TERRORISMO:Es la primera vez que se producen estos
encuentros
Interior
recluta a la seguridad privada contra el yihadismo
Policía y Guardia Civil se han reunido con
los responsables de más de 200 empresas
Se centran en compañías con
presencia en países del Magreb o limítrofes
El
objetivo es conocer cualquier dato que obtengan en esas zonas 'calientes'
Fuente:
elmundo.es - FERNANDO LÁZARO - Madrid 30/03/2015
Primero
fue la Policía Nacional. Apenas 24 horas después, la Guardia Civil. Ambos
cuerpos mantuvieron una intensa jornada de trabajo con las empresas de
seguridad privada. Y cuál era el objetivo: lograr su implicación en la lucha
contra el terrorismo islamista. Es la primera vez que se producen estos
encuentros. Es la primera vez que la seguridad pública busca la colaboración
activa de la seguridad privada en el ámbito del terrorismo internacional.
Porque, como explicaron los mandos de estos cuerpos a los responsables de las
empresas, aunque la preparación de España para hacer frente a este fenómeno es
muy potente, todo es poco.
El
nuevo enemigo es, «demasiadas veces invisible», alertan las Fuerzas de
Seguridad. No en vano, tras los atentados en París, el nivel de preocupación en
Europa en general y en España en particular ha aumentado. De hecho, las
autoridades responsables de la seguridad del Estado decidieron entonces elevar
el nivel de alarma, un nivel que se encuentra por encima del que sería el
umbral de la tranquilidad. Por este motivo, el pasado miércoles, especialistas
de la Policía Nacional, en el complejo de Canillas (Madrid), se reunieron con
más de dos centenares de representantes de empresas de seguridad privada. Al
día siguiente, el encuentro se repitió en la sede de la Dirección General de la
Guardia Civil, en la calle Guzmán el Bueno, para un auditorio parecido.
En
ambos casos, el objetivo era doble. Muchas de las empresas de seguridad allí
reunidas tienen importantes intereses fuera de España. ¿Prioridad de la Policía
y la Guardia Civil?: recabar todo tipo de datos que estas empresas puedan
obtener en territorios de máxima sensibilidad. Hablamos de empresas con
asentamientos en países del Magreb o limítrofes. Los responsables policiales
quieren tener cauces de comunicación directa con estas empresas, quieren
conocer, casi en tiempo real, cualquier dato que obtengan en esas zonas
«calientes» del planeta y que puedan ser interpretadas en clave de seguridad
nacional.
Saben
que esas zonas son las de influencia máxima del autodenominado Estado Islámico
y de las tramas aún vivas de Al Qaeda. Y saben que esas empresas, con potentes
inversiones en las zonas, disponen no solo de sofisticados y completos
despliegues de seguridad, sino que también mantienen buenas relaciones con los
gobiernos de las zonas afectadas. Así que consideran que sus aportaciones
pueden dar luz en determinados momentos sobre la incidencia terrorista en esa
zona y su eco en Europa.
Este
tipo de encuentros no se habían puesto en marcha jamás. La cooperación entre el
sector público y el sector privado se limitaba básicamente a la delincuencia
común. La relación es claramente de subordinación, que la seguridad privada
está obligada a participar a las autoridades de la seguridad del Estado. Pero
en el plano del terrorismo, la colaboración no se contemplaba hasta ahora.
Este
salto, calificado de «muy importante» por los empresarios del sector, supone un
cambio de tendencia importante en cuanto a la colaboración policial en materia
de seguridad, entre ambas esferas. Lo que reclama Interior es básicamente
información. Ampliar la plantilla de fuentes, de cauces por las que lleguen
datos de las zonas calientes.
Un 'ejército' privado de más de 300.000
efectivos
Es un
sector en plena pujanza. Sin él sería ya difícil, más bien imposible, entender
completamente la seguridad ciudadana. Porque ha copado la seguridad de
instalaciones públicas casi por completo. Su última conquista, la seguridad
perimetral en los centros penitenciarios. Estas empresas de seguridad privada
han alcanzado niveles de eficacia elevados. Incluso, el sector de los
detectives privados ha alcanzado cuotas de mercado enormes ante el alto grado
de formación de sus integrantes. Son ya más de 300.000 los hombres y mujeres
que forman parte de estas estructuras. La parte más importante para el
Ministerio del Interior, la figura de los «directores de seguridad». Ya son
casi 11.000 en toda España. Esta figura es la que potencia la coordinación.
Prevención
de atentados
Pero
estas jornadas tienen una segunda clave mucho más interna: la colaboración de
todo el sector privado en actuaciones contra el terrorismo islamista en España.
El «ejército» privado es más numerosos incluso que la suma de policías y
guardias civiles, más de 300.000 miembros en seguridad privada.
Interior
considera que su preparación, su ubicación (en sedes estratégicas en muchos
casos) y sus «ojos» pueden y deben ser claves también en la prevención de
acciones terroristas. La seguridad de edificios emblemáticos, de instalaciones
públicas, de grandes centros comerciales o, incluso, de instalaciones
estratégicos de telecomunicaciones o de transporte, están en manos de la
seguridad privada. El control sobre ellas (sobre todo el tecnológico) está en
poder de estas empresas. Y la cantidad de información que está en su poder es
enorme. Los planes básicos de colaboración habitual están perfectamente
establecidos y funcionan de forma casi automática desde hace años. Pero esa
colaboración no se había extendido hasta ahora hacia el terrorismo. Y menos,
hacia el terrorismo islamista.
El
Estado quiere los «ojos» de los privados, tanto de sus agentes como de su
tecnología. Entiende que existe un flujo importante de datos y que hay que
tenerlos en cuenta. Durante las jornadas celebradas esta semana, se busca crear
un ambiente de coordinación en el tema más sensible. Las Fuerzas de Seguridad,
sus especialistas, aportaron algunos datos operativos a las empresas de
seguridad, les explicaron algunos funcionamientos de unidades especiales, ante
posibles atentados terroristas.