"El
año pasado firmé entre 80 y 100 contratos de trabajo. Es una vergüenza"
Pablo Blanco, vigilante de
seguridad, explica la precariedad laboral que ha sufrido desde que empezó a
trabajar en el sector de la seguridad privada
Denuncia que trabaja pocas horas y que
encima no le pagan
Fuente:
asturias24.es - Luis Fernández - LUNES 18 DE ENERO DE 2016
"Aguanto
esta situación porque no me queda otra. Si tuviera 25 años igual no tragaba,
pero tengo 57...". Pablo Blanco ha trabajado la mayor parte de su vida
como comercial pero la crisis económica le obligó a ganarse la vida en lo que
podía, motivo por el que acabó como guardia de seguridad. De esto hace ya seis.
A lo largo de este tiempo, la precariedad laboral ha sido una constante en su
vida, motivo por el que asegura que, en cuanto pueda, dejará la seguridad
privada y buscará otro tipo de empleo que le permita mejorar su situación.
"En
el último año ya perdí la cuenta. Firmé entre 80 y 100 contratos, es una
vergüenza", explica Blanco. Él es el rostro de una de las miles de
personas que vive una situación similar, ya que uno de cada cuatro de los
contratos que se firman en España dura menos de una semana. El porcentaje es
diez puntos superior al registrado antes de la crisis, ya que en julio de 2007
representaban el 13,5%.
El
vigilante sostiene que "el sector de la seguridad privada es una auténtica
vergüenza". Trabaja para la empresa Seguridad Empresarial de Navarra y
denuncia que no ha cobrado desde el 14 de septiembre. "Nos hacen unos
contratos por una cantidad de horas ridículas y encima no nos pagan",
señala Blanco, quien añade que "parece que van a entrar en concurso de
acreedores. A ver si es verdad y por lo menos cobramos lo que nos deben, aunque
sea en Fogasa y dentro de siete meses".
La
empresa, según explica el vigilante, se encargó de la seguridad privada de una
gran variedad de eventos durante los meses de verano. Museos, verbenas o
servicios en recintos feriales son algunos ejemplos, lo que le llevó a realizar
trabajos "incluso de dos horas". "Te dan de alta y de baja
continuamente", afirma Blanco, quien señala con ironía que "para ir a
recoger mi vida laboral necesitaré un coche". La compañía diferencia a los
trabajadores subrogados, que son los que disfrutan de unas condiciones más
estables, de los eventuales "que no tenemos ningún derecho".
Temporalidad
La
temporalidad se ha convertido en uno de los grandes problemas de un mercado
laboral que cuenta con 90.375 parados en Asturias. De los 25.954 contratos
firmados en diciembre en el Principado, el 92% fueron temporales, un porcentaje
que demuestra la precariedad de los nuevos empleos que se crean.
Uno de
los contratos que firmó Blanco fue para trabajar una hora diaria en un museo en
Gijón. "Teníamos que ir allí cuando cerraban y nada más, así toda una semana
con una sola hora de trabajo al día", explica. En una situación similar se
encuentran entre 10 y 15 personas en la misma empresa.
Blanco tiene claro que no puede seguir así y
que ese no es el futuro que quiere. Tiene 57 años y lleva desde hace seis en el
sector de la seguridad privada aunque siente que esa no es su profesión.
"Si puedo, mañana vuelvo a trabajar de comercial", sentencia.