Había parado para comprar una botella de agua
Despiden
al vigilante al que robaron 41.000 euros del coche cuando paró a comprar
La Tribunal Superior de
Justicia considera que el vigilante de seguridad cometió una negligencia grave
por dejar el vehículo fuera de su vista
Fuente:
02.05.2016 - diariodemallorca.es/EFE. Palma
El
Tribunal Superior de Justicia ha confirmado el despido de un vigilante de
seguridad a quien robaron del coche 41.000 euros que había descargado de dos
cajeros automáticos, cuando se detuvo en un comercio a comprar agua, al
considerar que cometió una negligencia grave por dejar el vehículo fuera de su
vista.
La sala
de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) ha
desestimado el recurso de súplica interpuesto por el vigilante y ha confirmado
la sentencia del Juzgado de lo Social número 4 de Palma que declaró procedente
el despido y absolvió a la empresa de seguridad que lo había echado.
El
vigilante trabajaba en el operativo de cajeros automáticos de entidades
financieras de Mallorca de una empresa de seguridad y fue despedido en el
verano de 2011 con carácter disciplinario por infracción laboral muy grave,
nueve días después de que le robaran el dinero que llevaba en un vehículo
rotulado de la compañía.
Según
la empresa, el guardia de seguridad tenía que acompañar a un vehículo blindado
que debía cargar y descargar un cajero automático de Can Picafort, pero se puso
de acuerdo con el vigilante del furgón para hacer él dicho servicio y llevar el
dinero a la base.
El
vigilante vació dos cajeros automáticos y posteriormente paró en un centro
comercial para comprar una botella de agua. Cuando estaba en el comercio, una
mujer le dijo que le estaban robando y al salir al aparcamiento encontró la
luna trasera del vehículo rota, nadie en los alrededores y habían desaparecido
tres de los cuatro cajetines de dinero que llevaba y una bolsa.
Aunque
la compañía tenía contratado un seguro, perdió una franquicia de 7.000 euros
que tuvo que aportar porque el dinero del robo no se recuperó. Despidió al
guardia de seguridad y además suspendió de empleo y sueldo dos meses al
trabajador del furgón.
El
vigilante recurrió la sentencia que declaró procedente el despido alegando
infracción del principio constitucional de igualdad por entender que fue
discriminado por la empresa, ya que la sanción a su compañero por los mismos
hechos fue muy inferior a la suya.
La sala
de lo Social del TSJIB desestima el recurso porque considera que los
incumplimientos de los dos trabajadores no son los mismos y la sanción está
ajustada a la gravedad de la falta.
El
tribunal confirma la procedencia del despido porque considera que el vigilante
cometió "una grave negligencia" que "contraviene los más
elementales principios de profesionalidad y diligencia" al detenerse en un
centro comercial para comprar una botella de agua y perder de vista el vehículo
que llevaba el dinero.