Melilla
suspendió concursos públicos de vigilancia para perpetrar la “contratación
ilegal” con Eulen
Fuente:
luzdemelilla.es - Javier García Angosto – 24 Febrero 2016
La
Ciudad Autónoma de Melilla suspendió varios concursos públicos para adjudicar a
Eulen la seguridad privada municipal con el objetivo de beneficiar a la
mercantil y “seguir con el fraccionamiento fraudulento de servicios mediante
los contratos menores”. Así lo asegura la Guardia Civil que investiga la
‘operación Tosca’. Además, el Instituto Armado detalla que las licitaciones
públicas eran suspendidas cuando peligraba la adjudicación a esta empresa y
detalla la redacción de pliegos a su medida.
Funcionarios
y cargos públicos de la Ciudad Autónoma de Melilla perpetraron la “contratación
ilegal” de Eulen mediante “argucias deliberadas” en el seno de la Consejería de
Seguridad Ciudadana. Así lo asegura la Unidad Central Operativa de la Guardia
Civil que investiga la ‘operación Tosca’.
La
Guardia Civil concluye que los hechos encajan en los presuntos delitos de
prevaricación y fraude. Los investigadores apuntan principalmente como
responsables al director general de Seguridad Ciudadana, Gregorio Castillo,
detenido en febrero de 2015, y a dos secretarias técnicas de la Consejería.
Retrasos
en los contratos para seguir pagando a Eulen
La
Administración local buscó en primer lugar retrasar todo lo posible los
concursos públicos, durante años, para seguir pagando a Eulen con el
“fraccionamiento fraudulento de los servicios” mediante contratos menores.
Seguridad Ciudadana suspendió hasta tres licitaciones para adjudicar a Eulen
los servicios de vigilancia de dependencias municipales con actos administrativos
“anómalos, inverosímiles y anormalmente contradictorios”, según consta en el
sumario.
El
Gobierno del Partido Popular de Melilla suspendió los concursos públicos con
“intencionalidad dolosa” cuando podía estar en peligro la adjudicación de los
contratos a Eulen al presentarse otras empresas del sector. La Guardia Civil
afirma con “absoluta rotundidad” que los concursos se suspendieron siempre que
Eulen competía con otras empresas líderes del sector.
"Perfeccionar"
los pliegos de licitación
En cada
suspensión de los concursos Seguridad Ciudadana aprovechaba para “perfeccionar”
los pliegos de la licitación para que los criterios subjetivos, o juicios de
valor, pesaran más que los criterios objetivos “ejerciéndose de esa manera un
control total en la adjudicación del contrato”.
Por si
no fuera suficiente, el Ejecutivo local incluyó en los pliegos condiciones
“arbitrarias y discriminatorias” para que ninguna empresa pudiera competir
contra Eulen en los concursos.
De esta
manera, mediante el amaño de concursos públicos, la Ciudad Autónoma dejó el
fraccionamiento ilegal de contratos menores.