble del madrileño barrio de Canillejas llegó a acumular
hasta 10 anotaciones preventivas de embargo por parte de 8 tesorerías de la
Seguridad Social, ayuntamientos y juzgados diferentes, en reclamación de las
distintas deudas de la empresa: delegaciones de la seguridad social en Madrid,
Málaga, Torrent (Valencia), Huelva, Sevilla, el ayuntamiento de Mijas, un
juzgado de Castellón y la administración tributaria de Andalucía. Y un giro
final: se celebra subasta del inmueble en 13 de noviembre de 2007, y el
comprador es la empresa "Gestión y Promoción Integral Aljarafe",
cuyos administradores solidarios no son otros que Juan José Prados del Pino y
su mujer. En toda la operación, cuyos detalles obran en el sumario, pagan
218.438 euros por su propio inmueble, un precio muy inferior a las deudas que
habían generado el embargo, superiores al millón de euros. Según la policía
"se comprueba cómo los directivos, según ellos, no tienen dinero para
hacer frente a las cuotas de la seguridad social pero sí tienen dinero para
comprar el inmueble en subasta pública".
Se
trata del mismo piso que los socios de Prados del Pino en ESABE abandonaron
urgentemente cuando "tiene conocimiento de las investigaciones que se
vienen realizando" en 2012 y sabe que la policía está tras la pista del
inmueble.
Vender
un Ferrari Spider para pagar a varios trabajadores
La
debilidad de Juan José Prados del Pino, presidente fugado de ESABE, por los
coches de lujo y los yates es algo que trascendió hace tiempo a los medios de
comunicación. El sumario al que ha tenido acceso la Cadena SER detalla que el
destino de uno de esos coches, un Ferrari 355 Spider fue pagar las deudas que
tenía con varios trabajadores. El vehículo se vendió por 33.000 euros, saldando
una deuda que tenía con un taller que solía realizar reparaciones a la flota de
vehículos de ESABE. Con el dinero que sobró del pago de la deuda, siempre según
la documentación que obra en el sumario, Prados del Pino se puso al día con
algunos de sus trabajadores.