Doce
años y un día de cárcel por abusar de una subordinada en el trabajo
- La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a un vigilante del edificio de la Tabacalera, en el barrio de Lavapiés, por abusar varias veces de una compañera de trabajo amenazando con perjudicarla laboralmente si no accedía a sus abusos
Fuente:
http://cadenaser.com
- ALBERTO POZAS - 24/10/2017
La
Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a doce años y un día de cárcel a un
vigilante de seguridad del edificio de la Tabacalera, en el barrio de Lavapiés,
por abusar sexualmente varias veces de una compañera de trabajo amenazando con
perjudicarla laboralmente si no accedía a someterse a las agresiones. La
sentencia, contra la que ya ha anunciado recurso, también condena a la empresa
para la que trabajaban e impone una indemnización de 18.000 euros para la
mujer.
Según
explica la sentencia, víctima y agresor trabajaban juntos en la seguridad de
este emblemático edificio del barrio madrileño de Lavapiés, cercano a la
glorieta de Embajadores y dedicado a la difusión del arte desde hace más de una
década. Como jefe de equipo, Carlos María O.T se aprovechó de "su
situación jerárquica laboral" sobre la mujer "haciéndole creer que su
puesto laboral dependía de él, y que podría promover su despido", explica
la sentencia. Entre otras cosas, era quien elaboraba los cuadrantes de los
turnos de trabajo.
Los
abusos se produjeron en tres ocasiones entre 2011 y 2013, en distintos lugares
del edificio, siempre contra la voluntad de la víctima e incluso con alguna
amenaza de carácter laboral: le dijo que "si no hacía lo que él quisiera
no le asignaría más horas extras en su turno", por ejemplo.
"Impresiona
de sinceridad"
Unos
abusos sexuales que ahora la Audiencia Provincial de Madrid da por probados y
que se traducen en una condena de doce años y un día de prisión, una orden de
alejamiento de medio kilómetro y otros diez años más de libertad vigilada y
asistencia a programas de educación sexual.
Entre
otras pruebas, los magistrados de la sección 16ª destacan el testimonio de la
víctima: "Impresiona de sinceridad", dicen, asegurando que su relato
fue "pormenorizado y detallado" describiendo cómo su agresor
"emplea la violencia" y cómo ella "se vio superada físicamente y
confusa y temerosa de perder sus ingresos y trabajo". Compañeros de
trabajo a los que contó lo sucedido "llorando y nerviosa" afirmaron
en el juicio que no quería denunciar "por estar sola, por miedo a perder el
trabajo y porque por su edad tendría dificultad para encontrar otro".
Más
acusaciones
La
sentencia refleja que la denunciante no fue la única mujer que acusó al
condenado de abusar de ellas o de haberlo intentado, también en el ámbito
laboral: una mujer que trabajó en la Tabacalera cubriendo una baja, que a su
vez aseguró que una trabajadora de la limpieza también había sufrido lo mismo,
así como otra testigo más. En éste último caso, la Audiencia Provincial de
Madrid ya dictó sentencia absolutoria en diciembre del año pasado, manteniendo
intactas las acusaciones pero explicando que en todo caso sería culpable de un
delito de abusos, y no del de acoso del que había sido acusado.
En las
últimas semanas, la Justicia ha dictado su ingreso en prisión teniendo en
cuenta el riesgo "inequívoco" de fuga: su defensa, además de anunciar
recurso contra la sentencia condenatoria, también ha recurrido su ingreso en
prisión, poniendo en duda el testimonio de la víctima, acusando de nulidad al
auto e incluso sacando a colación pasajes de la obra de William Shakespeare 'El
Mercader de Venecia'.
Las
empresas para las que trabajaron víctima y agresor cuando sucedieron los
hechos, primero Prosegur y luego Seguriber, también han sido condenadas a
hacerse cargo de las indemnizaciones en calidad de responsables civiles
subisidarias, y también han recurrido la sentencia condenatoria. La sentencia
explica que "incurrieron en una responsabilidad civil no sólo 'in
eligendo', sino también 'in vigilando' durante el dilatado tiempo en que
ocurrieron los hechos".