jueves, 6 de marzo de 2014

Ley Seguridad Privada: PP y Ciu pactan en el senado eliminar de la ley la vigilancia en zonas comerciales peatonales

EN EL SENADO
PP y CiU acuerdan eliminar de la Ley de Seguridad Privada que guardias jurados vigilen en zonas comerciales peatonales

Populares y socialistas se unen para continuar con la tramitación de la norma frente al rechazo frontal de PSOE, PSC, ERC, IU e ICV

MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

El PP ha acordado con CiU en el Senado modificar la redacción original de la Ley de Seguridad Privada en uno de los artículos que generó más polémica entre la mayoría de grupos de la oposición y que hace referencia a las competencias de los agentes de seguridad privada. De este modo, en la nueva redacción del artículo 41 de esta Ley se elimina que estos agentes puedan patrullar por las zonas comerciales peatonales.

El redactado que fue aprobado en el Congreso de los Diputados establecía que los agentes jurados podían hacer labores de "vigilancia en zonas comerciales peatonales" como, por ejemplo, la calle Preciados de Madrid. En la actualidad esta competencia es exclusiva de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Eso sí, en el Congreso se establecía como requisito que tuviesen "autorización previa por parte del órgano competente" y que realizasen esa labor en coordinación con la Policía, la Guardia Civil o las policías autonómicas y locales.

No obstante, tras el acuerdo de 'populares' y nacionalistas catalanes de hoy en el Senado, este supuesto de vigilar las "zonas comerciales peatonales" ha sido eliminado del artículo, en el que sí se mantienen el resto de funciones previstas en el redactado original. De este modo, los agentes de seguridad privada sí podrán realizar la vigilancia perimetral de centros penitenciarios y centros de internamiento de extranjeros o la "participación en la prestación de servicios encomendados a la seguridad pública, complementando la acción policial".

PARQUES COMERCIALES, POLÍGONOS Y EVENTOS

También con autorización previa, los agentes jurados podrán vigilar polígonos industriales y urbanizaciones (incluidas sus vías o espacios de uso común), complejos o parques comerciales y de ocio que se encuentren delimitados asimo como acontecimientos culturales, deportivos o cualquier otro evento de relevancia social que se desarrolle en vías o espacios públicos o de uso común.   

Este acuerdo se ha materializado este miércoles en la Comisión de Interior del Senado en la que se ha aprobado el informe de la ponencia que se votará definitivamente durante el Pleno del Senado de la semana próxima. Los votos del PP y CiU han servido también para rechazar hasta cinco vetos a la Ley presentados por PSOE, PSC, ICV, IU y ERC. Todos ellos pedían la devolución de la norma.

"Esta ley pone en cuestión el modelo constitucional. Es una ley que no nace de una demanda social y el modelo de seguridad en España es un modelo de éxito. Creemos que busca dar cobertura al negocio privado de las empresas de seguridad. Abre la puerta al principio de "la seguridad para quien se la 'pueda pagar'", ha defendido el senador socialista Enrique Cascallana.


Por parte del PP, el senador Luis Aznar ha replicado que "ni desde el Gobierno ni desde el grupo que le sustenta se pone en cuestión que la competencia exclusiva en seguridad le corresponde al Estado". "No creemos que en ningún momento ningún artículo de esta Ley lo vaya a poner en cuestión", ha añadido el senado del PP que ha hecho una llamada a la tranquilidad y ha "espantar nebulosas sobre la intención de la Ley".

CÁMARA ALTA
El Senado retoca la ley y los vigilantes no actuarán en las zonas comerciales peatonales

Fuente: lainformacion.com - miércoles, 05/03/14

Madrid, 5 mar (EFE).- El Senado ha retocado el proyecto de Ley de Seguridad Privada para limitar los casos en los que los vigilantes pueden prestar sus servicios, de forma que no podrán asumir funciones en calles comerciales peatonales como la de Preciados, en Madrid, o Las Ramblas, en Barcelona, como inicialmente estaba previsto.

La comisión de Interior de la Cámara alta ha dado el visto bueno al informe de la ponencia del proyecto de ley que la próxima semana se debatirá en el pleno con la introducción de varias enmiendas transaccionales pactadas con CiU.

Aunque las principales modificaciones al texto inicial ya se aprobaron a través de las enmiendas del PP, que varió dos de los apartados más polémicos, hoy el Senado ha perfeccionado estos cambios con una nueva redacción del artículo 41 para clarificar los servicios que pueden prestar los vigilantes con o sin autorización de los órganos competentes.

De este artículo ya quedó excluida una de las atribuciones que suscitó más críticas: la que posibilitaba con autorización a las empresas privadas a vigilar "zonas comerciales peatonales" para concretar que esta actividad podrá realizarse en "parques o complejos comerciales y de ocio que se encuentren delimitados".

También ha variado el Senado la redacción que aprobó el Congreso sobre la potestad a los vigilantes de perseguir a los delincuentes "sorprendidos en flagrante delito aun cuando no guarden relación con las personas o bienes objeto de su vigilancia y protección".

En el texto consensuado de este artículo entre PP y CiU finalmente los vigilantes solo podrán detener a delincuentes y ponerlos a disposición de las fuerzas de seguridad cuando sean sorprendidos en flagrante delito "en relación con las personas o bienes objeto de su vigilancia y protección".

Y también deja claro que los vigilantes podrán anotar los datos personales de esos detenidos pero, a diferencia del anterior texto, no podrán hacer averiguaciones sobre esos datos ni comprobarlos.

Pese a los cambios introducidos que, en opinión del PP, han mejorado sustancialmente el texto y "han espantado cualquier nebulosa sobre la intencionalidad de la ley", en palabras de su portavoz Luis Aznar, desde el PSOE se han insistido en los peligros de la reforma que "pone en cuestión el modelo constitucional" de nuestra seguridad.

Así lo ha advertido el senador socialista Enrique Cascallana quien tras defender el veto de su partido a la ley ha lamentado que la reforma normativa, aunque necesaria, "nace para dar cobertura al negocio privado de las empresas de seguridad".

"Al final se puede llegar a plantear que haya que elegir entre seguridad privada o seguridad pública, y que se decida por una de las dos en función de los costes. Esto vendría a poner en cuestión nuestro modelo de seguridad si este responde a un problema presupuestario", ha advertido.