Sograndio
culpa al vigilante de la fuga de los dos jóvenes
Las cámaras prueban que se
quedó inmóvil mientras se escapó el primero y que no pidió apoyo hasta que el
segundo fugado inició la carrera hacia la verja
Fuente:
elcomercio.es - CHELO TUYA – LANGREO - 14 abril 2015
«No se
movió. Eso se ve claro». Los vigilantes del centro de internamiento juvenil de
Sograndio, el único del Principado para menores con condenas por delitos,
pudieron comprobar con sus ojos lo ocurrido el pasado jueves, cuando dos
jóvenes protagonizaron una fuga de película descolgándose por la verja con unas
sábanas anudadas.
Las
imágenes grabadas por las cámaras de seguridad reflejan que el agente que
estaba con los menores fugados «no se movió». No lo hizo a las 18.40, cuando
vio como uno de ellos corría con las sábanas hacia la verja y trepaba por
ellas. Ni tampoco lo hizo cinco minutos después, cuando otro joven siguió la
senda de su compañero. La única actividad del agente, que estaba acompañado de
un educador, fue pedir ayuda. Pero cuando llegaron los refuerzos ambos jóvenes
ya estaban lejos.
«En el
centro no hay seguridad. Cualquier día tenemos una desgracia»
Así lo
aseguraron a EL COMERCIO miembros del equipo de seguridad de Sograndio. Los
compañeros del agente al que el centro culpa de la fuga consideran que está
«desmotivado» y que tampoco queda claro «qué debería hacer, ya que él estaba
solo a cargo de otros cinco internos. Porque la compañía del educador no
significa ningún apoyo para nosotros».
La
Policía detuvo a uno en Gijón, pero sigue libre el implicado en un
apuñalamiento en Llanes
Lo que
también reflejan las cámaras es que el tercer intento se produjo, como ellos
habían dicho, una hora después. «Se trataba de un joven que venía del módulo de
visitas. En un momento, agredió al vigilante y echó a correr. Pero el
compañero, aunque herido, le atrapó».
Apoyo de
Fiscalía
Por el
momento, al centro solo ha regresado uno de los fugados. Se trata del joven de
nacionalidad colombiana, descubierto por la Policía Local gijonesa en la calle
Sanz Crespo. Fuentes de la Guardia Civil confirmaron anoche que seguía la
búsqueda del joven de nacionalidad dominicana, implicado en 2013 en un
apuñalamiento en Llanes.
Mientras
sigue la polémica, el Fiscal del Menor de Asturias hizo ayer público un
comunicado en el que califica de «modélico» el funcionamiento de Sograndio
donde «no se vulneran los derechos». Afirma Jorge Fernández Caldevilla que «es
un centro dotado con recursos y personal adecuado desde la Consejería de
Presidencia».
«En el
centro de Sograndio no hay seguridad. Cualquier día tenemos una desgracia»
Los vigilantes de Sograndio
critican la gestión realizada por el Principado
«No hay 35 agentes para 35 internos, sino
siete por turno, de los que solo cinco estamos a cargo de los internos», dice
el coordinador de Avispa
Fuente:
elcomercio.es - CHELO TUYA – LANGREO - 14 abril 2015
La cara
la pone Jorge Fernández Cuesta, pero las voces corresponden a otros tres
compañeros. Todos integrantes de la Asociación de Vigilantes Privados de
Asturias (Avispa), de la que Fernández Cuesta es coordinador general. Todos
integrantes, a su vez, de la plantilla de seguridad del centro de internamiento
de Sograndio. «No hay 35 agentes para 35 internos, sino siete por turno, de los
que, además, solo cinco estamos a cargo de los internos. Un compañero está en
la puerta y, el otro, de refuerzo entre el centro terapéutico y los pisos».
Los
tres suman décadas de experiencia en el sector de la seguridad y los tres
tienen grado de experto en la atención a menores con problemas. «Son personas
que necesitan mucho apoyo. Ahora se ha hecho famoso el programa 'Hermano
mayor', en el que se ven los gritos que dan algunos a sus padres. Pues
Sograndio es 'Hermano mayor' las 24 horas del día».
Una
situación que requiere «mucha plantilla. Tanto de educadores como de
vigilantes, pero a nosotros nos han recortado». Desde que en diciembre el
Principado, titular del dispositivo, adjudicó a otra empresa la seguridad del
centro, «hemos perdido a cinco compañeros». Lo dicen porque se ha suprimido un
refuerzo por turno. «Lo que significa que estamos siete personas: una, en la
entrada; otra, en el módulo terapéutico; otras cuatro, cada una en una de las
plantas, de las que no nos podemos mover. El séptimo es el refuerzo, que tiene
que estar a todo».
Por
eso, se muestran rotundos a la hora de asegurar que «en Sograndio no hay
seguridad. No la adecuada. Cualquier día tenemos una desgracia y después, como
suele pasar, vendrán las lamentaciones. Pero ya no servirá de nada».