Por encima de
cualquier diferencia de clase social
existe una cosa que nos hace iguales a todos los mortales: el olor a mierda:
Si, si… por mucho que nos afanemos en disimular su esencia a base de
desodorantes ambientales (los famosos “absorbe olores”), el hedor permanece
para recordar la faena, asunto bastante desagradable pero, imposible de evitar.
Aunque quizás,
últimamente, el hedor se ha
hecho más insoportable porque ya nadie se aguanta las ganas de “cag…rse en tooo´
” ante tanta hipocresía, tanto choriceo y tanta mentira. También puede deberse
a que algunas “fuentes” proveedoras de mierda hayan quedado al descubierto: ciertos
políticos, ciertos empresarios, y…. ¿ciertos sindicalistas?, porque la golfería
y la desvergüenza tira más que cualquier amor patrio o cualquier ideología. Busquemos ahí el origen de nuestros males y… de algunos famosos “sobres”.
Con todo y eso, la clave de tanta podredumbre no está sólo en el “destinatario”
de tanto sobre, si no en el “remitente”. ¿Quiénes envían los “sobres”? Veamos,…,
según las crónicas, más o menos oficiales,…ciertos empresarios y algunos eficientes
“estrategas” del mercado financiero.
Así, en el camino de
ese viaje sin retorno a la
desvergüenza absoluta, los “curritos” nos encontramos con leyes y decretazos
que favorecen sin reparos al poder económico. ¿Un ejemplo? Sin ir más lejos, la
Reforma Laboral, hecha por y para los empresarios. Sólo ha destruido puestos de trabajo, no los genera,
ni tampoco los generará en un futuro
próximo por mucho que se desgañite el argumentario oficial intentando
que nos traguemos lo contrario.
Y lo que es peor aún: ha precarizado el trabajo y producido una bajada
de los salarios impresionante… ahora mismo, los trabajadores españoles ganamos de media unos 800 euros: un salario
tercermundista por donde se le mire dicho por los que saben de economía. En
particular, la artillería pesada de la Reforma Laboral, ha dado de lleno a los
vigilantes que ahora nos vemos cayendo sin límites por el boquete que abrió. Y
cualquiera sabe dónde iremos a parar porque en cuanto se refiere al dinero… ya sabéis…
la patronal nunca encuentra que ha obtenido suficientes beneficios… es como beber
agua salada…mientras más bebes, más sed tienes.
Pero, ¿Cómo hemos
llegado a tal estado de cosas? Hay que preguntárselo porque puede que la salida y la
entrada estén en la misma puerta…En primer lugar, debemos fijarnos en el
“colaborador indispensable” de la Reforma Laboral: el galardonado empresario
Gerardo Díaz Ferrán, por el momento entre rejas por blanqueo de capital y otros
pecadillos. Con ese currículo cualquier cosa era posible. Pero, por si no era suficiente
el “numerito” de Díaz Ferrán, nos viene ahora el del otro empresario estrella,
Arturo Fernández, y el supuesto pago en B – pago bajo cuerda - de las horas
extras de sus trabajadores…
Como comprenderéis,
si estos eran los modelos a seguir por los empresarios españoles, ¿de qué nos extrañamos cuando
la patronal de seguridad privada ha hecho lo propio sin sonrojo ni tapujos?...
saltarse a la torera la Ley de Seguridad Privada, fraude a la Seguridad Social,
fraude a Hacienda, y un largo etc. que inexplicablemente nunca fueron vistas
por la Administración de turno ¿una desafortunada casualidad o sobres de por
medio?…Uno que ya duda de todo… En cualquier caso, analicemos un
poco ciertas “prácticas” empresariales por todos conocidas: sólo con lo que se
han ahorrado algunos empresarios por el “pago en negro” de las horas extras
durante años y años, harían palidecer de rabia a las arcas de la Seguridad
Social. ¡Unos cuantos Millones de euros!...
No obstante, a pesar de que los medios de comunicación están con el GPS
programado para caer en picado contra los fraudulentos, los chorizos, los blanqueadores
de dinero, todavía nos sorprende algún empresario de seguridad privada que,
lejos de permanecer en segundo plano, ¡hasta tiene la poca vergüenza de ufanarse
de crecimiento y beneficios! … los mismos que obtuvo haciéndole unos cuantos
guiños a la normativa…Como diría la vieja´l visillo “es que estoy borracho de
éxito”…
Tampoco resultaría
raro que, cualquier día de estos, nos
desayunemos con que algún empresario de seguridad privada, sin escrúpulos y de
melena impoluta salga en la tele imputado por prebendas millonarias en pago por
la firma de contratos de seguridad y termine en el mismo hotel que su líder, Díaz
Ferrán.
O…¿¿Existe duda que algún
empresario de la seguridad privada haya colaborado gustosamente a engrosar el sobre de algún
político a cambio de la adjudicación de contratos??... Sobre todo, porque la
patronal, que no tiene un pelo de tonta, sabe muy bien que para algunos la
política no se entiende como un servicio público sino como un “rentable trabajo”
que te permite lucrarte con lo que es de todos. Aquí la pregunta es… ¿Qué se
encontrará cuando se tire de la manta que cubre a la seguridad privada?
De hecho, cabe
recordar los dimes y diretes de aquel escándalo –que todavía colea- en los que se vieron
involucrados el actual presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González,
y el empresario de seguridad privada Enrique Sánchez – Segurisa- por una
adjudicación de dos contratos de seguridad (59 millones) para los servicios de
Canal Isabel II y Metro Madrid y un presunto “regalo” de un viaje familiar a
Suráfrica del presidente, etc., etc., etc.…
No es un secreto que
la cosa no da para más a
nivel general. Y, a nivel sectorial, para colmo no se ve por dónde tirarán
algunos sindicatos. Ni tan siquiera para demostrar un poco de coherencia con lo que
predican porque se resisten a hacer lo que se debe: en este caso y ante el escándalo
de las negociaciones de acuerdos, convenios y descuelgues, sacar de la mesas
negociadoras a los “sindicalistas floreros” que no pueden escapar al vicio de
estar siempre dispuestos a firmar lo que se les ponga por delante con tal de
tener contento al empresario. Aunque ya lo decía Albert Einstein: “Hay dos
cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy
seguro”
También cabe la posibilidad de que tras alguna firma “sindical” nos encontremos algún que
otro sobre o prebenda porque la corruptela funciona fenomenalmente bien hacia arriba (políticos) y hacia abajo
(sindicatos) – propiciada por los mismos, los empresarios-y se da casi por descontado en un país tan proclive a las
mamandurrias y al choriceo. De hecho, parece que es lo único que funciona en
España…
Así nos va como nos
va…Al amparo de la legalidad vigente, es decir al calor de las mesas negociadoras estos
potenciales “tejemanejes sindicales” están a la orden del día. Por desgracia,
para chulearse de quienes defendemos los intereses de los trabajadores y que pedimos
ya el puñetazo en la mesa… ¿No os parece que llego la hora de decir,
alto y claro, todos a una “Srs.
empresarios: métanse sus propuestas por el esfínter, por el mismo sitio donde
se han pasado los derechos de los trabajadores, sus expectativas y el sistema
democrático”… Desde luego, el olor a mierda ya es intolerable… llego la hora de
abrir las ventanas, salga el sol por donde salga.