INFRAESTRUCTURAS
Las
colas en el aeropuerto amenazan con prolongarse
- Los trabajadores de los controles de seguridad de El Prat piden la implicación de Aena en la gestión del conflicto laboral
Fuente:
lavanguardia.com - DAVID GUERRERO, Barcelona - 26/07/2017
Las
colas en los controles de seguridad del aeropuerto de El Prat tienen visos de
convertirse en un calvario por el que deberán pasar todas aquellas personas que
viajen durante los próximos días. Aunque no hay cómputo oficial, ya se cuentan
por centenares los pasajeros que han experimentado la amarga sensación de mirar
el reloj y ver cómo sale su avión mientras ellos se encuentran todavía
esperando para acceder a la zona de embarque. Los que vayan con el tiempo justo
en los próximos días se exponen a ello.
El
momento crítico del segundo día consecutivo de colas en los filtros de
seguridad tuvo lugar a primera hora de la mañana en la terminal 1. Algunos
pasajeros aguardaron más de una hora hasta superar los controles antes de las
seis de la mañana, cuando aún no estaban los diez arcos de seguridad
habilitados. A esa hora se registró el máximo tiempo de espera, que Aena reduce
a 50 minutos. A medida que avanzaba el día se fue reduciendo, aunque a las once
se volvió a producir un pico de pasajeros importante. El acceso al puente aéreo
tampoco se escapó de las incómodas demoras. Pese a todo, no se igualaron en
ningún momento los tiempos de espera cercanos a las dos horas del lunes, cuando
estalló la nueva crisis veraniega en el aeropuerto.
Las
colas en los filtros de seguridad han llegado para quedarse hasta que se
solucione el conflicto laboral entre los trabajadores y la empresa
concesionaria del servicio, el grupo Eulen. Empresa y trabajadores se citaron
ayer en la mesa de mediación del Departament de Treball de la Generalitat con
posiciones de partida muy alejadas. Los representantes del personal dicen que
no tienen nada que hablar con la compañía si Aena no está en la mesa
participando en las conversaciones. Consideran que el gestor aeroportuario debe
implicarse como “responsable final” de la situación. De hecho, los trabajadores
dijeron que no volverán a sentarse a negociar con nadie si no hay ningún
miembro del ente público en la mesa.
El
personal está harto de sufrir la falta de personal que se traduce en jornadas
de más de 14 horas seguidas, sin tener tiempo ni para ir al lavabo e incapaces
de garantizar un buen control de los equipajes de mano por el incremento de
pasajeros que deben afrontar. Desde el lunes lo que están haciendo es cumplir
estrictamente lo acordado, una huelga de celo que se traduce en controles más
lentos que se alejan de los diez minutos de espera máxima habituales. Fuentes
del Sindicato Profesional de Seguridad Privada (SPS) aseguran que “los
trabajadores están recibiendo amenazas y presiones por parte de la empresa para
que desistan” pero apuntan que continuarán con el cumplimiento estricto del
contrato “hasta que no se incorpore a más gente y se les dé la formación
necesaria”. Calculan que es necesaria la contratación de entre 50 y 60 agentes
de seguridad privada para dar una correcta prestación del servicio.
El
mejor consejo hasta que se solucione el conflicto ya lo están enviando las
aerolíneas a los pasajeros que tienen vuelos reservados: vayan con tiempo al aeropuerto,
especialmente si su avión sale a primera hora de la mañana.
La
situación se puede complicar más todavía a partir del 4 de agosto, para cuando
hay convocada una huelga indefinida con cuatro paros parciales de una hora cada
lunes, viernes y domingo en las horas de mayor número de operaciones en El
Prat. La dirección de Eulen, por su parte, ha pedido que se dicten servicios
mínimos del 95%, un porcentaje que lo único que impediría es que no empeorase
más la situación. Los trabajadores replican que actualmente se aplican al 100%
“en lugar del 200% al que trabajaban hasta la semana pasada”.