El juez rechaza anular la
causa como habían pedido los acusados
Fuente: diariojaen.es - RAFAEL ABOLAFIA | 02/11/2016
Los dos
vigilantes de seguridad del Hospital Médico-Quirúrgico de Jaén acusados de
robar medicinas de almacenadas en la farmacia del centro sanitario tendrán que
sentarse en el banquillo. Junto a ellos también estará el dueño de un gimnasio
al que, presuntamente, les revendían esos medicamentos que, después, repartía
entre algunos de sus clientes como productos dopantes. Así lo ha decidido el
magistrado Miguel Sánchez-Gasca, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de
Jaén, que ha dictado contra ellos el auto de procedimiento abreviado por
delitos de robo con fuerza, salud pública y receptación.
Y es su
señoría ha rechazado la petición de anular todo el procedimiento planteada por
la defensa de los vigilantes de seguridad. Hay que recordar que el caso se
destapó a mediados de noviembre de 2015, cuando la Dirección del Hospital echó
en falta una importante cantidad de fármacos después de realizar un inventario
en la Farmacia del centro. Por ello, contrató a un detective y se decidió
colocar cámaras de seguridad en el interior de ese recinto. Esas cámaras
captaron como los vigilantes accedían al interior y se llevaban los
medicamentos dopantes y es la principal prueba de cargo existente contra ellos.
Sin embargo, los acusados entienden que esas grabaciones fueron ilegales, ya que
se incumplió la normativa que obliga a advertir a los trabajadores de la
colocación de estos dispositivos.
El juez
no lo entiende así. “Es dudoso que esa ley afecte a los vigilantes”, razona el
magistrado Sánchez-Gasca en su último auto sobre este caso. “Estos no trabajan
en la farmacia, sino que solamente tienen como funciones el abrir y cerrar la
puerta de esas dependencias, no entrar en ellas. Por ello, la filmación de
imágenes no invade el espacio restringido y reservado para intimidad de estos
vigilantes”, sostiene su señoría.
Por
todo ello, decreta la apertura de procedimiento abreviado contra Juan José C.
R. y Antonio S. G., además de contra el dueño del gimnasio, Manuel P. P. A los
tres se les acusa del delito contra la salud pública, mientras que a los
vigilantes se les imputa robo con fuerza y al tercer inculpado, receptación.
El auto
del juez recoge que la supuesta sustracción de casi 2.500 unidades de diversos
medicamentos anabolizantes, utilizados en tratamientos para pacientes
oncológicos. Sin embargo, se trata de fármacos que también tienen cualidades
dopantes y que son muy apreciados en el mercado negro. El magistrado no
cuantifica el valor de estas medicinas, aunque la Policía aseguró que costaban
unos 20.000 euros. Lo que sí reveló este caso es la falta de control existente
en la Farmacia del Hospital. Y es que los investigadores hallaron en el
gimnasio fármacos cuya desaparición no fue denunciada inicialmente. A partir de
ahora, las partes ya pueden presentar sus correspondientes escritos de
acusación y defensa.