Los vigilantes de la estación de autobuses denuncian que llevan siete meses
sin cobrar
Fuente:elidealgallego.com
- N D.G. A CORUÑA | 28 Octubre 2012
Siete meses sin cobrar sin
una justificación plausible. Esa es la situación a la que se enfrentan los
cincos trabajadores encargados de la vigilancia en la estación de autobuses. La
indignación y los apuros económicos están ahogando a la plantilla, que ve como
pasan los meses sin poder percibir las nóminas. Y aunque hasta ahora habían
guardado silencio, uno de los afectados se ha decidido a denunciar la situación
“porque se está haciendo insostenible”.
“La empresa siempre había
tenido algunos problemillas y nos pagaba con retraso, pero esta vez llevamos
sin cobrar desde marzo y no aguantamos más”, explica Julio Fernández. Aunque
solo lleva año y medio en la estación, Fernández ya había trabajado en otras
empresas del sector de la seguridad privada. “Tengo 48 años y en mi vida me
había pasado nada igual”, relata, mientras asegura que los atrasos están
haciendo mella en la economía familiar, “estuvieron a punto de echarnos de
nuestra casa porque no podíamos pagar el alquiler y tuvimos que pedir dinero a
familiares y amigos” .
“Piden a Movilidad
que obligue a la concesionaria a abonar los salarios”
Fernández, que tiene tres
hijos, afirma que sus compañeros también están pasando por problemas, aunque
todavía no se han atrevido a denunciar. “Antes teníamos un comité de empresa,
pero desapareció, así que nosotros mismos se lo comunicamos al director de la
estación, a la concejala de Transportes y al concejal de Movilidad para ver si
podían hacer algo”, señala.
Falta de seguridad
Los afectados esperan que
el gobierno municipal puedan intermediar en el conflicto y presionar a la
concesionaria del servicio para que pague los salarios atrasados. “Alguien
tiene que hacerse responsable de esto porque conocen bien el problema. Nos
dicen que la concejala (Begoña Freire) está negociando, pero todavía no sabemos
nada”, denuncia Fernández. “¿O es porque el Ayuntamiento no está pagando a la
empresa?”, apostilla.
El vigilante afirma que el
desánimo está cundiendo en la plantilla y que además de no cobrar, se les
exigen turnos más largos de lo debido: “Un compañero llegó a trabajar 16 horas
seguidas porque no tenía sustituto”. Una situación que, según los afectados,
acabará poniendo en riesgo el mantenimiento de la seguridad en la estación de
buses.