El dinero de todos
El
conflicto de El Prat cuestiona los concursos públicos a precio de derribo
- Las partes han logrado arrancar de Aena el compromiso de que respetará los términos acordados mediante la mediación en sus futuras contrataciones
- El Comité de empresa de Eulen, los sindicatos y hasta la patronal han lanzado críticas a la empresa semipública por su política de "atornillar" a las subcontratas para bajar costos
- "La oferta de Eulen fue un 2% más baja: no puede justificar una modificación de las condiciones laborales", se defiende la empresa
Fuente:
eldiario.es - Arturo Puente / Marina Estévez Torreblanca - 09/08/2017
A falta
de que los trabajadores digan su última palabra, este martes se cerró un
preacuerdo que encarrilaría por fin el conflicto laboral que los empleados de
Eulen han protagonizado en el aeropuerto del Prat. Pero entre las cuatro paredes
en las que el Comité de empresa, Eulen, Aena y Generalitat hilvanaron el
borrador del pacto no solo había una posible victoria laboral nacida de la
huelga, sino que además se ponía en entredicho todo un modelo de
subcontrataciones a la baja que Aena, el gran operador aéreo español, ha
convertido en política de empresa.
En la
última reunión, las partes también lograron arrancar a la directora del
aeropuerto, Sonia Corrochano, un compromiso por el que Aena asegura que en las
próximas licitaciones del servicio de seguridad se mantendrán las condiciones
surgidas de aquella negociación.
Ese
compromiso era uno de los grandes objetivos perseguidos por los negociadores
del comité de empresa, conscientes de que, sin eso, cualquier acuerdo con Eulen
era pan para hoy y hambre para mañana. Pero también era importante para la
propia Eulen. La empresa de seguridad privada tiene en El Prat un margen de
beneficio que fuentes de la negociación calculan entre el 7% y el 8%. Demasiado
estrecho como para absorber el aumento salarial y de contratación.
"Ahora
será Aena y Eulen quienes tengan que negociar cómo lo hacen", explica el
secretario general del departament de Treball de la Generalitat, Josep Ginesta,
quien ha sido muñidor del acuerdo. "Técnicamente podría hacerse una
modificación de urgencia del contrato, o bien resolviéndolo y haciendo otro.
También podría ocurrir que entre ellas no haya acuerdo y que Eulen prefiera
abandonar el contrato".
Lo que
para Ginesta queda claro es que la licitación de Aena no estaba bien hecha.
Prueba de ello es que las condiciones del contrato con el que Eulen accedió al
servicio apenas han aguantado un año en pie.
"Atornillar"
a las subcontratas
Fuentes
de Aena consideran que no será necesario hacer cambios en el contrato, ya que
la última modificación es de junio pasado. "Aena ha realizado
recientemente una ampliación del contrato actual para mantener los niveles de
calidad con el incremento de actividad", indican. El incremento es de
425.000 euros que, sumados a los 23.141.290 euros iniciales por los que se
adjudicó el contrato, todavía están por debajo los 23.635.968 por los que Aena
sacó inicialmente la licitación.
Concursos
a la baja como el de Aena con Eulen en El Prat son una práctica cada vez más
habitual en el sector público, relacionados con los recortes de los últimos
años, y suscitan duras críticas por parte de la mayoría de agentes económicos,
no solo de los laborales. Una de las voces que se ha intervenido en el debate
ha sido el vicepresidente ejecutivo de la patronal turística Exceltur, José
Luis Zoreda, que esta semana lanzó críticas a Aena por "atornillar"
en exceso a las subcontratas con contratos que calificó de "sumamente bajistas".
Según denunció Zoreda, la empresa aeroportuaria ha optado por subcontratar
servicios a costa de personal propio y ha adjudicado con contraprestaciones
económicas tan bajas que resulta difícil mantener la calidad del servicio.
La
compañía rebate estas afirmaciones asegurando que la diferencia del 2% en la
oferta de Eulen respecto a la de Prosegur "no puede justificar una
modificación de las condiciones laborales". Según explican fuentes de la
empresa, "en este tipo de concursos Aena exige una solvencia técnica muy alta,
es decir, que sean empresas que cumplen criterios de experiencia y amplio
conocimiento de lo que es la seguridad aeroportuaria. Una vez que esa solvencia
está demostrada, se adjudica a la oferta más económica".
Sin
embargo, uno de los cambios sustanciales entre la licitación ganada por Eulen y
la anterior de Prosegur es que en la nueva se dejaba a merced de la empresa
adjudicataria asuntos como la organización de los turnos o el personal en los
filtros, lo que da márgenes a las subcontratas para rebajar los costes.
Críticas
sindicales a las licitaciones a la baja
Según
CCOO, los concursos por precio, sin tener en cuenta "unos mínimos de
respeto a los convenios colectivos" suponen una "verdadera lacra para
los sectores que dependen de las licitaciones públicas". Seguridad
privada, auxiliares, o contratas de limpieza están entre las más afectados.
El
secretario de acción sindical de CCOO en Construcción y Servicios, Daniel
Barragán, explica que "se ha convertido en algo habitual que se liciten
concursos a la baja y que se acaben adjudicando a empresas que ya de inicio se
sabe que no van a cumplir los mínimos legales", lo que se materializa en
"descuelgues salariales, convenios de empresa firmados a la baja y un
largo etcétera".
Barragán
apunta que uno de los problemas clave en esta materia es que muchas veces son
las propias Administraciones Públicas las que adjudican contratos siguiendo
estos parámetros de precio: "Ni cláusulas sociales, ni calidad". Como
consecuencia directa, se ven afectados no sólo los trabajadores sino, en última
instancia, los usuarios y ciudadanos en general que ven cómo estos servicios no
se realizan con la calidad adecuada.
Para
Moisés Torres, secretario de Servicios a la Ciudadanía de UGT, se trata del
"cáncer del sector público". "Se rebaja entre un 40% y un 50% el
precio de las licitaciones respecto al precio anterior. Esto genera conflictos
laborales constantes y al final es el ciudadano el que sufre las
consecuencias". Sobre las modificaciones que supondrá la nueva Ley de Contratación
Pública, confiesa que "duda mucho" de que sirva para resolver los
problemas surgidos en este ámbito.
La Ley
de Contratación Pública, en el Senado
En
estos momentos se encuentra en tramitación en el Senado una nueva Ley de
Contratación Pública. Esta norma supuestamente servirá para abrir a las pymes
la posibilidad de acceder a licitaciones que hasta ahora están limitadas a las
grandes empresas contratistas y debería elevar la puntuación de los criterios
de especialización y calidad frente a los meramente económicos.
El
diputado de En Comú Podem en el Congreso, Josep Vendrell, explica que, pese a
la oposición inicial de su grupo a la ley, la norma recoge algunos avances,
razón por la que finalmente se abstuvieron en ese trámite. "La valoración
única de menor precio era temeraria, y ahora se introducirá una relación entre
calidad y precio. Por ejemplo, la ley se refiere específicamente a la seguridad
privada", explica el diputado.
Con
esta nueva ley se podrán incluir también criterios de carácter social, de
conciliación, contratación de mujeres o un menor número de contratos precarios
en la empresa. "Una cosa en la que insistimos mucho es que el
incumplimiento de los convenios colectivos supusiese la resolución del
contrato", asegura el diputado catalán. Pese a esto señala a otro factor
determinante en el auge de los contratos a la baja: que Aena es una empresa
semiprivatizada. "Ahora ya no deben rendir cuentas al Congreso, sino a los
accionistas, y eso acaba repercutiendo en la parte mas débil".