Si hasta ayer nos hacíamos eco del surrealismo de la nueva política laboral cuyos representantes,
con Rajoy a la cabeza, siguen valiéndose de la crisis económica
para justificar lo injustificable, hoy, y a propósito del supuesto “éxito
del Decretazo”, analizaremos unas declaraciones que no tienen desperdicio.
Nada más, y nada menos, nos referimos a
la opinión de Eduardo Cobas, Secretario General de APROSER, y su dramático
análisis del sector para el periódico Cinco Días titulado “No nos
gusta el cambio en los convenios de la Reforma”. El titulo, en sí mismo, no merece más comentario que un ¡Vaya por
Dios!..Y,… claro que sí…En el artículo había chicha de mucha enjundia
sobretodo, para lectores avezados, es decir, para aquellos que buscan hasta
entrelineas los vericuetos de la realidad del día a día de la seguridad
privada.
Seamos sinceros. Que protestemos y nos indignemos los trabajadores, bueno, vale…Comprensible. Porque,
habrá que convenir que, avasallar los salarios, abaratar los despidos,
modificar las condiciones de trabajo, etc. es un plato indigesto.
Pero, otra cosa mariposa es el decretazo para los empresarios.
Desde el principio, se suponía que la Reforma estaba
pensada para dar gustirrinín a la patronal. Un apetitoso menú a gusto del
consumidor empresarial… ¿Qué quiere mi niño? Aquí está Rajoy para
hacerlo realidad a golpe de decretazos.
Por lo tanto, que el mismísimo Secretario General de la patronal más poderosa de seguridad privada –APROSER-, hija
putativa de la CEOE, reconozca, además sin sonrojo, la ineficacia del Decretazo,
viene a significar sólo una cosa. Que estamos muy mal. Pero, qué muy, muy, mal.
Podríamos afirmar que es la primera señal “seria” de que, como sector, nos
estamos yendo al garete. Descolgados todos a la fuerza!!!!
Increíblemente, a tan sólo cinco meses de la
aplicación a destajo de la reforma laboral, son voces empresariales las
que reclaman desesperadamente auxilio en forma de nuevas modificaciones: “La
realidad demostrará que es una reforma global muy positiva para la economía
española (evidentemente, no se trataba
de pisar el callo del discurso del gobierno respecto a la reforma laboral. Hay
que ser políticamente correcto, ¿es o no es así Sr. Cobas?), pero que para
nosotros puede acarrear problemas importantes (y tanto, ya ves tú. Échale un vistazo al primer Convenio de
Empresa: Convenio de Seguriber. Es innegable la transcendencia sobre el
sector). En esta tesitura, Cobas se muestra convencido de que al final
será preciso introducir un tratamiento distinto en estos aspectos para los
servicios empresariales como dispone la normativa en Alemania y en Francia”
Si, si. Eduardo Cobas se explica bien y, lo peor, es que se le entiende. Nos estamos yendo al garete por
culpa de la guerra de precios entre empresas. Es decir, en este caos sectorial,
llueven las puñaladas traperas: “Nos preocupa la actitud de determinadas empresas que utilizan los
mecanismos de inaplicación del convenio colectivo, los descuelgues salariales,
no por una necesidad vinculada a sus cuentas económicas, sino por tratar de
encontrar una ventaja competitiva en costes”…No hay que olvidar que “el 80% es el
coste salarial y una empresa que inaplica el convenio lo que hace es captar
clientes de otra que si lo aplica”.
Claramente, a algunos les ha salido el tiro
por la culata con la reforma laboral. Quieran
o no quieran reconocerlo. Habían vendido la piel del oso antes de cazarlo y,
con ello, nos referimos a la editorial de la revista de Aproser de Diciembre de
2011…¡Con qué ilusión se esperaba la famosa Reforma Laboral hecha a medida de
sus necesidades!...
Entonces, ¿cómo explicar su actual quebranto?...simplemente, ¡Es que son malos hasta para pedir! ¿Dónde
andaban esos súper empresarios y cuándo se tejía el articulado de la
Reforma? ¿Es que nadie analizó –como se hace en otros países de Europa-, cuáles
serian las consecuencias de la barra libre empresarial? Sobretodo conociendo el
“género” que pulula por el sector.
No hacía falta recurrir a la pitonisa Lola para saber el dudoso futuro de la seguridad privada una vez se
abriera el abanico de posibilidades que la reforma daba a una patronal
entregada, desde siempre, a llenar las arcas lo más rápidamente posible. Lo
demás, profesionalidad, calidad, transparencia, cumplimiento normativo, etc.…
son nada más que adornos poéticos que, con la crisis que está cayendo,
hasta sobran.
Evidentemente, se les olvidó lo más importante: en España,
el sector predominante es el sector de servicios donde el 80% es precisamente
el coste salarial. Seguridad Privada también pertenece al sector de
servicios ¿lo pillan? Por lo tanto, la única forma de competir entre empresas,
es precisamente, cargándose los salarios de los trabajadores y, de paso,
cargándose el paraguas del sector: el Convenio Estatal.
Bueno, ¿y ahora, qué? Prácticamente, muerto el
Convenio, hemos entrado en una espiral de “reducciones” muy peligrosa donde -
¡sorpresa, sorpresa!- las de ganar las tienen las empresas pedorras.
En conclusión, con bastante retraso, APROSER
comienza a plantearse si los beneficios derivados de la aplicación de la
Reforma Laboral justifica el coste y los riesgos asociados a la misma.
Un poco tarde, a nuestro juicio, ahora que ya está en juego su consideración como una asociación
formada por empresas sanas, creíbles y fuertes. ¿Qué hacer a continuación? En
un momento en que el corazón de la seguridad privada se ha debilitado sin que
haya reemplazo a la vista, buena parte de su recién estrenado equipo directivo
(donde Falcón no tiene sillón, por supuesto) anticipaba nuevos y
suculentos episodios.
En principio, y por lo que dice Carlos Blanco, su
presidente, en la editorial de su último Boletín, serán los paladines de la
lucha contra el fraude a la Seguridad Social y de las horas extras en negro.
También llegan tarde. Pero, diríamos que, como dijo Virgilio, del que es
gran conocedor el presidente de Aproser, Flectere si nequeo
superos, Acheronta movebo, (Eneida 312) es decir, Si no puedo persuadir a
los dioses del cielo, moveré a aquellos del infierno…que andarán perdidos por
algún ministerio
En fin. ¿Qué queréis que os diga? Vista la leña que nos han dado y nos siguen dando los dioses del
Olimpo de Aproser, las empresas pedorras y los legisladores en funciones,
bueno es que, al menos esta vez, nos demos el gustazo de regodearnos un pelín
en los males ajenos y ver qué hacen para resolver este entuerto que han creado
ellos solitos… ¿No os parece?