La
protección frente al riesgo biológico, pese a estar contemplado en la normativa de
prevención, entre otras cosas porque es el origen de muchas enfermedades
labores, no ha alcanzado la visibilidad
del accidente de trabajo ni su impacto social.
Es posible que esto se
deba a que la enfermedad laboral se va construyendo de manera lenta y
progresiva, casi invisible, sobre todo si no se adoptan medidas de vigilancia
de la salud por parte de las empresas, quienes suelen verlas como “algo
excepcional” y “poco probable” cuando
muchas veces no son más que la punta del iceberg de unas malísimas condiciones
de trabajo... como quedó más que claro que el agua de la contestación de la Inspección
de Trabajo ... el cumplimiento de las normas
de prevención son tanto para la empresa principal como para las contratas y no un simple papel mojado que se puede
incumplir cuando se quiere.
El
caso de la garita de
la EDAR- SUR – Canal Isabel II es un
claro ejemplo de falta de coordinación empresarial y de pasotismo, especialmente, de aquellos que
deben controlar el estricto cumplimiento de las normas de prevención lo que nos
lleva a reflexionar de cuántas veces se acaba aceptando y tolerando por TODOS
condiciones de trabajo que constituyen un riesgo permanente para la salud y
cuyas consecuencias, no pocas veces, terminan siendo letales e irreversibles.
Y el
origen siempre es el
mismo... el proceso de desvalorización del trabajo. ¿Cómo, si no, aceptar una
garita sobre fangos, sobre una arqueta de tres o cuatro metros de altura, un
hedor muchas veces insoportable, y que en ese mismo sitio se deba comer y beber
sin siquiera jabón para lavarse las manos, con mosquitos y hasta culebras... y
mirar para otro lado?
Solo
desde estas consideraciones se
puede entender, aunque no justificar, esa deficiente prevención a pesar de
contar con un Comité de Seguridad
Laboral y un servicio de Prevención Propio.
De ahí la necesidad de presión sindical
desde CCOO hasta llegar a la denuncia en
la Inspección de Trabajo y que sea ésta la que inste a todas las empresas que
prestan servicio en la depuradora a evaluar los verdaderos riesgos a que están sometidos
los vigilantes de la EDAR-SUR (sobre todo, los biológicos) y por fin, se nos
den las pistas del por qué los trabajadores enferman continuamente de
gastroenteritis, conjuntivitis, etc...
Y por
último que se requiera que
se adopten las medidas organizativas necesarias (no vale que se modifique el horario de trabajo de 12h
a 8h diarias) y que se establezcan los protocolos adecuados para garantizar la
salud de los trabajadores de la plantilla del servicio. En resumen, CERO
PATATERO para las empresas implicadas y muchos deberes para las vacaciones...
siempre es así cuando se catea estrepitosamente...os mantendremos informados.