jueves, 10 de abril de 2014

El fichaje que necesita el sector

Ya sabéis que desde que se planteó la nueva Ley de Seguridad Privada ha habido interpretaciones para todos los gustos, con mayores o menores matizaciones respecto a las nuevas funciones de los vigilantes, nuevos requisitos, etc…. Sin embargo, es imposible no coincidir en que esta ley será reconocida como  la “aportación" del gobierno más efectiva a la cuenta de resultados  de los  empresarios ya que ayudará a mantener cierto nivel estable de “negocio”. Dicho esto, si querían un motivo adicional para encenderse de buena mañana, aquí lo tienen:

Al contrario de la regulación anterior, la nueva Ley resuelve de un plumazo el requisito de tener la nacionalidad española(o de alguno de los estados de la Unión Europea) para ser vigilante, ampliando a los nacionales de terceros estados (como los latinoamericanos) que tengan suscrito con España un convenio internacional en el que se contemple tal posibilidad a los nacionales de ambos países.


Es decir, previo acuerdo de por medio y teniendo la habilitación y formación adecuada, un español podrá trabajar en seguridad,por ejemplo, en Latinoamérica y viceversa,... los de allí podrían trabajar aquí... Lo curioso es que existe el convencimiento entre los muros de Moncloa de que están haciendo lo imposible para potenciar la contratación en el sector olvidándose, además de otras cosas, de lo arriesgado que es ejercer esta profesión en determinados lares. Basta leer las noticias que llegan desde el otro lado del charco para flipar en 3D.
Aunque quizás ya se tengan hasta pensado que tipo de "fichajes" necesita el sector para lograr la “competitividad”  de los co…nes.. Por ejemplo, si el acuerdo fuera con Brasil, ¿quién no estaría tentado de "importar"  a su plantilla a Guilherme Leão? . Este vigilante del metro de Sao Paolo revolucionó las hormonas de las pasajeras en Brasil con su metro ochenta, sus 22 años, etc.  en una curiosa competición entre “seguratas” del metro de la ciudad brasileña donde ha sido coronado como el más guapo.
Tanto ha sido el éxito de Guilherme que hasta el metro de Sao Paolo ha lanzado una campaña con su imagen. En resumidas cuentas, la popularidad de este vigilante ha subido como la espuma y sus imágenes circulan alrededor del mundo para alegría de muchas mujeres que ya lo consideran una verdadera estrella y uno de los hombres más deseados.
Desde luego, ¿qué harían las sufridas pasajeras del cada vez más precario Metro Madrid si todos los días se cruzasen a este vigilante de seguridad en los deprimentes  andenes?. Subidón, subidón…

Seguramente, el impacto positivo sería, digamos, sustancial, lo que convierte este nuevo matiz de la Ley de Seguridad en imprescindible y socialmente necesario. Y ahora que estamos a dos días de elecciones, un consejo… cualquier programa político que no haga de los cumplimientos de estos convenios internacionales su prioridad máxima, úsenlo para limpiar retretes…Así de necesario es.