Apalean
con barras de hierro al guarda que les pilló robando en el hospital de Galdakao
El vigilante perdió dos
dientes y fue ingresado en el propio centro. Los ladrones habían apalancado las
expendedoras de un área de acceso restringido
Fuente:
elcorreo.com - JOSU GARCÍA |10 septiembre 2016
Un
vigilante de seguridad del hospital de Galdakao recibió en la noche del pasado
jueves una «paliza» a manos de dos ladrones. Los delincuentes se habían colado
en una zona restringida del centro médico para robar la recaudación de las
expendedoras que surten a la plantilla de refrescos y aperitivos. Mientras
apalancaban las máquinas, los cacos fueron sorprendidos ‘in fraganti’ por el
guarda. Su reacción fue extremadamente violenta. Golpearon «con saña» a la
persona que les acababa de descubrir y huyeron. Llegaron a emplear incluso una
barra de hierro, según informaron ayer fuentes del entorno del agredido.
A
consecuencia del ataque, el vigilante ha perdido dos piezas dentales y sufre
daños importantes en la nariz. También tiene varias contusiones por el cuerpo.
El hombre pasó varias horas ingresado en el propio hospital. La Ertzaintza ha
iniciado una investigación para tratar de localizar a los autores de la
agresión, que ya estarían identificadas. Serían dos personas con numerosos
antecedentes. «Se las está buscando», confirmó un portavoz del Departamento de
Seguridad del Gobierno vasco.
Patrulla
en solitario
Lo
sucedido ha causado una profunda conmoción en toda la comunidad que trabaja en
el equipamiento sanitario y, sobre todo, en el sector de la seguridad privada
en Bizkaia. El Colectivo Independiente de Seguridad Privada de Euskadi (CISPE)
ha convocado una concentración de repulsa a las puertas del hospital para el
próximo lunes. El acto será a las 11.00 horas.
La
paliza contra el vigilante se produjo un poco antes de las 21.30 horas. En ese
momento, había sólo dos profesionales en el complejo sanitario, que cuenta con
una superficie construida de 112.000 metros cuadrados. Precisamente, el
empleado estaba cumpliendo con una de las rondas. Patrullaba en solitario. Se
desconoce si pudo siquiera pedir ayuda por la emisora o por el teléfono móvil a
su otro compañero.
Al
sorprender y dar el alto a los delincuentes que se encontraban en la zona
restringida, que está ubicada cerca de una de las entradas del centro médico,
los asaltantes le pegaron con la barra de hierro «sin mediar palabra». En la
agresión utilizaron la palanqueta que portaban para forzar las expendedoras.
Desde
el CISPE reclamaron ayer una mayor inversión en seguridad en los hospitales
públicos de Bizkaia. «Hay que recordar que son infraestructuras de importancia
estratégica, por donde pasan miles de personas al día», advirtió un portavoz
sindical. «En el caso de Galdakao, en el momento del incidente había sólo dos
compañeros para un área de patrulla enorme. Habría que reforzar este
dispositivo», reclaman.
Cada
día entran a su puesto en el hospital de Galdakao siete vigilantes, que ofrecen
un servicio de 24 horas. Desarrollan su labor a turnos. En momentos muy
puntuales hay cuatro profesionales de forma simultánea, pero en otros, sólo
dos. El centro sanitario dispone de 67.000 metros cuadrados en el edificio
principal. Los almacenes exteriores y el Centro Vasco de Transfusiones suponen
otros 6.000 metros cuadrados para vigilar. Las instalaciones tienen, además,
otros 30.000 metros de parking, aceras y zonas verdes.