Los agentes actúan de oficio ante la violencia
de género a turistas
La inmensa mayoría de las víctimas no quieren denunciar a sus
agresores y en los juzgados se detecta un aumento de los casos, sobre todo con
varones de entre 25 y 50 años.
Personal de los juzgados especializados detecta cada
vez más casos de violencia de género entre personas de otras nacionalidades
durante sus vacaciones en las zonas turísticas del Archipiélago, según fuentes
del Ministerio Público, aunque en las estadísticas oficiales no se diferencian
estos delitos de los protagonizados por residentes.
El elevado consumo de alcohol o sustancias
estupefacientes suele estar detrás de buena parte de estas situaciones. Dichos
asuntos ocupan una parte significativa del trabajo de los funcionarios de los
órganos judiciales.
Según explica un funcionario que trabaja
directamente con estos procesos, la inmensa mayoría de las víctimas no quiere
interponer denuncia contra su agresor.
Ante esta circunstancia, los procedimientos
continúan adelante por que los agentes de las fuerzas de seguridad que
intervienen con las afectadas actúan de oficio. Este comportamiento también se
percibe con mucha frecuencia entre las mujeres agredidas que residen en las
islas.
Los policías locales, agentes de la Policía Nacional
o miembros de la Guardia Civil detectan estos episodios gracias a las llamadas
realizadas por vigilantes de seguridad o personal de recepción de los complejos
alojativos, que son testigos directos de los delitos o escuchan los gritos de
las afectadas.
La intervención con estos asuntos varía en función
de las épocas del año. Hay periodos en los que, por ejemplo, en la zona
turística del Sur de Tenerife pueden llegar a los juzgados hasta tres episodios
de violencia machista en un único día.
Estos procesos se resuelven casi siempre mediante
juicios rápidos, tanto por la naturaleza de los delitos como por el hecho de
que el agresor y la afectada deben regresar a sus países de origen.
En ese sentido, fuentes judiciales comentan que los
implicados no suelen viajar antes de la celebración de la vista.
Generalmente, los autores de la infracción penal
suelen conformarse con la sentencia que se les impone.
La edad media de los autores de los ataques
machistas ronda entre los 25 y los 45 o 50 años.
En la mayoría de las ocasiones, en el proceso de
toma de declaración suele ser suficiente con los intérpretes que ya trabajan en
los juzgados. Sin embargo, en otras ocasiones se requiere de colaboradores
externos para este trámite, por ejemplo, si la víctima y el agresor son de
origen ruso.