ATENTADOS EN PARÍS
Nabil,
de “sin papeles” a agente en la Gare du Nord
Nabil Belkacemi tiene 43 años
y cuenta a EL ESPAÑOL cómo pasó de no tener papeles a trabajar en la principal
estación ferroviaria gala.
Fuente:
elespanol.com - MARIANGELA PAONE / PARÍS - 17.11.2015
Están
por todos lados. En los pasillos de las estaciones de trenes, a las entradas de
los aeropuertos, en los correos, en los edificios públicos. Y son ellos los que
están en primera línea, cada día. De forma anónima. Son los miles de agentes de
seguridad privada que trabajan en la ciudad de París. La gran mayoría son
ciudadanos de origen extranjero. Magrebíes, subsaharianos, indios… Nabil
Belkacemi es uno de ellos. Tiene 43 años y aquí cuenta en primera persona cómo
pasó de no tener papeles a trabajar como agente de seguridad en la Gare du
Nord, la principal estación ferroviaria de Francia.
Nabil
Belkacemi, en la Place République. Mariangela Paone
"¿Por
qué los empleados de las empresas de seguridad privada somos, la gran mayoría,
gente de origen extranjero? La respuesta es muy sencilla: es un trabajo mal
pagado y peligroso. Estamos en lugares sensibles, estaciones, aeropuertos,
edificios públicos pero no tenemos la misma situación contractual de los policías,
ni la misma protección, ni los mismos medios.
No
podemos llevar armas. Aquí está prohibido llevar armas si no eres un policía o
un militar. Ni ellos, de hecho, pueden llevarlas fuera del horario de servicio.
Ayer en la televisión hablaban de esto ¿Hay que permitir que los agentes lleven
las armas a su casa? ¿Habrían podido hacer algo si hubieran estado allí con sus
armas al lado del Batalcan? Lo dudo."
VIGILANTES
INDEFENSOS
"Nos
hacen cursos de formación, cursos de seguridad, cursos de prácticas de reanimación,
cursos de intervención en casos de emergencia... En cambio, no nos forman para
atender a la gente o sobre cómo tratar con los jóvenes drogadictos o borrachos
que entran en la estación. Yo lo hago porque quiero. Me acerco a ellos, les
hablo, les hago entender que es mejor que se vayan antes de que llegue la
policía y tengan problemas. Yo no llamo a los agentes. Intento solucionar el
problema hablando.
Tampoco
estamos obligados a dar informaciones. Pero nos hacen poner un chaleco
fosforescente lo que nos expone más al riesgo. Abajo no tenemos un chaleco
antibalas. Pero nosotros también participamos en la defensa de esta democracia,
de este país... Cuando controlamos mochilas o maletas sabemos que si hay algo
puedo estallar junto con la maleta. Lo asumimos."
DISCRIMINACIÓN
LABORAL
"Porque
es tu trabajo. Tampoco es que muchos tengan alternativas. Es un trabajo para el
que no se requiere una especialización. No te piden títulos y por esto es la
primera salida para muchos. Yo tengo compañeros que son licenciados,
ingenieros, profesionales, pero al no ser franceses, al llegar aquí, no han
encontrado una opción mejor. Porque aquí en Francia los puestos mejores son
para los franceses.
El
salario medio es de 1.200-1300 euros al mes. Es poco dinero por la
responsabilidad que tenemos y es un trabajo cansado. Yo me he negado a trabajar
en la garita, allí parado, durante doce horas. Primero, porque es peligroso y
si alguien viene y me ataca yo no puedo hacer nada. Y, segundo, porque no se
puede trabajar así. Por esto me ha caído más que un aviso desde la empresa.
También porque me niego a llevar corbata."
SIN
VISADO A REINO UNIDO
"La
contradicción en lo que hacemos se ve en cosas como ésta: mira, ésta es mi
placa. Con esta puedo entrar por ejemplo en el Eurostar [el tren que une
Francia a Reino Unido] y nadie me para. En cambio, si como argelino quiero ir a
Londres, tengo que pedir un visado. No es normal.
Pero,
no, no hay riesgos. Los que nos metemos en empresas de seguridad estamos muy
controlados. Antes de darnos la placa tiene que llegar una autorización del
prefecto. Te controlan los antecedentes penales y si tienes alguna condena no
entras. Esto es así. Hay gente que ha tenido alguna denuncia por cuestiones
familiares y les han echado. La autorización se renueva cada cinco años.
Con mis
colegas hemos hablado muy poco de lo que ha pasado el viernes. Yo no tengo
miedo por lo que pueda pasar. Y ellos tampoco. ¿Y sabes por qué? Porque la
mayoría viene de países donde han vivido la guerra. Argelia, Congo..."
NUEVE
AÑOS SIN PAPELES
"Cuando
tuve los papeles decidí meterme en una empresa de seguridad para tener un
trabajo estable, un sueldo, una nómina que me permitiera alquilar un piso. Me
costó nueve años tener los papeles ¡Nueve años! ¿Mucho tiempo, verdad? Y me
buscaba la vida. Trabajaba como electricista, porque en Argelia no acabé los
estudios pero hice un curso de formación de electricista. Ganaba el doble
trabajando en negro antes de tener la residencia.
Llegué
en el año 2000 con un visado. Eran los años en los que Chirac decidió conceder
muchos visados a los argelinos [según las cifras oficiales fueron 57.000 en
1997, 83.000 en 1998, 147.000 en 1999, 178.000 en 2000 y 277.000 en 2001].
Sabían que la mitad de la gente se quedaría. Cuando llegué pedí el asilo
territorial, no el asilo político. Es decir que pedí asilo y protección porque
en mi país podría morir a manos de terroristas. Me lo denegaron.
Me uní
a los colectivos de 'sin papeles' y más tarde a otro que ayudaba a los jóvenes
sin techo. Siempre he sido militante. Por esto frecuento el Centro cultural
internacional que se encuentra cerca de la rue Charonne donde hicieron los
atentados. Por suerte ninguno de mis conocidos está entre las víctimas.
Para
trabajar aquí antes de tener papeles compré documentos falsos. Había desde 40
hasta 2.000 euros. Yo compré el más barato. Era muy fácil entonces. Y hoy
también se pueden conseguir en París documentos falsos. Con dinero se puede.
Con el documento que obtuve conseguí un contrato de trabajo en una empresa que
entonces gestionaba la red de Internet de París ¿Te imaginas? Sin papeles y en
un sitio en el que me pasaban por las manos muchas cosas.
Pero
esto ya ahora no sería posible. Desde hace tres años los empleadores tienen la
obligación de enviar el documento de identidad del empleado a la prefectura
para que controlen si es falso o no."
EL
RECUERDO DE ARGELIA
"Yo
trabajé en Argelia para el ejercito como agente de seguridad pero civil. Eran
los años de la guerra civil. Una guerra que no fue como la de Siria, porque no
había bombardeos en las ciudades, se luchaba fuera, en las montañas. Cuando
acabó la guerra si hubiera querido podía haber tenido un puesto como militar
pero no quería quedarme allí. Decidí dejar Argelia porque era un país militar,
no era un país democrático. No podía quedarme allí.
Soy de
origen bereber. Mi apellido da el nombre a algunas calles en mi país. Porque a
mi abuelo, Amer Belkacemi, que pertenecía al Frente Nacional de Liberación, le
torturaron y le ejecutaron los paracaidistas franceses en la batalla de Argelia
durante la guerra de Independencia. Es uno de los mártires de la independencia.
En mi familia tengo 35, entre la parte materna y paterna."
LA VIDA
EN FRANCIA
"En
Francia vivo bien. Durante unos meses se viene mi padre a visitarme y también
tengo a mi hermana aquí que es profesora de francés en un instituto de
formación profesional. El domingo ellos estaban en la Plaza de la República
cuando hubo la falsa alarma por un petardo. Mi hermana se asustó mucho. Ella es
atea, al igual que mi padre que no entiende porqué yo, en cambio, soy creyente.
Aunque no voy a menudo en las mezquitas. Prefiero rezar en casa.
Esta
noche creo que yo también iré a llevar flores y velas a Plaza de la República.
Y dejaré un mensaje. Algo así como 'con el coraje, venceremos'".