Seguridad en
el AICM, en manos de personal con certificación pirata
Fuente: eleconomista.com.mx – 21 Mayo
2014
El aeropuerto de la ciudad de México está vigilado por personal
que no está calificado para realizar esas tareas, peor aún: pertenece a una
empresa que falsificó los certificados de capacitación requeridos para prestar
ese servicio.
Otras dependencias que tienen contratos de vigilancia con
Eulen son el SAT, el IMSS, ASA, la CFE, Sagarpa y las API de Puerto Vallarta y
Ensenada.
Este tipo de situaciones provocó la salida del último
director general de la empresa, Luis Aranda, que estuvo en el cargo apenas un
mes y medio, su renuncia fue el pasado 15 de mayo.
Según la denuncia presentada en la STPS por Aurelio Durán
Rojas, ex coordinador nacional de Capacitación en Seguridad de la empresa
Eulen, las falsas certificaciones eran necesario tenerlas a más tardar a
finales del año pasado para poder mantener a la empresa abierta, de otra manera
perderían el registro que tienen para poder operar como una empresa de
seguridad privada.
Con el AICM, Eulen tiene suscrito el contrato
0116-012-AAICM-SV-25, con vigencia del 15 de junio del 2012 al 31 de mayo del
2014.
En el documento se especifica que los elementos de seguridad
del AICM dejaron de recibir los adiestramientos necesarios para cumplir con las
tareas de seguridad y la capacitación se hacía solo en algunos casos
específicos.
El AICM es uno de los temas centrales de los certificados
falsos, en una conversación realizada en febrero pasado entre el jefe de
Seguridad Nacional de Eulen Seguridad Privada, José Juan López Mejía, y su
coordinador nacional de Capacitación, Aurelio Durán Rojas, el primero señala
que “la empresa los obliga a hacer cosas” entre otras la falsificación de los
papeles.
En la grabación acepta que, por ejemplo, el personal que
atiende la seguridad de las instalaciones en el Aeropuerto de la Ciudad de
México no cursó la capacitación correspondiente, aunque se cuente con el
certificado por cada persona que está en la operación.
“Tu sabes que sólo se le daba capacitación al personal
asignado al AICM hasta hace algunos años y ahora ya no”, señala José Juan
López.
Aurelio Durán Rojas fue coordinador nacional por al menos
dos años y fue despedido de la empresa luego de que reclamó la existencia de
las constancias falsas, con su nombre y firma incluidas, y según el relato
presentado al secretario del Trabajo, fue su jefe José Juan López Mejía quien
presiono a los capacitadores de su equipo.
“Les pidió que firmaran unas constancias de unas
capacitaciones que no se habían realizado pero que se requerían para la
revalidación del permiso” para que la empresa pueda operar, señala en su documento.
Tan solo a finales del año pasado, señala la denuncia, se
buscaba que entre tres capacitadores firmaran al menos 500 constancias por
adelantado, sin cursos de por medio.
Grupo Eulen México Seguridad Privada tiene una de las más
altas rotaciones de personal, del orden del 200% anual, y al mismo tiempo tiene
cerca de 3 mil juicios laborales, tan sólo en la Junta Local 15 de Conciliación
y Arbitraje tiene más de 500 demandas.
Las constancias, de las que El Economista tiene copia,
presentan diversas irregularidades, entre otras las siguientes: en unos
documentos José Manuel Domínguez Romero aparece como represente de los
trabajadores en la Comisión Mixta de Capacitación, en otros es el representante
de la empresa.
Otro de los firmantes es una funcionaria de nombre Samaría
Sarahí Armendáriz Pequeño quien tiene al menos seis firmas diferentes en las
constancias de capacitación de los trabajadores.
Las constancias son por los cursos 123 AVSEC para Vigilantes
y Revisores de Aeropuerto y de Recurrente Básico de Seguridad y los
supuestamente capacitadores son Alfonso Vallejo Zamorategui y Oscar González de
la Cruz, el primero lo hace en julio y en el segundo en septiembre.
Sin embargo, en la conversación se menciona que en realidad
estos cursos nunca se llevaron a cabo y las constancias de habilidades
laborales estaban previamente firmadas por los dos capacitadores y se
entregaban en cuanto los empleados obtenían una de las asignaciones a las
instalaciones aeroportuarias.