SEGURIDAD PRIVADA
El
comprador israelí abandona a Segur Ibérica y deja en el aire 1.000 empleos
La falta de transparencia
podría haber sido el motivo de que I-Sec rechace quedarse con la empresa de
seguridad, aún en disposición de grandes contratos en Metro de Madrid, Renfe,
Telefónica o la Embajada de Estados Unidos.
Fuente:
vozpopuli.com - 22.06.2017
La
falta de transparencia sobre las cuentas de la empresa parece haber sido el
motivo por el que el I-Sec Technologies, empresa de defensa israelí con
intereses en aeroespacial, naval, electrónica o logística, ha decidido dar
marcha atrás en la compra de las divisiones de Segur Ibérica que restaban por
vender, una serie de contratos que englobaban importantes clientes como Metro
de Madrid, Renfe, Telefónica o la Embajada de Estados Unidos y que actualmente
dan trabajo a unas 1.000 personas cuyo futuro queda en el aire.
En
concurso desde el 22 de diciembre, este miércoles se dio a conocer un documento
del administrador PwC donde se indicaba que "I-Sec, quien había realizado
una oferta por las Unidades Productivas de vigilancia y seguridad de Segur
Ibérica, S.A. y por la de servicios auxiliares de Consorcio de Servicios, S.A.,
informó de que se retiraba del proceso de compra de tales Unidades
Productivas". Por tanto, se veía "en la obligación de iniciar la
siguiente fase del procedimiento de liquidación todo ello conforme al plan de
liquidación aprobado el pasado 24 de abril de 2017 por el Juzgado de lo Mercantil
nº3 de Madrid".
¿Qué
pasará entonces con los contratos que aún sigue realizando Segur Ibérica? Los
sindicatos aún tienen pendiente reunirse con el administrador para ver qué
opciones hay y evitar si es posible "la presentación de los contratos a la
resolución judicial por parte del Juez del Concurso". PwC buscará
subrogaciones de contratos con otros proveedores de servicios que elijan los
propios clientes, para que haya una continuidad en los servicios.
Declive
por nula rentabilidad
El
pasado marzo, se publicaba en el BOE la liquidación de la compañía de seguridad
decretada por un juzgado mercantil de Madrid y se enfilaba el camino a la venta
por partes de la compañía, que llegó a ser la segunda empresa del sector por
facturación pero que llevaba mucho tiempo en el disparadero, atenazada por
falta de rentabilidad. El pasado verano circularon documentos judiciales que
hablaban de que la compañía había sido embargada por un juzgado, y desde
entonces todo han sido malas noticias en un grupo que empleaba a 7.000 personas,
la mayoría de las cuales han conseguido ser subrogadas a otras empresas que
adquirieron sus contratos.
Controlada
en su capital por los fondos de capital riesgo MCH Private Equity y Corpfin,Los
fondos propios de la compañía han ido desapareciendo desde el año 2010, en que
alcanzaron sus máximos. Así, de los 66 millones de euros que se lograron en
dicho año pasaron a 44 millones en 2011, 37 millones en 2014 y 28 en 2015. Pero
curiosamente la cifra de negocio apenas ha caído en la crisis, manteniéndose
muy próxima a los 170 millones de euros desde el año 2008. De igual modo, los
gastos en personal, también bastante estables, no superaron los 160 millones de
euros en 2015 mientras la facturación era 9 millones de euros superior.