La
agresión se produjo la tarde del 26 de septiembre de 2015 en Vía Alemania,
cuando el perjudicado negó la entrada al acusado porque iba muy bebido
Fuente: diariodemallorca.es/B. Palau. Palma 02.06.2017
La Audiencia de Palma ha confirmado la condena de
tres meses de prisión y una multa de un mes con una cuota diaria de seis euros
para un hombre que propinó una patada en la rodilla a un vigilante de seguridad
de los juzgados de Vía Alemania. El sospechoso quería entrar a toda costa en el
edificio judicial pero el perjudicado se lo impidió porque se hallaba bebido.
Al negarle el acceso, se revolvió contra el vigilante mostrando una actitud
despectiva hasta que le agredió.
El tribunal de la sección segunda ha ratificado
íntegramente la sentencia del juzgado de lo penal número 7 de Palma, que
condenó al acusado como responsable de un delito de resistencia a agente de la
autoridad y de un delito leve de lesiones. Además, apreció la circunstancia
atenuante de embriaguez.
Según se declara probado, los hechos ocurrieron
sobre las cuatro y media de la tarde del pasado 26 de septiembre de 2015 cuando
el encausado, de 56 años, se dirigió a los juzgados de Vía Alemania de Palma
manifestando su intención de interponer una denuncia, si bien el vigilante de
seguridad que se encontraba en el lugar realizando labores de control de
acceso, al observar que el hombre se hallaba bajo la influencia de bebidas
alcohólicas, le indicó que en ese estado no podía entrar. Así, le dijo que
regresara cuando estuviera mejor y que fuera a la Policía a interponer la
denuncia. El sospechoso aceptó la indicación y abandonó el lugar.
Sin embargo, horas después, sobre las ocho de la
tarde, el ciudadano regresó e insistió en acceder al juzgado de guardia de
Palma. De nuevo, el vigilante de seguridad le negó la entrada, por lo que este
manifestó su intención de entrar a toda costa. Así, llegó a sobrepasar el
control de seguridad, pero fue interceptado por el vigilante mientras gritaba
"por mis huevos tengo que hablar con el juez". Luego, se revolvió, se
encaró con la víctima y tuvo que ser reducido por esta, quien pidió auxilio a
un guardia civil que en esos momentos custodiaba a los detenidos.
Entre el vigilante y el guardia civil trataron de
acompañarle al exterior del edificio, si bien el acusado continuaba encarándose,
mostrando una actitud despectiva y violenta, hasta que en un momento dado
propinó una patada en la rodilla izquierda al vigilante. Acto seguido, huyó a
toda prisa en dirección a las Avenidas, pero fue interceptado y reducido por el
perjudicado y el agente.
A consecuencia de la agresión, el vigilante, que
renunció a cualquier indemnización, sufrió una contusión en la rodilla que
precisó de una primera asistencia facultativa y tardó siete días en curar.