ESPAÑA
JUEVES, 27 DE
FEBRERO DE 2014
Segur Ibérica sobornó a empresas públicas para que hicieran la vista gorda,
según un empleado
El denunciante afirma que la administradora de la
Biblioteca aceptaba cohechos
Otro que también recibía regalos era el
director del centro de menores de L’Alzina
Fuente: zoomnews.es - JOAN CANTARERO
El responsable
de almacén de Segur Ibérica denuncia ante la Justicia que su empresa ha estado
sobornando a importantes clientes de la compañía, principalmente empresas de la
Generalitat de Cataluña, con regalos de elevado valor para que hicieran la
vista gorda con los servicios que se cobraban sin haber sido realizados.
David Pérez
Rubio, empleado de Segur Ibérica entre los años 2005 y 2010, comparecerá en la
mañana de hoy para declarar ante el titular del Juzgado de Instrucción número
21 de Barcelona para prestar declaración en relación a la denuncia presentada
el pasado 13 de enero, en la que vierte graves acusaciones de cohecho hacia los
directivos de la compañía Segur Ibérica, a la que atribuye actuaciones
presuntamente ilícitas.
Según David
Pérez, Segur Ibérica hacía regalos a empleados públicos para que hicieran la
vista gorda con los servicios que se cobraban sin ser realizados
Este juzgado
instruye la causa abierta contra los responsables de seguridad y servicios de
la Biblioteca de Catalunya presentada por la mercantil NIX Universal SL, en la
que acusa a estos funcionarios de la Generalitat de Cataluña de los supuestos
delitos de falsedad en documento público y omisión del deber de perseguir
delitos. En concreto, la querella está dirigida contra la jefa del servicio de
Administración de la Biblioteca de Catalunya, Margarita Valverde, y contra Ferrán
López San Juan, responsable de mantenimiento de esta institución catalana.
Esta sería la
segunda declaración de testigos en esta causa en la que fuentes de la
investigación sitúan la presunta estafa en torno a las 2.600 horas realizadas
por falsos vigilantes o no realizadas entre los años 2005 y 2010, tras el cruce
de los datos facilitados por Seguridad Privada del Ministerio del Interior y
los cuadrantes y nóminas aportados a instancia judicial por la propia compañía
Segur Ibérica. A esto hay que añadir otras 16.000 horas de servicios de las
mismas características, lo que elevaría la cuantía del fraude cerca de 250.000
euros.
Es importante
resaltar la declaración realizada por el exapoderado de Segur Ibérica en
Cataluña y Baleares José Albuixech, quien afirmó que"Segur Ibérica disfrazó a porteros y jardineros como
vigilantes de seguridad para trabajar en la Biblioteca Nacional de
Cataluña". En este sentido, atribuyó que los responsables de la
Biblioteca eran agasajados con regalos de Segur Ibérica a modo de
agradecimiento, que fue interpretado como una forma de supuesto soborno para
que "miraran para otro lado".
Jamones, vinos y
baúles
En este sentido
las recientes manifestaciones notariales y la consiguiente denuncia ante los
tribunales de David Pérez Rubio, exempleado de Segur Ibérica, aportan nueva luz
a esta supuesta trama delictiva denunciada.
Así David Pérez
afirma que ha estado trabajado en la empresa Segur Ibérica y Consorcio de
Servicios entre agosto de 2005 y noviembre de 2010, "estando encargado
entre otras funciones del almacén de la empresa que estaba en sus oficinas
centrales. Mi trabajo consistía en controlar las entradas y salidas de material
y preparar los paquetes y regalos que se hacían a los clientes".
El empleado
trabajaba en el almacén y, según su testimonio, era el encargado de
"preparar los paquetes y regalos que se hacían a los clientes"
En el punto
cuarto de su denuncia, Pérez afirma que "el marido de Margarita [jefa de
servicio de administración de la Biblioteca de Cataluña] acudía asiduamente a
recoger sus regalos, consistentes en jamones, vinos de elevado precio y baúles
cuyo contendido desconozco, para lo cual entraba en el garaje en un vehículo
todoterreno y lo ponía con la parte trasera pegada al almacén".
En relación a
esto, David Pérez sostiene que "entre mis compañeros de Segur Ibérica se
comentaba que era el precio que pagaba la empresa para que Dña. Margarita
hiciera la vista gorda con los servicios que se cobraban a la
Biblioteca sin haber sido realizados".
El objetivo de los
regalos
Pero al parecer
no sólo los supuestos cohechos afectaban a la Biblioteca de Cataluña.
"Esto se hacía con muchos otros clientes, también con Santiago Martín
Rodríguez, director del Centro de Menores L'Alzina, pero este no pasaba a
recogerlos porque decía que no podía aceptarlos por su cargo, pero que no tenía
inconveniente en que se los enviaran a su casa, lo que se hizo regularmente
hasta al menos el año 2009".
Asimismo añade
que "entre mis compañeros se comentaba que los regalos se entregaban para
que los clientes no comprobaran la facturación y validaran como correctos
servicios que no se habían realizado y cuadrantes de personal de seguridad que
nunca trabajó en L'Alzina, como era el caso del inspector de Segur Ibérica, el
señorPouso", manifiesta en su denuncia el trabajador.
En este sentido
Enric Cabezuelo, máximo responsable de Segur Ibérica en Cataluña hasta su cese
tras estas denuncias, alegó enfermedad el pasado 9 de enero para evitar
comparecer como testigo ante el juez instructor y las partes personadas.
Recientemente argumentó ante el tribunal que padece una fuerte depresión para
retrasar su comparecencia judicial. En cualquier caso, el juzgado de
Instrucción número 2 de Barcelona ha citado a Cabezuelo para el día 8 de mayo a
las 11 de la mañana.