Argentina gana lugar en el mundo como negocio para trasladar efectivo
POR LA EMISIÓN Y LA INFLACIÓN, YA ES UNA FUERTE FUENTE DE INGRESOS DE LAS
GRANDES TRANSPORTADORAS DE CAUDALES
Fuente:
ambito.com- Ignacio Olivera Doll
El fuerte
crecimiento de la cantidad de pesos y, especialmente, la mayor circulación del
dinero que se siente en una economía con alta inflación convirtieron a la
Argentina en el mercado más atractivo para las principales transportadoras de
caudales del mundo. Los dos principales jugadores que operan en el sistema
financiero local, la estadounidense Brinks y la española Prosegur, ya la hacen
asomar en sus reportes bursátiles: el crecimiento de los beneficios que
perciben en este país es lo que apuntala con más fuerza los negocios en la
región.
"No es tanto el tamaño de la masa de efectivo, porque nosotros no cobramos por volumen transportado. Es la enorme rotación que tiene el dinero en un país con alta inflación", aclaró a este diario el gerente de área de una de las compañías.
A través de la presentación del resultado del segundo trimestre de este año, Brinks ya advirtió que obtuvo sus "ganancias más altas en Argentina, México y Francia" (pero "menores en Brasil"), y que dentro de los mercados emergentes obtuvo beneficios de hasta un 20% "debido principalmente al crecimiento de Argentina".
Brinks gira los dividendos obtenidos en la Argentina a través de "métodos legales alternativos" (presumiblemente mediante el "contado con liqui") que lo obligan a pagar un tipo de cambio más alto. "El Gobierno argentino impuso límites al intercambio de pesos locales a dólares estadounidenses. Como resultado de ello, para repatriar dinero de Argentina hemos elegido en el pasado y podemos optar en el futuro utilizar métodos legales alternativos, que pueden resultar en tipos de cambio menos favorables", precisaron desde la empresa. La compañía estadounidense captó u$s 182 millones por sus negocios en Latinoamérica. Si bien éstos representan sólo un 10% de lo que obtiene a nivel global, en el último reporte se aclaró que durante el semestre hubo una "mejora en el beneficio operativo impulsada por Argentina".
En las utilidades de la compañía Prosegur, el país también gana protagonismo. Los resultados del "área Argentina" (que incluye también Paraguay y Uruguay) se dispararon un 51% desde la primera mitad de 2014 hasta el mismo período de este año, de los 304 millones de euros a los 461 millones de euros. Con este beneficio, el país ya superó a España en la relevancia que tiene como mercado para la empresa y está a poco de superar a Brasil (históricamente con mayores beneficios, y que en el mismo lapso reflejó una caída del 5% en los resultados). Perú, México y Chile, reportaron una mejora de entre el 11% y el 21%; y Colombia, una caída del 15,8% (ver infografía). La "gestión de efectivo" aporta la mitad de los ingresos que Prosegur obtiene en la región; mientras que, en Europa, ésta es sólo un tercio.
En la Argentina, el transporte de caudales se reparte hoy principalmente entre cinco grandes compañías: Prosegur, Brinks, Maco, Vigencia y Transplata. El jueves pasado, el directorio del Banco Central resolvió que, a partir de ahora, las transportadoras de caudales pasarán a formar parte de la órbita de compañías reguladas y deberán cumplir con una lista de exigencias. El objetivo es empezar a moderar las tarifas que cobran las transportadoras y que representan, cada vez más, una gran parte de los costos que deben soportar los bancos, en un país con exceso de circulante y billetes de baja denominación.
"No es tanto el tamaño de la masa de efectivo, porque nosotros no cobramos por volumen transportado. Es la enorme rotación que tiene el dinero en un país con alta inflación", aclaró a este diario el gerente de área de una de las compañías.
A través de la presentación del resultado del segundo trimestre de este año, Brinks ya advirtió que obtuvo sus "ganancias más altas en Argentina, México y Francia" (pero "menores en Brasil"), y que dentro de los mercados emergentes obtuvo beneficios de hasta un 20% "debido principalmente al crecimiento de Argentina".
Brinks gira los dividendos obtenidos en la Argentina a través de "métodos legales alternativos" (presumiblemente mediante el "contado con liqui") que lo obligan a pagar un tipo de cambio más alto. "El Gobierno argentino impuso límites al intercambio de pesos locales a dólares estadounidenses. Como resultado de ello, para repatriar dinero de Argentina hemos elegido en el pasado y podemos optar en el futuro utilizar métodos legales alternativos, que pueden resultar en tipos de cambio menos favorables", precisaron desde la empresa. La compañía estadounidense captó u$s 182 millones por sus negocios en Latinoamérica. Si bien éstos representan sólo un 10% de lo que obtiene a nivel global, en el último reporte se aclaró que durante el semestre hubo una "mejora en el beneficio operativo impulsada por Argentina".
En las utilidades de la compañía Prosegur, el país también gana protagonismo. Los resultados del "área Argentina" (que incluye también Paraguay y Uruguay) se dispararon un 51% desde la primera mitad de 2014 hasta el mismo período de este año, de los 304 millones de euros a los 461 millones de euros. Con este beneficio, el país ya superó a España en la relevancia que tiene como mercado para la empresa y está a poco de superar a Brasil (históricamente con mayores beneficios, y que en el mismo lapso reflejó una caída del 5% en los resultados). Perú, México y Chile, reportaron una mejora de entre el 11% y el 21%; y Colombia, una caída del 15,8% (ver infografía). La "gestión de efectivo" aporta la mitad de los ingresos que Prosegur obtiene en la región; mientras que, en Europa, ésta es sólo un tercio.
En la Argentina, el transporte de caudales se reparte hoy principalmente entre cinco grandes compañías: Prosegur, Brinks, Maco, Vigencia y Transplata. El jueves pasado, el directorio del Banco Central resolvió que, a partir de ahora, las transportadoras de caudales pasarán a formar parte de la órbita de compañías reguladas y deberán cumplir con una lista de exigencias. El objetivo es empezar a moderar las tarifas que cobran las transportadoras y que representan, cada vez más, una gran parte de los costos que deben soportar los bancos, en un país con exceso de circulante y billetes de baja denominación.