Si algo ha demostrado el Ministro del Interior, Fernández Díaz, en estos críticos momentos que vive la
seguridad privada, es la falta de cintura y de capacidad de reacción ante los
empresarios sin escrúpulos que pululan a sus anchas machacando el sector. Será
que sus prioridades están alrededor de la Plaza de Neptuno…aún así…
Veamos, sin ir más lejos, el caso de la empresa Esabe, es tan impresionante y tan revelador de cómo la casta política,
una vez que se instala en los despachos de la Moncloa, vive ajena a la realidad
de buena parte de los españoles, que no queda más que decir que, mientras la
orquesta del Titanic sectorial (en la que participa la Administración,
parte de la patronal y sus lobbies) toque alegremente ajena a la
desgracia que se produce a su alrededor, no hay nada que hacer.
Si no fuera la cosa tal como lo pensamos, ¿cómo explicar que sea la propia Administración la que contrate
a este tipo de empresas fraudulentas hasta para velar por el patrimonio
nacional? Ahí están los compañeros que tienen que vigilar los Rubens y los
Colmeiros colgados de las paredes del museo de Belas Artes en la Coruña
seis meses sin cobrar. ¿Qué pasaría si un día no se presentaran en el
museo? ¿Quién cuidaría de ese patrimonio? Y como estos compañeros están los
vigilantes de la Dirección territorial de Sanidad de Vitoria, los de los
juzgados de Asturias y un largo, larguísimo etc.
Por mucho que uno se empeñe en confiar en que el sistema tiene las mismas reglas para
todos, los escándalos de las empresas fraudulentas nos demuestran que esto no
es así. La impunidad con que actúan, nos deja estupefactos. Otro ejemplo,
Seguridad Integral Canaria, ¿cómo es que 18 de los 25 trabajadores
involucrados en la muerte de un menor del Centro de Menores de Nivaria,
no estaban habilitados? Con dos cojones y en el mismísimo corazón del
Ministerio de Justicia. Comprenderán nuestra estupefacción primero y nuestra
incredulidad después ante una revelación de este tipo por una testigo directo
de la historia: la inspectora jefa del Grupo de Seguridad Privada de la Policía
Nacional. ¿Qué es lo que falla? ¿Por qué no se cuenta con los instrumentos
necesarios para detectar todo tipo de intrusismo? También como ciudadanos
exigimos una explicación.
Lamentablemente, con la incorporación de cada
nueva empresa fraudulenta a la seguridad privada, el sector se hace más opaco y
caótico lo que da lugar a muchas situaciones surrealistas cuyos detalles,
aunque no se conozcan por completo, no dejan de alarmarnos porque esta dinámica
suicida nos lleva directamente al abismo. Visto lo que circula por ahí… ¿Qué
cliente, medianamente sensato, pondrá a la zorra a cuidar de las
gallinas?
Nadie duda que quien tiene que salir al frente de esta situación es el Ministerio del
Interior puesto que es el organismo que debe regular, supervisar y
garantizar el cumplimiento de unos niveles mínimos de seguridad para los
ciudadanos y sus bienes. Es por ello que hemos dirigido una carta a Fernández
Díaz y se prevén movilizaciones frente al Ministerio.
Cierto. Estamos con el agua al cuello y no es a causa de las últimas lluvias. En consecuencia, tenemos
muy poco más que perder y aunque tampoco haya mucho que ganar, si al final del
camino se consigue que se cumpla con la normativa vigente y que no nos toreen
por ese flanco, el esfuerzo habrá merecido la pena. En fin… que haya habido que
llegar a este punto….