Así se atrapó al ultra que dejó tuerto a un vigilante: asientos vacíos y camiseta Mala Vita
Los agentes de los Servicios
de Información de la Policía rastrearon los 400 asientos que los socios habían
dejado vacíos en el partido y visualizaron las cámaras para encontrar al
agresor
Fuente:
EL CONFIDENCIAL- Roberto R. Ballesteros/10.12.2017
El
joven Israel M. C., socio del Atlético de Madrid, pretendía acceder al moderno
estadio Wanda Metropolitano el pasado sábado 18 de noviembre, pero el partido
entre el club rojiblanco y el Real Madrid ya había comenzado, por lo que los
encargados habían cerrado los tornos de acceso a la instalación.
El aficionado,
de 27 años, sin embargo, no se conformó con las explicaciones que le ofreció un
vigilante de seguridad que custodiaba la puerta por la que él pretendía entrar.
Después
de una fuerte discusión, Israel decidió arremeter con violencia contra el
profesional. Le propinó un fuerte puñetazo en la parte izquierda de la cara y
lo tumbó. El golpe provocó que la víctima tuviera que ser asistida en un primer
momento por los servicios de emergencias desplazados hasta el estadio.
Sin
embargo, la gravedad de la lesión aconsejó su traslado al hospital, donde fue
intervenirlo quirúrgicamente en el ojo izquierdo. Los médicos que le atendieron
no tuvieron más remedio que extraerle el globo ocular, lo que le dejó tuerto.
Detenido
el agresor de un vigilante del Wanda que perdió un ojo durante el derbi
El
suceso ocurrió durante el derbi, minutos antes de la finalización del partido,
cuando el ahora detenido trató de entrar por uno de los accesos que custodiaba
el vigilante
El
agresor huyó de la zona a la carrera, por lo que se enfrentará presumiblemente
a un delito de lesiones graves, dado el alcance del golpe.
Agentes de la Brigada
Provincial de Información de Madrid de la Policía Nacional, sin embargo,
siguieron su rastro y dieron con él apenas dos semanas después. Comenzaron la
investigación con los pocos datos que tenían. Los testigos habían observado que
el asaltante llevaba una sudadera con las palabras Mala Vita, el nombre de una
de las facciones más radicales del Frente Atlético, e informaron de que el
agresor era socio del club.
Los
agentes se pusieron en contacto con el club y consiguieron la lista de los
alrededor de 400 abonados que ese día no habían hecho uso de su condición de
socio para acceder al estadio. Es decir, que había 400 asientos vacíos y había
que rastrear uno por uno para ver si sus propietarios coincidían con la
descripción dada por los testigos.
Al mismo tiempo, los agentes visualizaron
las cámaras de la instalación deportiva, sobre todo las que apuntan a la zona
en la que se había producido el ataque, con el fin de tratar de identificar al
hombre con la mencionada camiseta.
Días
después, dieron con Israel y consiguieron detenerlo. A pesar de su vinculación
con el Frente Atlético, un grupo oficialmente expulsado del estadio del
Atlético de Madrid tras el asesinato hace tres años de un ultra del Deportivo
de La Coruña, el agresor había logrado permanecer hasta ahora en un discreto
segundo plano para la Policía. Los propios agentes le atribuyen ser el autor
del puñetazo que provocó la pérdida del ojo izquierdo del vigilante de
seguridad y presentaron un informe al respecto al juzgado que coordina la
investigación.
En el procedimiento judicial, según ha podido saber El
Confidencial, tiene previsto personarse también como acusación la Liga de
Fútbol Profesional. La decisión se oficializará en los próximos días.