Valentín Molina sufrió un
infarto mientras realizaba labores de seguridad.
Dos días después recibió un burofax con su
despido.
La empresa alega que el
trabajador no superó "el periodo de prueba
Fuente:
20minutos.es - A. LARRAÑETA - 04.11.2013
El despido
de Valentín Molina corrobora la inseguridad laboral que abunda en estos tiempos
de precariedad rampante. Su empresa le despidió 48 horas después de sufrir un
infarto agudo de miocardio mientras trabajaba de vigilante de seguridad, el
mismo día en que finalizaba su periodo de dos meses de prueba.
Valentín Molina, releyendo la carta de su despido, en frente del hospital Ramón y Cajal de Madrid. (JORGE PARÍS) |
El 28
de septiembre pasado Valentín, 49 años, acudió a su turno de noche como
vigilante de seguridad en el instituto Ramiro de Maeztu de Madrid, uno de los
dos emplazamientos donde estaba destinado por la empresa Viriato Seguridad S.
L. "Estando en el trabajo empezaron los síntomas, opresión en el pecho,
dolor raro en los brazos", cuenta el propio afectado. "Me sentía muy
mal, pero no lo identifiqué como un infarto. Nunca me había pasado".
Como
pudo, Valentín terminó el turno de trabajo, "al final ya sentado en un
sillón paralizado por el dolor". Explica que aguantó porque al no tener
relevo, debía dejar conectada una alarma a las siete de la madrugada. Un
esfuerzo que estuvo a punto de costarle la vida.
"Al
salir del trabajo, ni podía andar. Cogí un taxi y fui directo al Hospital Ramón
y Cajal. Cuando llegué me dijeron que estaba a punto de cerrarse una
coronaria". Valentín había sufrido un infarto agudo de miocardio. Tuvo que
ser intervenido de un cateterismo por la vía de urgencia. Al día siguiente su
mujer avisó de lo ocurrido a la empresa. "A ella le dijeron que no me
preocupara". Tan solo 24 horas después, recién salido de la UVI, Valentín
recibió el burofax en el que le informaban de su despido "por no haber
superado el periodo de prueba".
El
trabajador está convencido de que lo echaron por sufrir un infarto. "Llamé
a mi inspector, con el que me llevaba bien, y el hombre me dijo que estaba
abochornado por los acontecimientos, pero que no podía hacer nada". A
través de Alianza Sindical, Valentín ha interpuesto una demanda contra la
empresa por un despido que él mismo considera injusto. "No tienen
sensibilidad, y pensar que estuve a punto de morir por terminar el turno. Visto
lo visto, no tenía que haber aguantado tanto", se lamenta.
Sobradamente
preparado
Valentín
considera que se dieron "tanta prisa" en mandarle el burofax del
despido porque ese mismo día se acababa su periodo de prueba de dos meses y así
la empresa no tenía necesidad de alegar causa alguna y él se quedaba sin
derecho a indemnización.
"No
es cierto que no hubiera superado el periodo de prueba. Contaban conmigo. Si
no, ¿por qué me mandaron el cuadrante del mes de octubre?". Alega también
que tenía preparación, de sobra, para ejercer labores de vigilancia. En su
currículum constan 16 años de experiencia en el sector e incluso el título de
director de Seguridad, gracias a una diplomatura en la Universidad Rey Juan
Carlos.
Jesús
López, gerente y portavoz de la empresa Viriato S. L., en declaraciones a
20minutos, especificó que Valentín no había sido despedido, sino que había
causado baja en la empresa por "no haber superado el periodo de
prueba". "A los cinco o seis días mandó el justificante de que estaba
enfermo", aseguró este portavoz. Sobre el cuadrante laboral de octubre, el
gerente sugirió que "en algún otro caso, lo hacen los propios
trabajadores", algo que Valentín niega tajante.
El
sector de la seguridad privada es un sector con una gran inseguridad laboral.
La precariedad a la que están sometidos "es alarmante", según vienen
denunciando diferentes organizaciones sindicales.