jueves, 5 de julio de 2012

Dando Cobas......



Si hasta ayer nos hacíamos eco del surrealismo de la nueva política laboral cuyos representantes, con Rajoy a la cabeza, siguen valiéndose de  la crisis económica  para justificar lo injustificable, hoy, y a propósito del supuesto “éxito del Decretazo”, analizaremos unas declaraciones que no tienen desperdicio.
Nada más, y nada menos, nos referimos a la opinión de Eduardo Cobas, Secretario General de APROSER, y su dramático análisis del sector para el periódico Cinco Días titulado “No nos gusta el cambio en los convenios de la Reforma”. El titulo, en sí mismo, no merece más comentario que un ¡Vaya por Dios!..Y,… claro que sí…En el artículo  había chicha de mucha enjundia sobretodo, para lectores avezados, es decir, para aquellos que buscan hasta entrelineas los vericuetos de la realidad del día a día de la seguridad privada.
Seamos sinceros. Que protestemos y nos indignemos  los trabajadores, bueno,  vale…Comprensible. Porque, habrá que convenir que, avasallar los salarios, abaratar los despidos, modificar las condiciones de trabajo, etc.  es un plato  indigesto. Pero, otra cosa mariposa es el decretazo para los empresarios.
Desde el principio, se suponía que  la Reforma estaba pensada para dar gustirrinín a la patronal. Un apetitoso menú a gusto del consumidor empresarial… ¿Qué quiere mi niño?  Aquí está  Rajoy para hacerlo realidad a golpe de decretazos.
Por lo tanto, que el mismísimo Secretario General de la patronal más poderosa de seguridad privada –APROSER-, hija putativa de la CEOE, reconozca, además sin sonrojo, la ineficacia del Decretazo, viene a significar sólo una cosa. Que estamos muy mal. Pero, qué muy, muy, mal. Podríamos afirmar que es la primera señal “seria” de que, como sector, nos estamos yendo al garete. Descolgados todos a la fuerza!!!!

Increíblemente, a tan sólo cinco meses de la aplicación a destajo de la reforma laboral, son  voces empresariales las que reclaman desesperadamente auxilio en forma de nuevas modificaciones: La realidad demostrará que es una reforma global muy positiva para la economía española (evidentemente, no se trataba de pisar el callo del discurso del gobierno respecto a la reforma laboral. Hay que ser políticamente correcto, ¿es o no es así Sr. Cobas?), pero que para nosotros puede acarrear problemas importantes (y tanto, ya ves tú. Échale un vistazo al primer Convenio de Empresa: Convenio de Seguriber. Es innegable la  transcendencia sobre el sector). En esta tesitura, Cobas se muestra convencido de que al final será preciso introducir un tratamiento distinto en estos aspectos para los servicios empresariales como dispone la normativa en Alemania y en Francia”
Si, si. Eduardo Cobas se explica bien y, lo peor, es que se le entiende. Nos estamos yendo al garete por culpa de la guerra de precios entre empresas. Es decir, en este caos sectorial, llueven las puñaladas traperas: “Nos preocupa la actitud de determinadas empresas que utilizan los mecanismos de inaplicación del convenio colectivo, los descuelgues salariales, no por una necesidad vinculada a sus cuentas económicas, sino por tratar de encontrar una ventaja competitiva en costes”No hay que olvidar que “el 80% es el coste salarial y una empresa que inaplica el convenio lo que hace es captar clientes de otra que si lo aplica”.
Claramente, a algunos les ha salido el tiro por la culata con la reforma laboral. Quieran o no quieran reconocerlo. Habían vendido la piel del oso antes de cazarlo y, con ello, nos referimos a la editorial de la revista de Aproser de Diciembre de 2011…¡Con qué ilusión se esperaba la famosa Reforma Laboral hecha a medida de sus necesidades!...
Entonces, ¿cómo explicar su actual quebranto?...simplemente, ¡Es que son malos hasta para pedir!  ¿Dónde andaban esos súper empresarios y  cuándo se tejía el articulado de la Reforma? ¿Es que nadie analizó –como se hace en otros países de Europa-, cuáles serian las consecuencias de la barra libre empresarial? Sobretodo conociendo el “género” que pulula por el sector.

No hacía falta recurrir a la pitonisa Lola para saber el dudoso futuro de la seguridad privada una vez se abriera el abanico de posibilidades que la reforma  daba a una patronal entregada, desde siempre, a llenar las arcas lo más rápidamente posible. Lo demás, profesionalidad, calidad, transparencia, cumplimiento normativo, etc.… son nada más que adornos poéticos  que, con la crisis que está cayendo, hasta sobran.
Evidentemente, se les olvidó lo más importante: en España, el sector predominante es el sector de servicios donde el 80% es precisamente el coste salarial.  Seguridad Privada también pertenece al sector de servicios ¿lo pillan? Por lo tanto, la única forma de competir entre empresas, es precisamente, cargándose los salarios de los trabajadores y, de paso, cargándose el paraguas del sector: el Convenio Estatal.
Bueno, ¿y ahora, qué? Prácticamente, muerto el Convenio, hemos entrado en una espiral de “reducciones” muy peligrosa donde - ¡sorpresa, sorpresa!- las de ganar las tienen las empresas pedorras.


En conclusión, con bastante retraso, APROSER comienza a plantearse si los beneficios derivados de la aplicación de la Reforma Laboral justifica el coste y los riesgos asociados a la misma.
Un poco tarde, a nuestro juicio, ahora que ya está en juego su consideración como una asociación formada por empresas sanas, creíbles y fuertes. ¿Qué hacer a continuación? En un momento en que el corazón de la seguridad privada se ha debilitado sin que haya reemplazo a la vista, buena parte de su recién estrenado equipo directivo (donde  Falcón no tiene sillón, por supuesto) anticipaba nuevos y suculentos episodios.
 En principio, y por lo que dice Carlos Blanco, su presidente, en la editorial de su último Boletín, serán los paladines de la lucha contra el fraude a la Seguridad Social y de las horas extras en negro. También llegan tarde. Pero, diríamos que, como dijo Virgilio, del que es  gran conocedor el presidente de Aproser,  Flectere si nequeo superos, Acheronta movebo, (Eneida 312) es decir, Si no puedo persuadir a los dioses del cielo, moveré a aquellos del infierno…que andarán perdidos por algún ministerio
En  fin. ¿Qué queréis que os diga? Vista la leña que nos han dado y nos siguen dando los dioses del Olimpo de Aproser, las empresas pedorras y  los legisladores en funciones, bueno es que, al menos esta vez, nos demos el gustazo de regodearnos un pelín en los males ajenos y ver qué hacen para resolver este entuerto que han creado ellos solitos… ¿No os parece?