La colaboración entre la seguridad
privada y la Policía y la comunicación de los empresarios sobre cualquier
elemento sospechoso, claves. Fuente : ABC Sevilla
Córdoba: En más de un 50 por ciento se podría cifrar la bajada
de robos en los polígonos industriales de la capital cordobesa en comparación a
la situación de hace unos seis o siete años, según un cálculo inicial realizado
ayer por el presidente de la Asociación de Empresarios del Polígono Industrial
de Las Quemadas (Quemasem), José Antonio Piedra.
Tanto es así, que el
propio Antonio Valdivia, delegado de Participación Ciudadana en la Comisaría de
la Policía Nacional de Córdoba, consideró que la delincuencia en estas zonas
«es mínima, muy escasa», si bien no pudo aportar cifras al respecto.
La razón de este
vuelco se debe, en palabras de Piedra a que «se produjo un antes y un después»
de la decisión adoptada por el entonces comisario Federico Cabello de Alba,
quien «nos atendió por fin, comprendió el problema y entre él y nosotros
montamos un protocolo de actuación que está demostrando desde entonces su
eficacia». Ese formulismo consiste en reuniones periódicas, prácticamente
mensuales, en las que empresarios y Policía estudian la situación, «y, en caso
de detectar un aumento de las incidencias, reforzar los dispositivos», como
ocurrió, por ejemplo, en 2009 y 2011 tras una oleda de robos ocurrida en marzo
y diciembre, respectivamente.
Por supuesto, se
constata también una mayor presencia policial, tanto de la Local como de la
Nacional, por las calles de los seis polígonos existentes en la ciudad —Las
Quemadas, Amargacena, Torrecilla, Chinales, El Granadal y Quintos-Aeropuerto— y
una mayor implicación de las fuerzas del orden y de seguridad.
Así, al menos, lo
estimó el presidente de los empresarios de Quintos-Aeropuerto, José Quintana
Campaña, quien se sorprendió muy gratamente cuando «no hace mucho me llamó
personalmente el comisario para conocer de primera mano la situación en nuestro
polígono; se nota que algo ha cambiado en el ambiente y la seguridad es mayor».
«Cualquier situación
rara o sospechosa que podamos ver, ya sea un vecino, una empresa o un
transportista, de inmediato lo comunicamos y se actúa», abundó José Antonio
Piedra.
Otro punto muy
importante que ha permitido reducir a sus mínimos los robos en zonas
industriales es la «excelente» colaboración entre la Policía Nacional y las
empresas de seguridad privadas. Una cuestión que se ha dejado notar en las
grandes áreas industriales como Las Quemadas y Amargacena, que por su extensión
y por el mayor número de entradas y salidas se hacía complicado su control.
Colaboración
fructífera
«También con la
Unidad de Seguridad Privada mantenemos reuniones periódicas y abundantes y con
todos ellos contamos con una colaboración magnífica», explicó el inspector
Valdivia. Además, estas actuaciones se refuerzan en épocas determinadas, como
la campaña de Navidad, «que es cuando los almacenes están repletos de material
para remitirlos a las tiendas para su venta», o también durante las fiestas,
que es cuando más baja la actividad en los polígonos.
De igual modo, la
seguridad privada en Las Quemadas se liga con la proximidad de Rabanales 21,
«con quienes también hemos mantenido reuniones para paliar sus problemas». Fue
el caso de robo de cableado eléctrico el pasado año que finalmente se ha
resuelto por parte de la Gerencia del parque tecnológico retirando los cables
hasta que no se cubra con empresas las zonas ya urbanizadas.
Sin embargo, José
Quintana, que tiene un pie en Quintos y otro en Las Quemadas, destacó que en el
aeropuerto apenas hay contratada seguridad privada y se ha notado la bajada de
la delincuencia, mientras que en Las Quemadas hay empresas privadas encargadas
de la vigilancia desde hace años y los robos se producían entonces. «Creo que
es más bien la actuación polcial que ha mejorado bastante», incidió.
A pesar de este
ambiente de seguridad, Quemasem no quiere relajarse y acaba de solicitar a la
Policía Nacional unirse a la campaña abierta desde el Ejecutivo central y que
se presentó ayer en Córdoba para sensibilizar y concienciar a distintos
colectivos de la necesidad de denunciar cualquier hecho delictivo que se
produzca en su entorno, según apuntó, por su parte, el subdelegado del
Gobierno, Juan José Primo Jurado.