CCOO denuncia una plaga de
chinches en un centro de acogida del Consell
Fuente: mallorcaconfidencial.com – 28 de Agosto 2014
CCOO denuncia que
las presuntas deficiencias de las condiciones higiénico-sanitarias del Centro
de Indigentes de Ca L´Ardiaca, que habrían provocado que, el pasado 20 de
agosto, un Vigilante de Seguridad de MEVISA tuviera que acudir a Clinic Balear
aquejado de cuantiosas picaduras de chinches por todo el cuerpo.
De confirmarse
esta situación, para CCOO evidenciaría un claro incumplimiento de los más
elementales protocolos en materia de salud laboral, tanto más grave cuanto que
afectaría a un centro público dependiente del Consell Insular de Mallorca que
alberga a drogadictos, enfermos de SIDA y personas marginales con todo tipo de
patologías y enfermedades.
Al parecer, el
foco de esta epidemia de chinches –parásitos que se alimentan de la sangre de
personas y animales- radicaría en el deplorable estado en que se encuentran los
colchones en que dormían los indigentes; colchones que, aunque ya han sido
retirados, en estos momentos se encontrarían hacinados en los exteriores del
edificio.
Desde CCOO
entienden que, si bien las medidas de seguridad e higiene han de observarse en
todo momento, se deben extremar aún más cuando están referidas a centros de
trabajo con un mayor factor riesgo, tales como hospitales o centros que
albergan a este tipo de población. Resultaría gravísimo que el vigilante de
seguridad afectado, contrajera cualquier tipo de enfermedad por el
incumplimiento de la normativa más básica en materia de salud laboral. Desde
CCOO consideran, asimismo, que, de confirmarse los hechos, habría una clara
responsabilidad del Comité de Seguridad y Salud del propio Centro de Indigentes
e, incluso, de la empresa MEVISA.
CCOO también
lamenta que, cuando el trabajador se desplazó a Clinic Balear (centro
dependiente de Unión de Mutuas), el trato proferido fuese tan deficiente, pues
el facultativo que le atendió, según las manifestaciones del propio empleado,
se limitó a suministrarle una inyección y recetarle una medicación que, además,
el trabajador deberá costearse de su bolsillo; sin que en ningún momento el
médico instase que, dadas las presuntas circunstancias, se le realizase algún
tipo de prueba.