SUCESO DE AIRE CINEMATOGRÁFICO EN
LA CIUDAD
Asalto
al furgón blindado
Unos atracadores huyen tras un tiroteo con
los vigilantes del vehículo en Sant Martí después de intentar robar la
recaudación de un súper
Un delincuente resulta herido
de bala
Fuente:
elperiodico.com - VÍCTOR VARGAS LLAMAS / BARCELONA - MIÉRCOLES, 15 DE JULIO DEL
2015
¿Petardazos
tres semanas después de Sant Joan? Esa pregunta corrió como la polvora entre
los vecinos de la calle de Concili de Trento y alrededores al mediodía de ayer,
instantes después de escuchar varias e intensas detonaciones. Enseguida
despejaron la incógnita al comprobar que el estruendo se correspondía en
realidad con los disparos que intercambiaron los vigilantes de un furgón
blindado con unos atracadores que trataron en vano de apropiarse del botín.
Las
dudas también asaltaron a Sergio Angulo, que casi dudó si el impacto sonoro no
sería un logradísimo efecto especial del videojuego en cuya partida se
encontraba absorto. «En el balcón vi a un hombre vestido completamente de
negro, con gorra y gafas de sol forcejeando en el suelo con un vigilante de
seguridad. Parecían luchar por el control de un arma», comprobó desde su
inesperada atalaya.
Los
asaltantes esperaban la salida de los vigilantes con la recaudación del
supermercado Condis ubicado en la confluencia de Concili de Trento con Julián Besteiro.
El conductor del blindado, de la empresa Prosegur, aguardaba en el vehículo
mientras dos compañeros acudían a recoger la recaudación. A la salida del
establecimiento, uno de los dos atracadores se abalanzó sobre los vigilantes e
inició la pugna en el suelo con uno de ellos. «Un criminal estaba detrás del
kiosko que hay frente al supermercado y el otro ¡estaba sentado junto a mí y a
una amiga en el banco donde nos ponemos siempre!», explica una vecina. Dijo ver
a un atracador ocultar su escopeta en una gran caja de juguetes.
Rastro
de sangre
Un
asaltante resultó herido en el tiroteo con los vigilantes y huyó en dirección a
la Gran Via. En su trayecto, dejó restos de sangre apreciables en algunas de
las calles próximas. «La gente que lo vio marcharse dice que sangraba de un
brazo», explica María José Marín. Ni los vigilantes ni ningún vecino resultaron
heridos. El otro asaltante corrió hacia la calle de Perú. Alicia Pueyo, del
restaurante Ca La Estrella se enteró de que «algo no iba bien» al ver a los
clientes de la terraza agacharse y huir en sentido contrario.No se descarta que
haya algún miembro más aguardando en un vehículo para escapar, según fuentes
próximas a la investigación ,que indicaron que parece tratarse de individuos de
la Europa del Este.
Los
Mossos recuperaron una escopeta y una pistola de los atracadores, pero aún no
los han podido interceptar. Mientras, el barrio trata de recuperar la calma,
sobresaltados por el susto del asalto frustrado y el revuelo mediático. Los
tiroteos, mucho mejor en videoconsola.