Un día más sin seguridad
Enfermeras del San Agustín alaban la profesionalidad de los
vigilantes y aseguran que sólo con su presencia evitan incidentes
Fuente: elcomercio.es - C. DEL RÍO AVILÉS -24 enero 2016
Mientras
sus compañeros levantaban la acampada y se concentraban durante media hora
frente a la puerta principal del Hospital San Agustín el viernes, el vigilante
de seguridad J. I. declaraba ante el juez como testigo por una agresión
ocurrida el 26 de octubre. Es la otra cara de un trabajo por el que llevan sin
pagarle cuatro meses (incluyendo la extra de Navidad) y sin visos de rápida
solución, por más que apremia el personal del centro sanitario y las centrales
sindicales. Sin su presencia, los trabajadores del hospital, especialmente el
personal de Enfermería, se siente desprotegido. «Solo con su presencia, los
vigilantes contienen agresiones. A nosotras no nos respetan», aseguran.
Los vigilantes reciben el respaldo de
trabajadores sanitarios y de vecinos y políticos. / MARIETA
La
enfermera Marta Arias, una de las que el viernes se sumó a la concentración,
confirma que las agresiones al personal han aumentado desde que los vigilantes
están en huelga. En las plantas es menos habitual, pero en Urgencias es más
notorio. Los pacientes llegan más irritados, muchos con dependencias,
desorientaciones o trastornos psíquicos que hacen que «se pongan bravos con el
personal».
Y
la situación es peor aún para las más jóvenes, totalmente desautorizadas por
algunos pacientes. Arias explica que la experiencia de la mayoría de ellas,
alguna con más de dos décadas en el centro, repercute en «mucha mano con los
pacientes», algunos ya viejos conocidos por enfermedades crónicas.
Cabrera:
«No se puede consentir que sigan así, ni que se time a los
trabajadores»Podemos: «El desamparo laboral es el resultado de una gestión negligente
de Presidencia»
«Los
vigilantes son muy rápidos, vienen en cuanto los llamas y durante estos meses
que han trabajado sin cobrar, y en los que su empresa cortó la línea de
teléfono, nos dejaban el suyo personal para avisarles de lo que fuera», explica
Pilar González, de Urgencias.
Este
es el servicio más conflictivo. En él tuvo lugar la agresión por la que J. I.
acaba de testificar. El protagonista fue un paciente con problemas
psiquiátricos que se resistía a marcharse del box periférico al recibir el
alta. «Cuando nos avisaron, el hombre estaba de espaldas. Lo llamamos por el
nombre y cuando se giró tenía una navaja», explica a este diario el vigilante
de seguridad.
Tuvieron
que reducirlo y, justo en ese momento, les notificaron que «algo extraño»
pasaba en consultas externas, hacia donde se dirigieron tras quitarle la
navaja. «Al regresar de consultas externas vimos que había un follón a la
entrada del hospital, con dos coches de la Policía Nacional y una UVI móvil, y
era el paciente anterior que portaba otra navaja, que seguramente tendría
escondida, y no dejaba de tirar piedras a los coches y a los agentes».
El
pasado mes de octubre, cuando ocurrió este episodio, J. I. y sus doce
compañeros cobraron la que sería su última nómina. Desde el miércoles pasado,
estos trabajadores de la empresa Seguridad Empresarial Navarra (SEN),
adjudicataria del servicio de vigilancia en el área sanitaria III, sostienen
una huelga indefinida y han dejado al hospital al albur de lo que pueda
ocurrir.
Con
todo, el peor trago es para los propios afectados, los trece trabajadores. La
empresa, en concurso de acreedores, les adeuda cerca de cinco mil euros y «en
sueldos de mil mensuales, eso no hay quien lo soporte», comenta Rubén López,
que trabaja en la Unidad de Tratamiento de Toxicómanos (UTT), en la calle de
Llano Ponte.
Salvo
uno, los restantes doce vigilantes están casados y tienen hijos. Su salario es,
además, el único que entra (o entraba) en el domicilio familiar. La situación
para la mayoría es insoportable. «La gente está muy fastidiada», por eso desde
nuestro sindicato se expiden unos bonos, en los que también contribuyen algunos
trabajadores del hospital, para aliviar la situación de las familias, explica
Rafael Bravo, secretario de negociación colectiva de Comisiones Obreras.
Hoy
ya son 85 días sin cobrar y mañana lunes serán 86. El tiempo corre y la
solución no llega. Los trabajadores no se explican por qué la empresa no se
liberó del servicio cuando el Principado se lo ofreció. Seguridad Empresarial
Navarra ganó el concurso público en junio al presentar una oferta de 337.411,14
euros, IVA excluido, por un año de contrato. Su oferta fue más baja que el
presupuesto base de licitación.
Visitas a la acampada
Los
trabajadores acampados recibieron ayer la visita del diputado de Podemos
Asturias, Andrés Vilanova, que estuvo acompañado por la concejala avilesina
Yolanda Suárez. Ambos charlaron con los afectados y les hicieron saber que
preguntarán al consejero de Presidencia por el caso para que «explique por qué
se liquidan de forma consciente estos servicios permitiendo bajas temerarias en
los concursos que gestionan y que podrían evitarse». Además, los representantes
de Podemos inciden en que «el desamparo laboral y el descubierto del servicio
de seguridad del San Agustín son el resultado de una gestión deliberadamente
negligente por parte de la Consejería de Presidencia».
A
lo largo de la mañana también visitó a los vigilantes Antonio Cabrera, en
nombre de la Federación de Asociación de Vecinos, que insistió en que «no se
puede consentir que la gente esté así ni que se les time» y por ello pidió que
«el Ayuntamiento y la gerencia del hospital presionen para solucionar el
problema».