“Ahora sí que nos vamos a cag..r” es la
frase que sale siempre a colación en
cualquier conversación sobre el Convenio de Empresa de Seguriber presidida por
Mónica de Oriol. Los peores augurios,- que algunos nos atrevimos a formular el
mismo día en que se dio a conocer el contenido de la Reforma Laboral-, se han
visto superados con creces por la forma de “hacer” y “deshacer”, y sobre todo
de “parecer” de ciertas empresas, que como Seguriber, amenazan con conducir
inevitablemente al sector a un retroceso de décadas.
Ya sabíamos que la casta no
entiende de apoyos, por lo tanto, ¿qué podíamos esperar de una clase de
empresarios, para la que lo más importante, es preservar sus privilegios y conservar su status? En su
concepto neoliberal, “su” empresa sirve
a “sus” intereses y no a la sociedad. Prueba de ello es el “detalle” de los
recortes salariales que incide directamente en el proceso de eliminación de la
clase media española y en el aumento de
la desigualdad. ¡Sin embargo, este
proceso ha agarrado tal velocidad que da hasta miedo! Y en ese paquete, vamos
también los vigilantes.
No obstante, en el caso de Seguriber,
Mónica de Oriol quiere dotar de cierta “empatía” a las “ajustes” recogidos en
su convenio y maquillar la asimetría a favor del interés empresarial, incorporando “mejoras sociales” para los trabajadores…”Este nuevo convenio nace como una
respuesta más ajustada a las necesidades de nuestra empresa y sus trabajadores
incorporando mejoras sociales para los mismos, como por ejemplo una clara apuesta por la conciliación de la
vida personal y profesional como es la posibilidad de acumulación de la media hora de lactancia
para madres y padres, opción pionera en
el Sector…”.(Fte:
www.seguriber.es) ¡ Mentirusco atao con piedra!
Una
vez más, la empresaria
nos ha recordado que todos somos “tontos”
y no contenta con dirigir Seguriber como Dios manda, a base de “tijeretazos”, (ya sabemos
lo creyente que es), ahora se permite faltar al octavo mandamiento (No
mentirás)…Pero, ¿adónde vamos a llegar???… ¡Qué escándalo!
Porque
decir una media verdad encierra una gran mentira. ¿O, no? Ya que, para colgarse
la “medallita” de
pionera en el sector respecto a la conciliación y la lactancia, bastaba con
haber preguntado a cualquier vigilante del Museo de Prado, incluso al lameculos
oficial, sobre el Convenio de VINSA, específicamente, sobre
el art 47 que permite la acumulación de la lactancia en 23 días. Vamos,
que para empezar, de pionera na´ de na´…
Y,
aunque Dña. Mónica de Oriol
no se lo pueda creer, YA estaba todo
inventado. Es decir, la Ley
Orgánica para la Igualdad ya había modificado el artículo 37.4 del ET que regula
la reducción de jornada por lactancia y la modificación amplió las posibilidades
de disfrutar de este derecho. Vaya. ¿Es así? Tal cual.
Y se concreta en los
siguientes puntos: una hora de ausencia del trabajo a lo largo de la jornada, que
puede dividirse en dos fracciones que no tienen que ser necesariamente iguales.
Además, se puede hacer la acumulación de todo el tiempo de lactancia en
jornadas completas, según lo que disponga el convenio colectivo o acuerdo entre la empresa y el trabajador.
Esta opción ha sido añadida por la Ley Orgánica de Igualdad, aunque venía siendo aplicada por algunas
empresas como beneficio social –caso de VINSA- y había sido reconocida en la mayoría de sentencias judiciales.
Aquí lo que pasa es que
falla la forma pero, sobre todo, falla el fondo. Y esto lleva veneno amasado. Es lo que sucede cuando el fin último es cubrir el
expediente, o lo que es lo mismo, contentar a los que, por otra parte, les
darás el mazazo. Aún así, se entiende. Porque
si queremos ir de contertulia a programas “progres” de la tele donde se habla de la vida profesional y familiar, y conseguir
aplauso cerrado porque hemos sabido atender seis hijos y “realizarnos” como
empresarias ¿qué vas a dejar caer para
ganarte a la audiencia? ¡La conciliación y su intríngulis, claro!
Pura
salsa rosa…Rescatemos
de hemeroteca (Fuente; www.belt.es) “Secretos
de despacho: los privilegios de Seguriber De Oriol ha creado una empresa
a su medida para compaginar trabajo y familia)…”Mientras
sus hijos hacen los deberes, ella desde su ordenador atiende el correo
electrónico, prepara informes, estudia propuestas o elabora estrategias. “'Con
las nuevas tecnologías no tienes que estar en la oficina. Reconozco que mi
forma de trabajar es un privilegio, pero por algo la empresa es mía y he
diseñado la forma de trabajar a mi medida”, explica De Oriol. Anteriormente
trabajó en una inmobiliaria, propiedad de su familia. Pero tuvo que dejarlo.
'Tenía que cumplir horarios, era un trabajo que requería presencia física y
decidí que no podía compaginarlo con mi familia' Pregunta: ¿Cuántos canguros se podría
permitir contratar la Sra. Oriol? ¿Los mismos que se pueden permitir las vigilantes?
¿O, tal vez, dejaba a los chicos a cargo de los abuelos?
Concluyendo…alguien ha dicho, por cierto con gran
lucidez y razón, que la peor y más
dañina burbuja de España es la burbuja mental. Por ejemplo, la burbuja de
saberse y justificarse como empresarios-neoliberales exquisitos, explotadores
inmisericordes que habitan bajo la burbuja de creerse los amos del mundo y de
la verdad absoluta. O la burbuja de ser hijos de papá y encontrarte el camino medio
hecho.
Pero, con la que está cayendo en el sector, a estas
alturas, lo que se impone, como remedio urgente, son “empresarios” sólidos que,
al menos, permitan camuflar ese fatalismo que recorre a todos los “mileuristas”, en especial a los
de nuestro sector, compensando la dejación de este gobierno (encabezado por el
Ministro del Interior) para con los 80.000 vigilantes y gestionar de la mejor
manera posible el papelón que tenemos por delante. ¿No lo creéis?