La mayoría de los vigilantes
de Nivaria no tenía autorización de Interior en 2004
El Grupo de Seguridad Privada de la Policía Nacional descubrió que 18
trabajadores, de un total de 25, carecían de la autorización obligatoria del
Ministerio del Interior en el centro de medidas judiciales cuando falleció el
menor de 16 años. Los expedientes fueron remitidos por los agentes a la
Delegación del Gobierno.
Fuente: eldia.es - 28/sep/12 01:08 P.FUMERO, S/C de Tenerife
Más del 70 por ciento de los vigilantes que trabajaban en la empresa de
seguridad en el centro de medidas judiciales Nivaria durante los días en que
falleció el menor de 16 años Philipp García Zoch carecían de la preceptiva
autorización del Ministerio del Interior para ejercer tal actividad. Así lo
afirmó ayer una testigo, la entonces inspectora jefa del Grupo de Seguridad
Privada de la Policía Nacional, que realizó la inspección a los empleados.
Dicha funcionaria comentó que, de 25 empleados de Seguridad Integral Canaria,
18 carecían de diploma de una academia privada o bien no habían superado las
pruebas establecidas al efecto por el Gobierno. A preguntas del abogado de la
empresa, la inspectora afirmó que, ante tal irregularidad, los agentes de su
grupo elaboraron los informes oportunos y los remitieron a la Delegación del
Gobierno, aunque a la agente no le consta si dicha sociedad finalmente fue
sancionada o no.
Antecedentes .- Otro de los testigos que
prestaron declaración ayer, y que en el momento de los hechos trabajaba como
educador, manifestó que "quizás" uno de los principales acusados en
este proceso, M.D.A., carecía de la formación o la capacitación oportuna para
ejercer la labor de vigilante. Ese procesado aseguró en la primera sesión del
juicio que, cuando mantuvo una entrevista para ser contratado, recordó que
tenía antecedentes policiales, aunque, supuestamente, eso no fue obstáculo para
que le dieran trabajo. Respecto a dicho acusado, también reconoció que estuvo
tres años en prisión en una cárcel de Ecuador por un delito de tráfico de
drogas, pues lo acusaron de transportar estupefaciente, lo que se conoce como
"mula".
Grilletes .- Uno de los testigos también
aseguró que el uso de grilletes era habitual para frenar los comportamientos
agresivos de los internos. Y si la media de tiempo en que los menores estaban
con las esposas era de 15 o 20 minutos para calmarlos, en un parte consta que
Philipp llegó a estar más de dos horas con los grilletes puestos. Una médico
del centro aseguró por videoconferencia que llegó a realizar siete partes por
lesiones a Philipp y, según sus anotaciones, una vez el testimonio del menor
sobre el origen de las mismas no coincidió con su apreciación.
Punzón .- Un miembro de la Policía Judicial de la Guardia Civil que hizo la
inspección ocular del cadáver comentó que uno de los detalles que más llamaron
su atención fue que, bajo el muslo izquierdo del chico, estaba el mango de un
cepillo de dientes cortado y dicho objeto podía ser usado como un punzón.
Psiquiatra infantil .- Ayer también declaró el
psiquiatra infantil que atendió a Philipp desde que tuvo ocho años y comentó
que el adolescente podía haber tenido un buen futuro, aunque no accedió a los
recursos adecuados, pues requería el trabajo de un equipo multidisciplinar, con
especialistas en atención social, terapéutica, farmacológica, de orientación
familiar e institucional. Pero, advirtió de que esa iniciativa hubiese sido muy
cara. Este profesional reconoció que el chico pasaba por "periodos
destructivos", pero que, desde su punto de vista, "no sufría ningún
riesgo de suicidio" y matizó que lo vio pocos días antes del trágico
suceso. Respecto a los antecedentes de intentar acabar con su vida, relató que
lo hacía para llamar la atención. El psiquiatra indicó que, una vez, cuando le
preguntó por el origen de unos hematomas, el chico le respondió que eran
consecuencia de la "dinámica del centro".