El Museo de la Catedral aumenta la seguridad en su reapertura
Ramón Yzquierdo destacó el incremento en el número de cámaras de vigilancia
ADRIÁN GONDAR / SANTIAGO
Fuente. ABC.es
La reapertura del Museo de la Catedral de Santiago, así como los últimos sonados episodios de falta de seguridad en edificios eclesiásticos —el sonado robo del Códice Calixtino y la entrada a la Catedral de Lugo, donde finalmente no se sustrajo nada—, han obligado a que la reforma del museo incluya un notable incremento en su seguridad. De este modo, tal como comentó a los medios su director, Ramón Yzquierdo, aunque «ya contábamos desde hace tiempo con una instalación de seguridad» compuesto principalmente por una serie de alarmas en puertas, ventanas e incluso vitrinas, «la actuación desarrollada nos ha obligado a incrementar, por ejemplo, el número de cámaras».
Yzquierdo también señaló la existencia de una sala de pantallas «donde se está grabando continuamente, donde un empleado supervisa en tiempo real lo que pasa en las salas», donde también hay vigilantes. En conclusión, el director del museo afirmó que se encuentra «a la misma altura que cualquier otro museo de nuestra categoría».
La reforma se contempla dentro del Plan Director de la Catedral, que gracias al programa del octavo centenario de la Catedral ha contado con una inversión de 400.000 euros y ha afectado a aproximadamente un «30% de los espacios que componen este museo». Además de una nueva instalación eléctrica o el renovado pavimento de la planta baja, se han ordenado las piezas expuestas para así darles un contenido donde primen «lo didáctico y lo pedagógico, el ir contando la historia de la ciudad de Santiago a través de más de ocho siglos», explicó Yzquierdo.
También estuvieron presentes el deán de la Catedral de Santiago, José María Díaz, y el alcalde de la ciudad, Gerardo Conde Roa, que dieron cuenta de la gran importancia que suponía el día de ayer para la historia de la ciudad. «Creo que es un día muy importante para la ciudad porque podemos ver tesoros que estaban semi-ocultos en esta Catedral y que ahora están expuestos en todo su fulgor», declaró el alcalde santiagués. Además, quiso añadir que si Santiago «ya es una ciudad de por si cargada de historia, arte y cultura», la reapertura del museo añade «un elemento más» con estas salas que ganan no sólo los ciudadanos santiagueses, sino todos sus visitantes.
Por su parte, el deán de la Catedral hizo hincapié en las buenas relaciones de la institución eclesiástica con el nuevo gobierno local, que «está marcando un nivel de diálogo institucional que verdaderamente no tiene precedentes en años, y estoy por decir en siglos anteriores». Conde Roa señaló que espera que esta línea de cooperación no venga marcada por la existencia de «una celebración importante o de trascendencia» sino que sea continua, ya que «hay un patrimonio que cuidar, poner en valor y respetar», declaró