Después del plantón de Falcon a Aproser y las
posibles implicaciones de su descuelgue, salir ahí fuera y respirar el ambiente sectorial resulta más y más
penoso. Nadie duda ya que, a golpe de descuelgue, no se reduce el riesgo de quiebra,
ni se mantienen los puestos de trabajo, si no que, por el contrario, SÓLO se
multiplica la desconfianza entre las plantillas de vigilantes y los beneficios
de unos cuantos.
Cierto es que, hoy por hoy, es
difícil toparse con un colectivo sin
queja, o con una profesión con futuro, o con alguna iniciativa por la que
empecemos a creer que el final de la crisis está cerca. En este
escenario, es decir, con el sector patas arriba, se cuentan con los dedos las empresas que son capaces de asomar la cabeza
por las rendijas de la crisis, y algunas de ellas, posiblemente, a costa de
emplear métodos no muy ortodoxos…Veamos.
1) tiene
el dudoso honor de haber sido una de las primeras empresas en presentar una
propuesta de “desvinculación económica del convenio colectivo” (para que nos
entendamos, descuelgue salarial), con 0% de incremento salarial para el 2012,
jornada de 1782 hrs anuales y otras
ocurrencias por el estilo que podéis consultar en nuestro blog,
2) acumula
impagos salariales a los vigilantes de los hospitales de Ciudad Real (nomina de
marzo y paga extra de beneficios),
3) ha
reinventado el “despido relámpago” despidiendo hasta el 40% de los vigilantes
de la Universidad de Castilla – La Mancha
4) ha
presentado ERE temporal en Valladolid
Esta misma empresa, sin
embargo, y basándonos en fuentes fidedignas, - unas declaraciones de su
consejero delegado, Miguel Calvo Calleja (pág. 11, Revista Seguritecnia, Mayo
2012)- ha “facturado un 20% más que en 2011 y crece en todas las líneas de su
negocio” alcanzando unas ventas consolidadas de 180 millones de euros… ¿¿¿???¿Entonces,
en qué quedó la previsión de pérdida de facturación que motivaba el descuelgue?.
Ahí está el quid de la cuestión.
Pero, hay más recochineo... El
consejero delegado se “chulea de resultados”: son tan “buenos gestores” que han
sabido adaptarse a los clientes, han iniciado un proceso de crecimiento territorial en Galicia
y Aragón, han desarrollado una política de selección de clientes con buena
calificación de riesgo (o sea, clientes
que pagan. Una lástima que no exista esta opción para los vigilantes y se pueda
elegir empresas que paguen) y han optimizado los costes (ahí sí que le han dado, mira como rebajan los costes salariales), etc.…Un
escándalo en toda regla que tendrá consecuencias. O, si no, al tiempo. Si el
negocio está en el descuelgue ¿quién es el empresario que se resistirá?
No
siendo expertos economistas,
ni nada que se le parezca, el sentido común –el menos común de los sentidos,
dicho sea de paso- nos dice que, a pesar de los números, morder la mano que te
da de comer, o lo que es lo mismo, desconocer el valor del trabajo de los
vigilantes, nunca ha sido una estrategia inteligente. Después de todo, es lo
que vendes y el salario, quieras que sí
o quieras que no, está relacionado con la calidad del trabajo de tu plantilla…
Pero, está claro que, para
algunos, la crisis es argumento suficiente como para no menear el tema en tanto no escampe y para otros, la oportunidad de hacerse
rico, rico pero, sin fundamento, no como dice Arguiñano .
Por
ahora, perjudicados, perjudicados, los de siempre. Ya se sabe que hace tiempo que las cloacas dejaron de estar
en el subsuelo…ahora suben hasta las plantas nobles de algunas empresas y
grupos empresariales. Por eso apestan.