SEGURIDAD
Las empresas de vigilancia se
disputan los grandes residenciales vacíos en manos de los bancos
Esperan
un cambio legal que les permita patrullar en propiedades agrarias
Fuente: elnortedecastilla.es - 29.01.13 - M. J. PASCUAL | VALLADOLID
Los destrozos que se contabilizan también son importantes: puertas y
ascensores reventados, pintadas y extintores arrojados a la piscina. Así que
las entidades financieras recurren a estas empresas para que implanten sistemas
de alarma en los pisos e, incluso, se contrata personal de vigilancia por
turnos de ocho, doce o 24 horas.
Como ejemplo, basta un botón. Una de estas 74 empresas, que es una de
las mayores del sector a nivel nacional, ha planificado e instalado en tan solo
un mes 400 alarmas en promociones de viviendas vacías de Valladolid y otras 70
en residenciales de su entorno próximo. Todas ellas, propiedades inmobiliarias
de entidades financieras.
La crisis, explica un especialista en el diseño de este tipo de sistemas
de alarma, ha hecho que el pequeño propietario «se lo piense» y renuncie al
coste de la seguridad, de forma que las empresas se buscan otros nichos de
trabajo. Hace ocho años, recuerda este técnico, «todo el mundo ponía los 600
euros del contrato más los 28 euros al mes por el mantenimiento, pero ahora se
está produciendo un goteo progresivo de bajas de residencias particulares, por
una parte, y de negocios que cierran, por otro; sobre todo, se está notando
mucho también en el pequeño comercio». De esta forma, las compañías se están especializando
en instalaciones más complejas, «también porque el seguro obliga a poner
alarmas, por ejemplo, en naves industriales».
Licencias
Así, los daños colaterales de la explosión de la burbuja inmobiliaria
están favoreciendo a estas firmas de vigilancia privada, buena parte de ellas,
inmersas en expedientes de regulación de empleo más o menos solapados, como
remarcan desde UGT. Según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno
en Castilla y León, son más de 15.000 las licencias profesionales vinculadas a
este sector de la seguridad expedidas en la comunidad autónoma, de las que la
mayoría, 9.790, corresponden a la categoría de vigilantes de seguridad. Pero
eso no quiere decir que todos los que tienen el carné expedido por Interior
estén activo, puntualizan desde el Grupo de Seguridad Privada del Cuerpo
Nacional de Policía.
Otro campo de especialización que está casi virgen es la vigilancia en
el medio rural, donde se están produciendo robos de material agrícola, desde
maquinaria a hilo de cobre. Señala
Eduardo Cobas, secretario general de Aproser, la asociación que aglutina a
las mayores empresas de seguridad privada de España que, «aunque se prestan
algunos servicios en este ámbito, tenemos limitaciones para trabajar en la vía
pública porque así lo establece la ley. Esto tiene especial incidencia en el
ámbito rural, y también hay muchos polígonos en los que no podemos prestar
servicios. Confiamos en que una reforma legislativa de la Ley de Seguridad Privada nos
permita superar esas trabas».
Otro nicho de empleo por explotar y que puede dar salida a muchas
licencias profesionales en este sector es la vigilancia privada en las
prisiones, a la manera norteamericana. Argumenta Cobas que «ello no solo sucede
en Estados Unidos, sino también en otros países. Supone una optimización de
recursos que consideramos muy positiva. Desde hace años, nuestras empresas han
venido prestando servicios específicos con total profesionalidad. Algunos
ejemplos son los escoltas o los vigilantes de atuneros en alta mar. Siempre y
cuando las empresas cumplan con todas las garantías y controles adicionales,
pueden prestar sus servicios en el ámbito carcelario y en cualquier otro. Ello
es totalmente factible desde nuestro punto de vista».