viernes, 17 de marzo de 2017

El día a día de un vigilante de seguridad en el Hospital San Pedro

Labios partidos, golpes, amenazas...el día a día de un vigilante de seguridad en el San Pedro

  • CCOO explica los riesgos a los que se enfrenta este colectivo y denuncia las carencias de personal y medios para desempeñar su trabajo.

  • También reclama que se apliquen los protocolos en caso de agresión.



Fuente: Rioja2.com – 16 Marzo 2017

Ante la última agresión ocurrida en el Hospital San Pedro, los vigilantes de seguridad, en una nota de CCOO, han querido desear una pronta recuperación a la celadora herida, pero también subrayar que no se puso en marcha el protocolo médico por el que les deberían haber avisado cuando el paciente se puso agresivo. Además, denuncian que no cuentan con los medios materiales y humanos necesarios para hacer frente a los numerosos riesgos que padecen.

Los vigilantes han hecho hincapié en que la vigilante de seguridad  tardó "escasos segundos" en aparecer y "no porque la llamasen, sino porque estaba dando vueltas por la zona en prevención de que pasara algo, ya que se lo olía, pero nadie le dijo que lo hiciera".

Desde que apareció la vigilante hasta que el paciente fue de nuevo llevado a Urgencias para ser tratado, nadie más fue agredido, "gracias tanto a su pronta intervención como a la de un compañero celador que tuvo la valentía de acompañarnos y apoyarnos en todo momento. Por desgracia, no se pudo evitar lo anterior por nuestra parte ya que fue muy repentino", detallan.

Así mismo, han denunciado las carencias de personal en su colectivo, al haber pasado de 6 vigilantes a 5 y, desde septiembre a 4. Uno está de forma permanente Urgencias, otro no se puede mover de la sala de cámaras y otros dos tienen que cubrir todo el hospital. Además, tampoco disponen del material necesario para hacer frente a las incidencias que viven a diario. Cuando hay una incidencia en Psiquiatría, donde cada semana registramos 2 o 3 altercados, y tienen que llamar a la Policía, acuden cuatro agentes con cascos y escudos, mientras que ellos no cuentan con esos recursos.

También describen las numerosas agresiones y lesiones sufridas realizando sus funciones. "En lo que llevamos de año ya hemos tenido varias, entre ella, un labio partido, una fisura de costilla, contusión en mandíbula... Ha habido muchas más a lo largo de todos los años que lleva seguridad en el recinto hospitalario. Hemos tenido que pasar días de incertidumbre mientras los resultados de las analíticas llegan y dan negativo a una enfermedad contagiosa, todo por estar protegiendo al personal y usuarios del hospital, lo que hacemos con orgullo, ya que es nuestro cometido. Ha habido cortes, golpes con bates de béisbol, sillazos, amenazas con jeringuillas... No nos quejamos por todo ello, pero sí por los que quieren menospreciar nuestro trabajo".


Si en el hospital no ocurren más desgracias como estas, en parte es gracias a que los vigilantes de seguridad están ahí haciendo su trabajo, concluyen.